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miércoles, 25 de enero de 2012


(Editorial) El deber de la memoria

Hoy, nuestros hijos confunden a Guzmán con un director de cine y a Iparraguirre con una cantante criolla. Mucho hicimos mal, sin duda, para llegar a esto…
Miércoles 25 de enero de 2012 - 07:00 am11 comentarios
Desde que Sendero Luminoso invadió Huamanga como un fantasma antropófago sin cara ni rastro y se desplazó por las cordilleras, hasta los días en que Tarata remeció la capital, hubo 23.969 muertos documentados, y miles más sin nombre. Asesinatos, desapariciones, secuestros, violaciones, explosiones y tiros de gracia eran las palabras que describían al Perú de esa época.
Como si el horror se hubiera apagado con el sonido de la última bomba, los que no venimos de pueblos que fueron desolados por entero parecemos haber olvidado. Hoy, nuestros hijos confunden a Guzmán con un director de cine y a Iparraguirre con una cantante criolla. Mucho hicimos mal, sin duda, para llegar a esto.
¿Por qué tantos olvidamos el horror?
Quizás una razón sea que, pese a todo lo que sufrió Lima en los últimos años del terrorismo, nunca vivió lo que vivió la sierra. En la capital conocimos el pavor de los carros-bomba y los secuestros, pero no el sentimiento que atraviesa el cuerpo cuando asaltan tu pueblo por la noche, violan a tu madre y hermana y abren el cráneo de tu padre con un machete para forzarte a que te unas a la demencia.
Que el 75% de las víctimas fueran campesinos quechuahablantes es un dato que dice muchísimo. Las informaciones que están recogiéndose sobre el olvido provienen de Lima. Si los terroristas hubieran desaparecido un barrio limeño entero y no, por ejemplo, Lucanamarca, ¿se hubiese producido este olvido? Si detrás de este abandono está la vieja fractura nacional, el más antiguo y costoso de nuestros problemas, tenemos mucho de qué arrepentirnos y qué enmendar. Solo el día en que todos los limeños carguemos con los muertos y el sufrimiento de la sierra como si fuesen nuestros seremos nación y podremos tener desarrollo sobre bases sociales sólidas.
Es cierto que existe también otra razón poderosa para que los padres peruanos hayan dejado de contarles a sus hijos la tragedia que, por 12 años, asoló el país. Hay cosas que es más llevadero poner debajo de la alfombra. Es decir, puede que lo que nos ha pasado sea aquello de lo que hablaba Sor Juana Inés de la Cruz: “Que este no acordarme no es olvido sino una negación de la memoria”. Sería humanamente comprensible que hayamos escogido negar la memoria para dejar atrás el sufrimiento. Pero sepamos que hay un precio y ya lo estamos pagando. Ahí está el Movadef pretendiendo ingresar a la arena política al tiempo que niega la carnicería que perpetraron estos autodeclarados amantes de la humanidad que despellejaban sin ascos a los hombres y mujeres de carne y hueso. Ya dicen los psicoanalistas que los episodios traumáticos que no se procesan bien vuelven luego para perseguirnos.
El Estado es quien tiene la responsabilidad más obvia para evitar este innegable olvido. El Estado, cuyo Ministerio de Educación permite que niños confundan una protesta contra el abuso animal con una foto de perros colgados en postes por senderistas. Ese Estado que no debe ni puede fracasar en lograr el fin de la pobreza, el caldo de cultivo del terrorismo.
El sector privado, por su parte, tendría mucho que aprender de cómo sus pares en otras naciones se han involucrado en mantener viva la memoria colectiva de las tragedias nacionales. Por ejemplo, salvando las distancias, en el caso del Holocausto.
Por respeto a las víctimas y para que no nos vuelva a pasar, los peruanos tenemos el deber de la memoria. Después de todo, pese a lo mucho que hemos avanzado, en el 92 se acabaron las bombas, pero no los problemas que las engendraron.
    Diego Caceres Cardoza (diegokaiser)
    Cuando terminó la 2da guerra mundial, alguien dijo, hay que tomar todas las fotos posibles (de los campos de concentración), porque puede haber quien diga que nunca pasó. No podemos olvidar el daño que nos hizo el terrorismo para nunca volver a caer en eso, ya ven el daño que hace a la población.
    25 de enero del 2012 11:06
    edwin polo kimura (politokimura)
    LASTIMA QUE EL GOBIERNO QUE CASI ACABO CON EL TERRORISMO ACABO CORRUPTO PERO ES DEBER DE NOSOTROS NO OLVIDAR ESE PASADO QUE COSTO MUCHO EN VIDAS Y EN DAÑOS MATERIALES NECESITAMOS QUE EL GOBIERNO SEA FUERTE Y NO SE PERMITA QUE ESOS ASESINOS REGRESEN COMO SI NADA HUBIESE PASADO O COMO VICTIMAS.
    25 de enero del 2012 11:00
    RAUL RIV (desratizador)
    EL TERRORISMO FUE SANGUINARIO SUMADO LAS FUERZAS DEL ORDEN-A RIO REVUELTO GANANCIA DE PESCADORES- . LA CORRUPCION DEL GOBIERNO APRISTA QUE DESPLUMO AL PERU HASTA DEJARLO EN LA MISERIA SIN PRECEDENTES Y LA ESTOCADA FINAL DEL FUJIMORISMO. NO OLVIDAR! HIPOCRITAS!
    25 de enero del 2012 10:39
    Jonatan dm (jdiazm)
    La culpa del olvido es exclusivamente de los Caviares y dela CVR.
    25 de enero del 2012 09:34
    Miguel Martinez (miguel1727)
    soy del 84 y mis padres me contaron tambien de los cochesbombas, era un miedo total, no se podia salir de casa por miedo a los terroristas y toques de queda que habian... no olvidemos todo lo que nos sucedio antes!!!
    25 de enero del 2012 09:12
    David HDS (yalfinal)
    Yo pregunto ¿y qué hacen o hicieron los medios para mantener vivo ese recuerdo en la mente de la gente y así no se volviera a repetir? Ahora lo hacen claro, por el tema del Movadef pero, y antes qué tanto hacían?? en lugar de poner tanta porquería en TV o en la web debieron hacer algo más!
    25 de enero del 2012 09:04
    José Del Más Carhuayo (josemc90)
    Creo también que el Lugar de la Memoria, debería estar en Lucanamarca y en el mismo Ayacucho, ps ahí fue donde se vivió esa barbarie. Es a esos jóvenes que tb se les debe recordar lo que pasaron sus padres, ps muchos que quedaron en la orfandad pueden ser fácilmente reclutados.
    25 de enero del 2012 08:29
    Natasha Ivanovish (abajopopulismo4)
    Mi madre preferia no hablar del tema a los nietos. Decia: Para que? No quiero que crezcan traumatizados. Era la negacion del dolor. La consequencia es el modavef (otra vez seduciendo jovenes). El Museo de la Memoria se hace urgente!
    25 de enero del 2012 08:27
    José Del Más Carhuayo (josemc90)
    Estas universidades privadas nuevas, tb deberían enseñar todo ello, sea cual sea la carrera. Ps creo que en el colegio, para un escolar sería complicado entenderlo, ps SL parte de una ideología fundamentalista adaptada por Gonzalo.
    25 de enero del 2012 08:27
    José Del Más Carhuayo (josemc90)
    Este hecho del MOVADEF nos ha restregado en la cara lo fragmentado que está el país, a pesar de la facilidad de información que se cuenta hoy. El acceso al CVR es fácil, pero el desinterés natural que hay en este tema es alarmante Las universidades tb deben jugar un rol más importante y las privadas
    25 de enero del 2012 08:24
    Ilián Susan Gutiérrez (iliang)
    Soy del '88 pero recuerdo claramente los cochebombas q siempre volaban las torres de alta tensión cerca a mi casa. Mis padres siempre me contaron lo q tuvieron que pasar en esos años...solo puedo imaginar su angustia. Mi madre muy triste me dijo lo mismo: si no lo cuentan es porque qieren olvidar
    25 de enero del 2012 07:54

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