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jueves, 19 de enero de 2012


(Editorial) La Gran Continuación

El señor Chehade se sirvió de los votos de la bancada oficialista para mantener su propia inmunidad parlamentaria. Así fue como “La Gran Transformación” se convirtió en la Gran Continuación.
Jueves 19 de enero de 2012 - 07:00 am6 comentarios
Si una bandera portó el presidente Humala en la segunda vuelta que terminó por llevarlo a Palacio, esta fue la de la lucha contra la corrupción. “La economía –decían sus propagandistas– no lo es todo”, aludiendo a los grandes logros en materia económica y no menores atropellos en temas de honestidad, derechos humanos y respeto por la ley, que exhibía el currículo del fujimorismo. Es cierto que lo decían sin reparar en cómo el propio pasado del entonces candidato planteaba severas dudas respecto de los dos últimos temas, pero es asimismo indiscutible que acertaban en el principio: las sociedades no necesitamos solo autoridades que permitan el crecimiento, necesitamos también autoridades que podamos respetar.
Hubiese sido bueno que el presidente recordase esto antes de permitir que su partido proteja de investigación judicial a quien ha protagonizado uno de los escándalos de mercantilismo más burdos de los últimos años. Sobre todo considerando que los escándalos comenzaron incluso antes de su toma de mando, con el viaje de representación-pública/negocios-privados de su hermano Alexis a Rusia, y que han continuado luego por medio de sus congresistas, entre otros, con una constancia preocupante.
Si a lo anterior agregamos todas las suspicacias que puede despertar el recordar que quien ayer fue protegido por la bancada del presidente lo había asesorado como abogado en casos tan poco aclarados como el de Madre Mía y el ‘andahuaylazo’, se ve que el partido de Gobierno también ha dejado pasar la oportunidad perfecta para que el señor Humala deslinde dos de los episodios más controversiales atribuidos a su pasado. En cambio, se ha optado por dar pie a que muchos se pregunten por qué es tan difícil enderezar a los subordinados que no caminan derecho.
Ha sido de igual modo notable, por otro lado, la forma en que enfrentaron este tema algunos parlamentarios que suelen hablar de decencia. Por ejemplo, el señor Diez Canseco, que se excusó de votar por un problema en su tobillo. O el señor Yehude Simon, quien, definiendo la votación, optó por sumarse a la enclenque excusa que usó Gana Perú: que no habría “indicios suficientes” de que el señor Chehade hubiera cometido el delito de patrocinio ilegal como para ameritar una investigación judicial.
Lo que requiere el tipo penal del “patrocinio ilegal” es que “un servidor público”, valiéndose de su calidad de tal, favorezca “intereses de particulares ante la administración pública”. ¿No era el señor Chehade servidor público? ¿No usó su calidad de tal para convocar a los generales? ¿No eran estos generales funcionarios públicos? ¿El interés del hermano del señor Chehade y de su amigo por desalojar Andahuasi no era privado? ¿No favorecía a este interés privado que el señor Chehade usase su encumbrada posición pública para juntar a quienes tenían este interés con los generales que podían satisfacerlo? ¿Qué consideraría el señor Simon “suficiente” para merecer una investigación judicial?
Ayer, el señor Chehade, autor del proyecto de ley para eliminar la inmunidad parlamentaria, se sirvió de los votos de la bancada oficialista para mantener su propia inmunidad parlamentaria y evitar ser investigado por el Poder Judicial. Así fue como “La Gran Transformación” se convirtió en la Gran Continuación.
    LUIS LUCAS (lufain)
    En pocas palabras....Gana Peru...no hace la diferencia, es mas de lo mismo
    19 de enero del 2012 10:15
    Sandra Ramos Macedo (shannita)
    Q verguenza! pero no me sorprende. Es la gran continuación de la CORRUPCIÓN
    19 de enero del 2012 10:10
    Mario López Sotelo (saifores)
    Gran Editorial, claro en ideas, directo, sin rodeos, sin medias tintas ni ambiguedades, llamando a las cosas por su nombre, es así como debemos expresar las ideas en el Perú. Totalmente de acuerdo,la catadura moral de los que ahora nos gobiernan es tan dudosa como su capacidad de gobernarnos.
    19 de enero del 2012 10:08
    lucero gomez casas (lugoca)
    Ollanta venía haciendo un buen papel, pero ahora vemos la realidad, es un cogobierno con la corrupción, y los procu2radores ad hoc solo sirven para perseguir a los enemigos del gobierno, deben desaparecer estos sicarios jurídicos y encargarse los casos a los procuradores generales como era antes.
    19 de enero del 2012 09:44
    Andres Quevedo Bedoya (queved0)
    La política es un juuego de intereses y no de valores.
    19 de enero del 2012 09:36
    Adrian Vi (windowser)
    Ya no existe La Gran Transformación ni la Lucha Contra la Corrupción, eso sólo fue una plataforma de lucha para llegar al poder, ahora estando en el poder eso quedó en la esquina del pasado. Si se hiciera una radiografía al interior del gobierno se verían muchas conchinadas que no se dan a conocer.
    19 de enero del 2012 08:38

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