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viernes, 21 de octubre de 2011

Ollanta triste por herencia aprista de auge de la droga

Según la DEA el Perú pasó a Colombia como primer productor mundial de cocaína. "
 
Gobierno hace esfuerzos para acabar con las drogas.
Mientras el presidenteOllanta Humalarecibió ayer con cautela un informe de la Agencia AntiDrogas deEstados Unidos (DEA) según el cual el Perúsuperó aColombia en la producción de cocaínapura, dos especialistas dijeron que el aumento se debe al abandono de la lucha antiDrogas por los últimos gobiernos, especialmente el reciente de Alan García.
Humala dijo que debe entristecer a nuestros connacionales el reciente anuncio de la agencia antinarcóticos de Estados Unidos (DEA) que señala al Perú como el primer productor mundial decocaína pura y dan cuenta de la creciente presencia de “carteles” de la droga mexicanos en el país. 

“De ser cierto, es algo de lo que no hay que sentirse orgulloso”, anotó al tiempo de recordar que en el Perú ya hay también un problema de consumo de estupefacientes.

Informó que, ante ese panorama, su administración está realizando una serie de acciones preventivas y operativas en las zonas productoras de cocaína.

“Estas acciones están dando una serie de resultados (positivos), como son la incautación de pasta básica de cocaína, de la que se ha superado la tonelada. (También) de insumos químicos. Y, además, estamos trabajando un plan de desarrollo de las zonas del VRAE y el Alto Huallaga”, puntualizó el mandatario.

“Es importante realizar políticas de desarrollo alternativo para que nuestra población rural encuentre, en el cultivo alternativo, una forma de vida distinta a estar involucrados en una economía, muchas veces ilegal e informal”, puntualizó.

ABANDONORubén Vargas sostuvo que el supuesto incremento es consecuencia lógica de ese abandono y del escaso apoyo a la Policía y a las otras instituciones involucradas.

“García no hizo básicamente nada, no le interesó defender la ley de insumos químicos, en su gobierno se rebajó los niveles de investigación y no se capturó a ningún narcotraficante importante”, dijo Vargas. 

El especialista refirió que “la lucha contra el narcotráfico fue el más grande fracaso del último gobierno de García” y explicó que la presencia de carteles mexicanos de la droga en el país, señalada por la DEA, data de 1999 y se debe a la lucha efectiva del Estado Colombiano contra los grupos mafiosos que tenían controlado el mercado de la droga en ese país. 

“A finales del gobierno de Fujimori comienza a penetrar en nuestro país la mafia mexicana, debido a la desarticulación de grupos Colombianos, y Toledo trató de contrarrestarlo con el modelo San Martín y creando organismos para investigar el lavado de activos e incluso se capturó al final de su gobierno a Fernando Zevallos”, indicó.

Señaló que, sin embargo, posteriormente el régimen de García “no hizo nada y la producción se incrementó exponencialmente”. 


Henry CamposRedacción 


 

 
HISTORIA REAL
 
Un aspecto nunca divulgado en la historia de la Batalla del Río de la Plata. La verdadera razón por la que el capitán alemán nunca pudo reparar el acorazado en Montevideo y fue cercado por la Armada británica.

"Ponga usted el precio", dijo el capitán Hans Langsdorff en un perfecto
francés y colocó sobre el escritorio de su interlocutor un cartapacio de
cuero abierto, en cuyo interior se veía un cheque en blanco.

"De ninguna manera, en mi empresa no repararemos su barco", respondió enfático Alberto Voulminot, también en francés, el idioma de sus ancestros.
"Véndame entonces, los materiales que necesito", pidió Langsdorff, vestido  con su impecable uniforme blanco y haciendo gala de sus refinados modales.

"Capitán, es inútil, esta empresa no sólo no reparará al Graf Spee, sino que tampoco le venderá ni un solo elemento de los que está usted precisando", respondió. "Ponga usted el precio, pida lo que quiera, no hay límite", insistió el marino alemán y con su mano derecha le señaló el cheque que minutos antes había colocado sobre la mesa del empresario uruguayo.
"No es cuestión de precio, ni de dinero, sino de dignidad", expresó cortante Voulminot. "Señor, ¿usted sabe que yo tengo, en mi barco, armamento y fuerza suficiente para volar la ciudad de Montevideo?".

"Claro que lo sé capitán. Pero también sé que usted es un caballero y que no lo hará".  Voulminot se levantó de su silla y dio por terminada la reunión. Tomó el cartapacio, se lo entregó a Langsdorff y lo acompañó hasta la puerta de su empresa, por entonces ubicada en Rondeau y Nicaragua.

Palabras más, palabras menos este diálogo se produjo el 15 de diciembre de 1939, en horas de la tarde, en la oficina del dique Regusci y Voulminot Desde hacía unos días, Montevideo se había convertido en epicentro de la Segunda Guerra Mundial, luego que el buque de guerra de la Armada alemana del Tercer Reich Admiral Graf Spee se enfrentó a los navíos de la Marina Británica Ayax, Achilles y Exeter, en lo que se denominó la Batalla del Río de la Plata. En el enfrentamiento, el Graf Spee sufrió importantes daños que le impedían navegar en alta mar, además de perder 37 tripulantes.

Luego de la reunión con el capitán Langsdorff, Alberto Voulminot ordenó
redoblar la guardia del depósito del dique, temiendo que por la noche los
alemanes intentaran robar los materiales que el Graf Spee necesitaba. Desde entonces y hasta la partida del acorazado alemán, Carlos Alberto Voulminot, armado con un revólver y acompañado por el personal de la compañía, también armado, se mantuvieron custodiando la empresa.

Hay historias que la Historia no recoge. Los franceses la llaman le petite
histoire. Ese es el caso del Graf Spee, de cuyo hundimiento en la costa de
Montevideo se cumplen hoy 70 años. Las verdaderas razones por las que no fue reparado en Montevideo no figuran en los libros. Contrariamente a lo que hasta ahora hemos sabido, no fueron las presiones ejercidas por el gobierno británico a través de su embajador Eugen Millington Drake ante las autoridades uruguayas, las que impidieron que el barco alemán pudiera ser reparado. Sin dudas que esas presiones existieron. Y que se tradujeron en que Uruguay, entonces neutral, conminara al Graf Spee a abandonar el puerto en pocas horas.
Pero para saber las verdaderas causas de porqué el dique uruguayo que tenía las posibilidades de realizar las reparaciones que necesitaba el Graf Spee se negó a hacerlas, hay que remontarse a 1870, cuando en medio de su proceso de unificación, Alemania invadió a Alsacia y en la pequeña localidad de Colmar, hoy territorio francés, el ejército germánico asesinó al padre de Albert Adolf Voulminot Sutter.
Fue la primera víctima de aquella guerra que costaría muchas vidas más. Con una gran tumba esculpida por Fréderic Bartholdi (el mismo que construyó la Estatua de la Libertad de Nueva York) es recordado hoy como un héroe Voulminot en Colmar. Su hijo, por entonces un niño, emigró con algunos de los familiares que sobrevivieron a la masacre de Alsacia al Río de la Plata.
Primero se afincó en Buenos Aires donde se dedicó al negocio cervecero y 
años más tarde en Montevideo, donde fundó el dique.
En 1939, si bien Voulminot Sutter aún vivía, quienes estaban al frente de la empresa eran su hijo Alberto Voulminot, su nieto Carlos Alberto Voulminot Bonomi, entonces un joven estudiante de Ingeniería, y el ingeniero Armando Regusci; nieto del otro fundador de la compañía.

Cuentan que al escuchar la explosión que retumbó en todo Montevideo en el anochecer del 20 de diciembre de 1939, cuando Hans Langsdorff dinamitó su barco a poca distancia de la costa uruguaya, Albert Adolf Voulminot Sutter comentó: "la historia tiene sus vueltas". La vida le había dado la posibilidad de presenciar cómo su hijo, un nieto de la primera víctima alemana de la invasión a Alsacia, 70 años después, le había asestado la primera gran derrota a los nazis.

Este relato fue posible armarlo gracias al testimonio brindado por una
testigo directa de aquellos episodios: la señora Elvira Iglesias de
Voulminot
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