¿Se cocina una traición? y la salida de Rafael Roncagliolo del Ministro de Relaciones Exteriores
Autor General EP Wilson Barrantes Mendoza
Recientemente se produjo la para muchos inesperada salida de Rafael Roncagliolo Orgegozo de la cancillería, no sin antes dejar tras de sí un cumulo de interrogantes que indagan sobre la verdadera razón de su salida, para lo cual la mayoría de entendidos la consideran como una consecuencia por sus declaraciones respecto a las formas de las elecciones Generales Presidenciales en la República Bolivariana de Venezuela, actitud Inesperada porque frente a las anteriores desaciertos de nuestra cancillería la respuesta muy firme del gobierno era que no era posible un cambio de gobierno por cuanto estábamos en medio de un contencioso administrativo en la Corte Internacional de Justicia de la Haya y como quiera que era nuestro Canciller había que mantenerlo justificación convincente la que nos parecía coherente, muy lógico y por demás convincente.
Que ha pasado entonces, si sabemos que en breve Junio o Julio 2013tendremos la sentencia del Tribunal de Justicia de la Haya en las cuales tal como lo ha recogido por el Cable Wikileaks N° 139497, de fecha del 31 de enero del 2008 y hecho público recientemente, cuya fecha data de tan solo quince días después de la presentación de la demanda marítima, donde un funcionario de la cancillería chilena reveló la preocupación del Gobierno por los dos fallos que la Corte de La Haya había emitido meses antes y si tenemos en cuenta las declaraciones de experto chileno en relaciones internacionales que sostienen que la parte más difícil de ello serán la compensaciones a las que hace alusión, las que tiene que ver con el aspecto económico consecuencia de la pesca que hacen empresas chilenas en nuestro mar y que viene presionando a su presidente , la necesidad de gas peruano entre otras y por supuesto si se toma en cuenta lo sucedido con la sentencia en el diferendo de Colombia y Nicaragua y si a eso lo sumamos como se manejan las negociaciones en las relaciones internacionales como es el caso del Kilómetro Cuadrado en el diferendo Perú Ecuador, nos atreveríamos a presumir que la explicación de su salida de la Cancillería seria su discrepancia, su desacuerdo frente a cualquier concesión que reduzca la pérdida total de nuestro territorio marítimo recuperado en una eventual sentencia favorable totalmente al Perú por las razones jurídicas expuestos, aun cuando hemos criticado el no haber hecho uso de la Resolución 1514 del año 1960 de Naciones Unidas que nos abre la posibilidad de reclamar nuestro territorios de Arica y Tarapacá, ya que tal vez Rafael Roncagliolo no desea que la historia juzgue su traición.
Frente a ello no quisiéramos entender que eligieron un reemplazo que acepte esa felonía, por supuesto que mejor que la candidez de una dama que en esta materia asumimos esta suposición por el perfil de representar intereses caviares en el gobierno y porque hemos escuchado posiciones inclusive de la cancillería en anteriores gestiones para adherirnos a la Convención del Mar frente a lo que consideramos una traición, en todo caso pedimos una serena reflexión ya que por el agravio de mantener nuestro mar territorial desde el año 1952 como propios deben pagarnos una compensación económico por haberlo usufructuado ilegalmente, sin embargo pese a que las reuniones bilaterales llevadas a cabo el 2 de Mayo del 2013 después del año 2006 entre los Cancilleres y Ministros de Defensa de Perú y de Chile luego de la exposición de los alegatos en la Corte Internacional de Justicia de la Haya se nota el propósito de preparar a los dos países frente a la sentencia que se dicte estrechando para ello las relaciones entre la Fuerza Armada y Relaciones Exteriores de ambos países, por eso dicen estar haciendo los intentos para que ello se haga de la mejor forma por ello quisiéramos que toda supuesta concesión en contra de los intereses nacionales no sea cierto y frente a una posible traición que se prepararía nos lleve a estar alerta y vigilantes de los próximos pasos de la Cancillería y de la postura de algunas instituciones de la Fuerza Armada que cocinarían una gran felonía.