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miércoles, 15 de septiembre de 2010

PRONUNCIAMIENTO DEL CAP ELOY VILLACREZ

Colegas de la Fuerza Armada y PNP, rindamos homenaje y mantengamos vivo el recuerdo de los miembros castrenses  de la guarnición de Trujillo que en 1932, el 09 de julio. fueron asesinados cuando estaban prisioneros, cumpliendo instrucciones que Haya de la Torre dio como Jefe de esa secta, hacia el "prefecto de Trujillo"  su hermano Agustín.  
Ese es APRA, conjunto de terroristas tan o mas dañinos que Sendero Luminoso.
Por ello sin protagonismo alguno, con la convocatoria a la conciencia de nuestros camaradas de armas, para que piensen y sepan con que delincuentes, que están en el gobierno actual, estamos tratando. Nos reuniremos frente al monumento a los caídos de la campaña de 1941 en el Campo de Marte a las 11 de la mañana del viernes 09 de julio, para dar nuestro minuto de silencio en ese lugar donde un presidente militar fue igualmente asesinado por el APRA. 

A los miembros de la FA y Policía Nacional del Perú

El 09 de julio, se recuerda el 78 aniversario de la masacre perpetrada por las hordas apristas contra oficiales del Ejército y Policía, en Trujillo en el año 1932, ese día estaban en calidad de prisioneros  en la cárcel pública, los oficiales siguientes:
Del Grupo de Artillería No 1 (Regimiento) el Teniente Coronel EP Jefe  Julio P. Silva Càceda, Mayor Luis Pérez Salmón, Capitán Manuel Morzàn, Capitán Víctor Corantes, Alféreces, Ricardo Revelli, Alfredo Molina y Miguel Picasso. Del Batallón de Infantería (Regimiento) No.1 Subtenientes Carlos Hernández, Federico Mendoza, Carlos Valderrama. De la Policía (Guardia Civil) Capitán Eduardo Carbajal y Teniente Alberto Villanueva.
Luego de la toma del Cuartel Oº Donovan, por parte de los amotinados apristas el 07 de julio de 1932, hicieron conocer al gobierno que tenían en calidad de prisioneros a la oficialidad del Ejército y la Policía, amenazando que en caso de tomar medidas militares por parte del gobierno para capturar  Trujillo, ejecutarían a los prisioneros.
El Gobierno decidió restablecer el orden, la amenaza de asesinar a los oficiales prisioneros, fue evaluada, como una acto imposible de ejecutar,   al ir  más allá de los límites de cualquier confrontación.  No tomaron en cuenta que los apristas jamás tuvieron algo de decencia  en sus actos. Su metodología y estructura de odio a los militares escapaba a cualquier racionalidad.
Es así, cuando las tropas de aire, mar y tierra se desplazaron en forma inmediata para restablecer el orden, el Coronel Ruiz Bravo, jefe del Ejército encargado de la operación,  pidió la rendición de la plaza para evitar un derramamiento de sangre. La respuesta torpe y brutal de los Jefes apristas del Alzamiento, Alfredo Tello  y Agustín Haya de la Torre, en cumplimiento de las instrucciones de Víctor Raúl Haya de la Torre, procedieron a ejecutar a los prisioneros. Es así que se constituyeron a la cárcel acompañados por Víctor Silva , un tal Esquivel y otros, emplazaron dos ametralladoras en la parte alta del  patio y con la metodología Nazi obligaron a salir de sus celdas a todos los oficiales prisioneros, para abrir fuego sobre ellos, luego   los otros apristas procedieron a vejar sus cuerpos en estado  agonizante, en una orgía de sangre y muerte, inmediatamente después el comando aprista dejó Trujillo y fugaron hacia la sierra de Huamachuco, abandonando a su huestes,
Considero que los antecedentes del odio de los apristas hacia los militares y policías,  vienen de esa época, por ello, ahora que son gobierno, sienten que están en la gloria cuando los militares reclaman sus derechos por los medios constitucionales y no les hacen caso, burlándose en su intimidad, por ello es bueno recordar que “tanto va el cántaro al agua hasta que se rompe”, cuando ocurra no nos rasguemos las vestiduras y no hace falta un general, basta un Teniente Coronel, siempre y cuando ese oficial no se haya ensuciado las manos con sangre de peruanos en la guerra interna que tuvimos.
Hoy  siglo XXI, vivimos una época de traiciones y olvidos, a los gobiernos después de Velasco no les importa el futuro del pueblo de a pie. El servilismo a las corporaciones es algo  que el   régimen aprista  considera como algo rescatable, recordemos hoy más que nunca que el negociado del gas, es la IPC del siglo XXI, Velasco procedió en 1968 en bien de la patria y su futuro al tomar Talara. No recuperar el gas hoy, es perder nuestro futuro como pueblo y sociedad.  Al recordar este aniversario sangriento, debemos tener presente que nuevamente nuestra patria está perdiendo su futuro por acción de peruanos indignos que son los apristas coludidos con los poderes del exterior. Hacer que esta lacra de traidores y arribistas corrompidos que son los apristas desaparezcan de la faz política, depende únicamente del Pueblo del Perú y de sus guerreros, porque valgan verdades el APRA en el gobierno  demostró que es peor que Sendero.
Lima, 09 de julio del 2010                                  LA PATRIA NO SE VENDE LA PATRIA SE DEFIENDE  


 Capitán EP  Eloy Villacrés

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