Ideas. Desde su inicio en la izquierda hasta el liberalismo. A pesar de que los peruanos no lo eligieron presidente en 1990, el Nobel nunca dejó de participar en la política local.
Jorge Loayza.
La política es uno de los demonios que siempre ha perseguido a Mario Vargas Llosa. A lo largo de toda su vida el desde ayer premio Nobel ha transitado por el camino de la literatura y del fuego de las ideas políticas. La posición tan polémica que siempre ha mantenido desde su trinchera liberal ha sido el argumento de muchos que se resisten a leerlo y valorarlo.
La biografía política del escritor peruano se remonta a sus años universitarios en San Marcos, cuando integró el grupo comunista Cahuide, el cual, confesó, lo ayudó a germinar algunos ideales y desilusiones, los que fueron formando los principios que ahora defiende con el arma de la lengua castellana.
Pero fue en 1971 cuando, luego de apoyar la revolución cubana de Fidel Castro, la vida política de Vargas Llosa gira bruscamente al alejarse de la isla y sus ideas por el encarcelamiento del poeta disidente Heberto Padilla. Ese reclamo por la libertad del individuo sería la columna vertebral de su pensamiento político hasta estos días.
Aquellas ideas liberales que concibió a lo largo de su vida hallaron una oportunidad en nuestro país en 1987, cuando el primer gobierno del presidente Alan García pretendió estatizar los bancos.
Fue así que el gran escritor fundó el Movimiento Libertad para oponerse a la radical medida aprista.
Pero cuando pensó que el sueño de aplicar sus ideas políticas desde la presidencia de la República sería realidad y no ficción, Vargas Llosa se dio cuenta de que ello no sería posible. Su alianza con partidos tradicionales en el Fredemo y el apoyo de empresarios locales fueron suficientes para que la izquierda y el Apra demolieran sus aspiraciones al etiquetarlo de ‘candidato de los ricos’ e impulsar con ello la elección de Alberto Fujimori.
A pesar del golpe, MVLl solo se alejó de la política brevemente, pues luego fue un fiero crítico de la dictadura fujimorista, a la cual ayudó a derrotar desde donde estaba. Es que la política es un demonio del cual no se puede librar, y lo demostró hace poco en su furibunda carta de renuncia al Lugar de la Memoria luego de que Alan García promoviera aprobar leyes que liberarían al grupo Colina.
Claves
Su lucha. Los dos ejes del pensamiento político de Vargas Llosa son su lucha por la libertad y el combate contra las dictaduras. En mayo del año pasado retó al presidente venezolano Hugo Chávez a sostener una polémica, pero este desistió.
Libertad. El historiador Antonio Zapata sostiene que MVLl es un intelectual comprometido que defiende la libertad económica y política.
Jorge Loayza.
La política es uno de los demonios que siempre ha perseguido a Mario Vargas Llosa. A lo largo de toda su vida el desde ayer premio Nobel ha transitado por el camino de la literatura y del fuego de las ideas políticas. La posición tan polémica que siempre ha mantenido desde su trinchera liberal ha sido el argumento de muchos que se resisten a leerlo y valorarlo.
La biografía política del escritor peruano se remonta a sus años universitarios en San Marcos, cuando integró el grupo comunista Cahuide, el cual, confesó, lo ayudó a germinar algunos ideales y desilusiones, los que fueron formando los principios que ahora defiende con el arma de la lengua castellana.
Pero fue en 1971 cuando, luego de apoyar la revolución cubana de Fidel Castro, la vida política de Vargas Llosa gira bruscamente al alejarse de la isla y sus ideas por el encarcelamiento del poeta disidente Heberto Padilla. Ese reclamo por la libertad del individuo sería la columna vertebral de su pensamiento político hasta estos días.
Aquellas ideas liberales que concibió a lo largo de su vida hallaron una oportunidad en nuestro país en 1987, cuando el primer gobierno del presidente Alan García pretendió estatizar los bancos.
Fue así que el gran escritor fundó el Movimiento Libertad para oponerse a la radical medida aprista.
Pero cuando pensó que el sueño de aplicar sus ideas políticas desde la presidencia de la República sería realidad y no ficción, Vargas Llosa se dio cuenta de que ello no sería posible. Su alianza con partidos tradicionales en el Fredemo y el apoyo de empresarios locales fueron suficientes para que la izquierda y el Apra demolieran sus aspiraciones al etiquetarlo de ‘candidato de los ricos’ e impulsar con ello la elección de Alberto Fujimori.
A pesar del golpe, MVLl solo se alejó de la política brevemente, pues luego fue un fiero crítico de la dictadura fujimorista, a la cual ayudó a derrotar desde donde estaba. Es que la política es un demonio del cual no se puede librar, y lo demostró hace poco en su furibunda carta de renuncia al Lugar de la Memoria luego de que Alan García promoviera aprobar leyes que liberarían al grupo Colina.
Claves
Su lucha. Los dos ejes del pensamiento político de Vargas Llosa son su lucha por la libertad y el combate contra las dictaduras. En mayo del año pasado retó al presidente venezolano Hugo Chávez a sostener una polémica, pero este desistió.
Libertad. El historiador Antonio Zapata sostiene que MVLl es un intelectual comprometido que defiende la libertad económica y política.
No hay comentarios:
Publicar un comentario