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miércoles, 18 de mayo de 2011

La verdad histórica oculta y distorsionada. PARA SU ANÁLISIS Y EVALUACIÓN


La verdad histórica oculta y distorsionada

In POLÍTICA on mayo 18, 2011 at 3:14 am
Un día como hoy, 17 de mayo, en 1980, se desató la mayor tragedia de nuestra historia republicana reciente: la agresión terrorista de Sendero Luminoso contra la sociedad peruana, un crimen masivo que se ensañó sobre todo con los más pobres.
Aquel día, una horda de terroristas tomó por asalto el pueblo ayacuchano de Chuschi, amenazó de muerte a sus autoridades y pobladores, y frustró la elección presidencial que iba a celebrarse al día siguiente al destruir el material electoral enviado desde Huamanga.
Se inició así un baño de sangre de más de 20 años que dejó cerca de 30 mil muertos debidamente identificados, más de un millón de desarraigados de sus pueblos y desplazados, y miles de desaparecidos a manos de terroristas y de algunos malos uniformados.
La fecha ha sido casi borrada de la memoria de los peruanos por quienes  en la última década han escrito la historia oficial de aquel capítulo desdichado de nuestra vida como nación.
La historia escrita por la izquierda aupada en el poder político ha reducido la lucha de los peruanos contra el terrorismo a tres episodios: Barrios Altos,La Cantutay El Frontón que culpan al estado democrático de ser un régimen que mataba por gusto a personas inocentes.
También ha registrado como “verdad oficial”, otra mentira burda que dice que el mayor criminal en aquella contienda no fue Abimael Guzmán Reynoso, sino Alberto Fujimori.
Es suma, la historia escrita por la izquierda ha instituido la mentira, ha torcido los hechos reales y ha fabricado una gran farsa que en resumen les dice a las nuevas generaciones que los terroristas fueron víctimas del estado.
Les dice que los tres gobiernos democráticos que encararon aquella agresión fueron regímenes violadores de derechos humanos, iguales o más criminales que Sendero Luminoso. Es más, los terroristas son presentados como víctimas de la democracia.
Esto es coherente con la ideología y la posición que asumieron durante la guerra quienes han escrito la historia oficial. Desde el primer día en que la democracia recurrió al uso legítimo de la fuerza contra el terrorismo, ellos calificaron a los gobiernos de criminales, mientras que a los terroristas los llamaban “compañeros”.
Este hecho real nos permite entender por qué el 17 de mayo de1980 hasido reducido a su mínima expresión en la historia oficial, pese a ser la prueba de que los horrores que vimos se desencadenaron ese día, y también la prueba de que fue Sendero Luminoso el que desató el desangramiento de la nación.
El objetivo político de quienes han distorsionado la verdad es que los peruanos tengamos vergüenza de haber combatido y vencido a los grupos terroristas, y que quede registrado en la historia que la democracia es un sistema violador de los DDHH.
Por ello, la fecha que recordamos es propicia para reflexionar sobre la necesidad perentoria de rescatar la historia y de reivindicar la victoria de la nación peruana sobre el terror, para que sea por siempre motivo de orgullo nacional.
También debemos recordar que la pobreza extrema y la ausencia del estado son factores concurrentes que favorecieron el avance de la violencia, pero el factor determinante fue la ideología totalitaria que sostiene que tomar por asalto el poder democrático, mediante la “guerra popular” terrorista, es un camino legítimo.
Pero no solo Abimael Guzmán inoculó ese veneno en las mentes de miles de hombres y mujeres que se enrolaron en el terrorismo. También lo hicieron, con la misma vehemencia insana, los líderes marxistas que hoy promueven la candidatura de Ollanta Humala.
Ellos predicaron la “lucha armada” y la “guerra popular” en los años70’y80’, pero solo para traficar con el voto radical y hacerse elegir congresistas. Con tal de conseguir una curul no les importó envenenar las mentes de muchos jóvenes que después fueron a parar a las filas de Sendero y el MRTA, y de allí a las cárceles o los cementerios.
A esa misma casta de izquierdistas radicales y militaristas pertenecen los que han escrito la historia oficial de la guerra.
La verdadera historia, que será orgullo de la nación, tendrá que escribirse más temprano que tarde, por respeto a la memoria de los miles de mártires y héroes que dieron su vida en defensa de la democracia y la libertad.

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