Crisis en Europa
Jueves 15 de septiembre de 2011Con la autoestima baja,
Europa mira a las potencias emergentes
Los Brics analizan ayudar al Viejo Continente con un "Plan Marshall"
BRUSELAS.-
"Europa se hará por la economía o no se hará."
La frase pronunciada en 1950 por el entonces ministro de Asuntos Exteriores francés Robert Schuman suena estos días de grave crisis en la eurozona más que profética. Y en un mundo cada vez más multipolar, las cosas cambian muy deprisa: ¿los "pobres" ayudarán ahora a los "ricos" europeos?
Las potencias emergentes que conforman las llamadas Brics (Brasil, Rusia, China, la India y Sudáfrica) ofrecen ahora una mano a la "vieja Europa" para superar su crisis de deuda. Pero ¿aceptará Europa que los "pobres" la ayuden con un Plan Marshall como el de Estados Unidos tras la Segunda Guerra?
De manera irónica, se ha llegado a establecer una comparación dolorosa para algunos de los socios más frágiles del euro, en el sentido de que los Brics ayudarán a los Piigs, neologismo acuñado por la prensa euroescéptica británica para definir (por la primera letra en inglés) a Portugal, Irlanda, Italia, Grecia y España, bajo la lupa de los mercados.
Según alertan los expertos en Bruselas, es la carencia de un gobierno económico comunitario, que integre una amalgama sólida y coordinada de políticas monetarias y fiscales entre otros ingredientes, uno de los detonantes que han puesto a la eurozona, y especialmente a Grecia, su eslabón más débil, al borde de una posible "bancarrota controlada", extremo rechazado de plano hoy por el presidente galo, Nicolas Sarkozy.
SOLIDARIDAD INTERESADA
La autoestima de Europa en relación con el proyecto de construcción política del bloque y sobre todo en torno al vigor de su moneda, la segunda divisa mundial de referencia, tras el dólar, parece tocada: incluso China, Brasil, la India y Sudáfrica, como países emergentes, ofrecen ayuda a la Europa en crisis. Se trata, no obstante, de una "solidaridad interesada": Europa es un importante socio comercial, al que no conviene dejar caer.
En ese sentido, el "europesimismo" crece, alimentado por la crisis de deuda soberana: el 53% de los ciudadanos europeos considera que el euro es negativo para sus economías, según los resultados de una encuesta realizada en 12 de los 27 socios de la Unión Europea (UE) por parte del German Marshall Fund, un grupo de reflexión privado que promueve las relaciones euroatlánticas.
En realidad, Schuman daba con su declaración del 9 de mayo de 1950 el primer gran paso para la construcción de la unión política del Viejo Continente, la cual parece, hoy en día, todavía muy imperfecta.
Casi seis décadas después, Europa parece haber entrado en una crisis de fe en su propio proyecto. "Obama pide a Europa que muestre unidad", titulaba este miércoles el diario francés Le Monde. "Obama exige a Europa mayores esfuerzos para superar la crisis de endeudamiento", subrayaba el alemán Frankfurter Rundschau.
Si hace sólo 12 años se hablaba de "euroentusiasmo", hoy se habla más bien de "eurodepresión"..
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