Buscar este blog

jueves, 5 de julio de 2012


Significado de los sucesos de Cajamarca, la detención y pronta libertad del dirigente del partido político Tierra y Libertad.
La muerte hasta hoy de cinco personas en la Provincia de Celendín, Hualgayoc   así como una cantidad de heridos  civiles,  militares y policías, sumada a la detención de Marco Arana, presidente del partido político de Tierra y Libertad uno de los promotores del movimiento anti minero, marca el punto más alto (punto de no retorno) de la agudización de un conflicto que desnuda un manejo irresponsable de los involucrados en este drama.
Nos revela la incapacidad del sistema de inteligencia estratégica del Estado al no avizorar la implicancias  para el gobierno que tendría este particular caso en el escenario político nacional e internacional  al no prever las acciones adecuadas para evitar las consecuencias  notoriamente previsible desde hace meses; es decir; desde su primera manifestación en Andahuaylas, seguidos de los episodios de Espinar, revelaba que cada día que pasaba era un paso más hacia el conflicto ya que Conga se presentaba como el Estandarte de la protesta anti minera cuya disputa era el nuevo campo de batalla social de este gobierno que tubo ya una primera víctima: el Gabinete Lerner.
Nos revela el enorme error de “senderizar la protesta antiminera”, error de definición del tipo de adversario al que se enfrentaban, que les llevo a cometer el mismo enorme error en la estrategia para combatirlo, llevando a la opinión pública y a algunos medios de comunicación a “pelearse contra molinos de vientos” o inexistente enemigos, cuando la supuesta amenaza no era otra que el reclamo de la población que demandaba información adecuada del grado de impacto ambiental sobre la tierra, sus animales, el agua y la vida de sus comunidades que le infringirían estos proyectos ya que la única información que recibían era por parte de los anti mineros. Errores que los llevo a no  trabajar política y socialmente con las comunidades, independientemente de la línea política de oposición de los líderes locales y regionales.    
Desnuda el rol abusivo de la inversión minera en el país la que viene desde la conquista española mediante la extracción de metales preciosos indiscriminado sin ningún respeto por el campesino, trato repetitivo durante el siglo XX y sobre todo los últimos 20 años, en un desprecio absoluto por tratar de trabajar en armonía con las comunidades en una relación de respeto y mejor trato con estas poblaciones que paradójicamente son la de mayor pobreza extrema del país. Nos revela también el poco compromiso de los empresarios mineros quienes  pese a tener contratos leyes lesivos para los interese del Estado y de las comunidades, supuestamente obtenidos en forma corrupta no asuman patrióticamente una conducta proactiva en provecho de la solución dejando al Gobierno solo en la solución bajo el supuesto  que esta obligado garantizar la inversión privada como tarea del Estado.
Desnuda la perdida de respeto a la autoridad y a las fuerzas de seguridad del estado, motivada por la campaña de descredito desarrollado desde la caída del régimen fujimorista en la consabida idea que había que castigarlas por el supuesto cogobierno con el régimen fujimorista, desconociendo el funcionamiento de las mismas cuya responsabilidad de sus comandos se judicializo y sentencio, campaña que caló hondamente en la población que le ha perdido el total respeto y que aprovecha estos eventos para protestar violentamente entre otras cosas para vengar los actos de corrupción en las que muchas veces se ven envueltos en su relación comunidad policía nacional.
Desnuda el triunfo de las organizaciones políticas de extrema izquierda que diariamente atizaban la protesta para “agudizar las denominadas contradicciones” y en una nueva relación generar su aceptación revelándose como sus defensores del abuso de la empresa privada y de la corrupción del estado en la cabeza de sus autoridades, a quienes se les responsabilizo de los supuestos atropellos.
Desnuda que el primer acto de conspiración contra la inversión minera del proyecto Conga fue justamente articulado desde el propio estado cuando ilusamente pusieron de vice a un funcionario que pertenecía a tierra y libertad principal partido político que se opone a la inversión deslizando a la prensa las supuestas irregularidades en el estudio de impacto ambiental del proyecto conga, dinamitando su solución.  
Desnuda la falta de propuesta de quienes promueven la campaña anti minera de no presentar un proyecto sostenido y sustentable que beneficie al país y a la población, intención antipatriota que tiene solo  como propósito fines electoreros que lamentablemente no resuelven el conflicto.
Frente a todo ello ¿Qué Hacer?
Como lo que está en juego es la “Credibilidad de las Autoridades y del Proyecto” , planteamos la creación de una Comisión Política proponiendo como Cabeza de esta comisión a Monseñor Bambaren o al Embajador Javier Pérez de Cuellar, conjuntamente con los representantes de los ministerios comprometidos, las comunidades y autoridades locales y regionales y representantes de las empresas mineras y  los profesionales adecuados que entiendan el problema con capacidad de articular propuestas viables a las comunidades y al Estado Peruano.
Wilson Barrantes Mendoza                                                                                  General de Brigada

PARA SU ANÁLISIS Y EVALUACIÓN