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sábado, 22 de septiembre de 2012

¿Senderismo, Narcotráfico o Narcoterrorismo? Autor: General de Brigada Wilson Barrantes Mendoza


¿Senderismo, Narcotráfico o Narcoterrorismo?
Autor: General de Brigada Wilson Barrantes Mendoza
Las discusiones de líderes de opinión Agencias de Inteligencia del Estado así como de la Fuerza Armada y del Ministerio del Interior, por definir con claridad y objetividad el nombre de la real amenaza que  enfrentemos, proveniente del problema mayor del Estado que es el narcotráfico, nos lleva a revisar la Historia y hacer algunas precisiones. En primer lugar tenemos que definir que el fenómeno político que enfrentamos en la década del 80  fue una Guerra Interna en el marco de la Guerra Contrarrevolucionaria a dos organizaciones la denominadas: Organización Terrorista sendero luminoso y la Organización Terrorista Túpac Amaru, que buscaban la captura del poder y terminaron con sus líderes máximos en prisión  hasta el año 1999, que con la captura de Ramírez Durand (a) Feliciano donde  se pone fin a esta primera etapa y nace  o surge el Militarizado Partico Comunista del Perú Marxista Leninista, Maoísta, al frente de los hermanos Quispe Palomino quienes reniegan del Pensamiento Gonzalo y se escinden  de Sendero Luminoso.
Curiosamente mientras el Estado enfrentaba la crisis generada por el cambio de administración fujimorista por la Transición de Paniagua y  posteriormente la de Alejandro Toledo, el país se polarizo, de esta manera, todos contra lo que significaba Fujimori, sus logros políticos e indudablemente su Fuerza Armada a quien se le consideraba equivocadamente su principal instrumento de gobierno desconociendo que sus mando en esta materia actuaron y actúan al margen de la decisiones de sus subordinados, frente a todo ello se logró la conformación de la Comisión de la Verdad y Reconciliación, desarticulación del sistema judicial antiterrorista, repliegue de bases contrasubversivas, reducción presupuestal a las Fuerzas Armadas, abandono de los comités de autodefensa, flexibilización del sistema penitenciario, la judicialización abusiva de los militares y una campaña mediática para acusar a las Fuerzas Armadas de supuestos actos de corrupción que pudiendo ser cierto, no es lo único corrupto del Perú de ayer y el de hoy, evidenciando que de esta manera se escondía oscuros intereses de los verdaderos corruptos que por desgracia no han sido tocados ni con el pétalo de una rosa y que no valoraban el trabajo político del Estado contra el terrorismo y menos la participación de la Fuerza Armada en este logro.
Esta situación de indiferencia genero dos grandes problemas el primero que muchos sentenciados por terrorismo alrededor de 4,700 se encuentren en libertad y que de aquí en un máximo de 3 a 5 años estarán casi la totalidad libres, logro político significativo que los ha llevado a plantear un proyecto político  denominado MOVADEF (movimiento en defensa de los derechos fundamentales) y un frente político en el principal gremio del profesores del país: el de la Educación denominado SUTEP CONARE y con ambos iniciar una campaña que intenta demostrar que han abandonado la lucha armada para lograr ingresar al sistema democrática, gracias a la debilidad de los partidos políticos que no han realizado una labor efectiva en los sindicatos, frentes estudiantiles, comités distritales, provinciales, regionales y nacionales que no han sido capaces de confrontarlos  políticamente agravándose hoy en día porque sus principales líderes están próximos a salir en  libertad, lo que les causa pánico, los llena de miedo y nos quieren vender el “cuco” del resurgimiento del terrorismo  lo que es totalmente falso, sus miedos, su mezquindad política y su miseria les golpea las orejas  por no haber actuado maduramente y probablemente en estas elecciones regionales así como en las presidenciales van a ser testigos de su derrota política y desaparición del escenario nacional reduciéndose a simples insectos políticas sin un claro futuro auspicioso en las próximas décadas. 
Ósea viene el “Cuco” pero  no como en el pasado con torres de alta tensión derribadas, asesinatos selectivos y sistemáticos, violencia política, todo lo contrario, lucha política que los partidos políticos casi la totalidad abandonaron y nos quieren mediáticamente asustar, lo cual la población no cree. Una cosa es no olvidar la historia para no repetirla, y otra es la tarea que deben cumplir tanto los órganos de inteligencia  de perfeccionar sus parámetros pentagonizados para analizar el fenómeno de la guerra interna, así como los medios de comunicación que tiene que repensar sus códigos informativos, de acuerdo a la realidad concreta.      
Otro fenómeno que se benefició de esta mezquindad política es el narcotráfico que se ha convertido en la real y autentica amenaza para el Estado y el mundo ya que de 38,700 hectáreas de cultivo de hoja de coca al año 1999, hoy en día estamos sobre la base de 66,000 hectáreas cultivadas,  así como un incremento de cultivos de amapola y marihuana, convirtiéndonos en este momento en el principal exportador de Clorhidrato de Cocaína  del mundo  y proveedor de amapola y marihuana, con un incremento del consumo interno y una creciente incremento de la violencia que deviene de esta lacra como es el sicariato, inseguridad ciudadana, problemas de corrupción y lavado de activos, lo que es  tanto más grave que la violencia terrorista de las décadas pasadas y que de no adoptarse medidas reales y firmes, nos puede llevar a convertirnos en un Narco Estado. Es necesario precisar que a partir del año 1999 el denominado “Militarizado Partido Comunista, Marxista, Leninista, Maoísta”, aprovechando la experiencia de la guerra subversiva de sus cuadros que quedaron abandonados y a la deriva, hoy reestructurados en torno a esta nueva visión se han convertidos en el principal protector del narcotráfico en la zona y además sobre la base de las 200 hectáreas de cultivos propio,  se ha convertido en una firma importante del narcotráfico siendo el principal responsable en la zona de las acciones armadas  contra el Estado. Esta simbiosis con el narcotráfico configura el delito denominado NARCOTERRORISMO por lo que se sugiere, en vista de que la Fuerza Armada son necesarias en esta etapa para destruir el aparato militar de esa amenaza se las debe proveer de un marco legal para salvaguardar jurídicamente su integridad como institución. 
Frente a esta realidad concreta solo cabe una visión homogénea combatir el narcoterrorismo en el VRAEM y trabajar políticamente para que el Estado con Políticas Públicas integrales que marque la diferencia frente a cualquier propuesta política radical y de otro lado los partidos políticos asuman su responsabilidad de trabajar desde el nivel más bajo hasta el nivel nacional dando frontalmente la batalla política en todos los frentes sin repetir conductas de indiferencia del pasado que nos llevaron a épocas de oscurantismo que no deben repetirse.