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martes, 21 de septiembre de 2010

UN PUNTO DE VISTA DIFERENTE NUEVO ORDEN MUNDIAL


NUEVO ORDEN MUNDIAL
Darío Botero Pérez

 “Se quiera o no, tendremos un gobierno mundial”   James Paul Warburg

La implementación política de la idea es de los potentados reunidos en el club Bilderberg. 

Son herederos de los esfuerzos de los genocidas interesados en reducir la especie humana en cantidad y calidad, que hallan sustento teórico en la Escuela de Frankfurt: Adorno, Wells, Huxley, Russel... (“Primero empezaron Edward Berneys y Walter Lippmann. Luego, Gallup y Yankelovich. Más tarde, Rees y Adorno, Aldous Huxley y H. G. Wells, Emery y Trist…” Daniel Estulin, citado por Fidel Castro en su reflexión sobre El gobierno mundial, publicada el 17 Agosto 2010 en Cubadebate -http://www.cubadebate.cu)
 Se trata de famosos y respetados intelectuales, con amplias capacidades para fantasear y concebir mundos opresivos. 
 Su oprobiosa formulación debería servir para prepararnos a defender nuestra dignidad individual y nuestros fueros como personas, si aspiramos a no vivir en esas cárceles y nos negamos a que ese sea el futuro de nuestros descendientes.

Más que cómo una maldición inevitable, podemos considerar sus designios como retos para las mayorías oprimidas que aún no han renunciado a su dignidad y no reconocen que los potentados sean superiores o tengan derecho a seguir destruyendo el mundo y esclavizando a la Humanidad.
Actualmente estamos viviendo el enfrentamiento definitivo para imponer ese gobierno mundial totalitario y elitista, que les asigna a las mayorías –una vez diezmadas- el papel de zombis al servicio de los decrépitos inescrupulosos.
 Por tanto, si nos descuidamos los decrépitos se saldrán con la suya y la vida no tendrá futuro.

Por fortuna, ya perdieron la fuerza conspirativa del secreto, porque sus estrategias han salido a la luz pública antes de que hubiesen consolidado sus perversos e indeclinables planes.
 De esta manera, contamos con la ventaja que da el postulado de que “guerra avisada no mata soldado”.
 Confiemos en que no seamos soldados muertos o totalmente embrutecidos, de modo que el conocimiento de los macabros planes - siempre sospechados por los seres libres pero, ahora, puestos en evidencia ante la opinión pública mundial, con testimonios y pruebas irrefutables-, nos sirva para entender la condición de enemigos declarados de la Humanidad que son los potentados, empeñados en garantizarse una superioridad que sólo es tal en términos de corrupción, maldad, falta de escrúpulos y de sentimientos decentes.

Se destacan por su capacidad destructora y su personal vileza moral.
  El designio de desatar la guerra es determinante para que los enemigos comunes triunfen, si logran sacar adelante sus planes.  O para que reciban los castigos que merecen y pierdan su vigencia con la Historia que les permitió florecer con el crimen.
 Depende de que encuentren gente corriente, despojada de poder personal pero dispuesta a seguir matando a sus hermanos, anulándose a sí mismos como individuos para beneficiar a sus enemigos (que lo son de todos y hasta de la Naturaleza, que ya no los soporta). 
 O sea, sin elementos del pueblo resueltos a traicionarlo, el poder de los decrépitos desaparece, pues individualmente son tan insignificantes como cualquiera (quizás hasta más porque siempre han vivido como parásitos).

 Para salir victoriosos requieren la asistencia de quienes realmente dominan esos inventos y descubrimientos capaces de acabar con el Mundo o de reparar los enormes daños causados por los potentados y que quieren llevar a extremos apocalípticos.
 En manos de los científicos y el personal operativo, gente del pueblo en su mayoría, está el futuro común.  Es de esperar que no piensen como los potentados resueltos al exterminio; que amen la Vida y respeten sus expresiones en vez de esmerarse en extinguirlas.
  El desafío es inmenso y trascendental, pues están en trance de diezmar y degenerar a la Humanidad en caso de que triunfen los planes eugenésicos; o sea, de razas superiores.
 Los nazis los impulsaron asesinando gitanos, como los expulsados actualmente de Francia por Sarkozy; y judíos, como los que siguen empeñados en exterminar a los palestinos y desatar la guerra mundial, guiados por lo sionistas y otros potentados, como los del club Bilderberg y los halcones de Washington.  

 Son tan absolutamente asesinos y rotundos enemigos de la Humanidad, que no tienen inconveniente en planear el exterminio de 4.000 millones de seres humanos, y una existencia de esclavos para los sobrevivientes.
 Proceden como si se tratase de un simple asunto administrativo sin mayor trascendencia, dado que las víctimas son consideradas fichas de los sabios superiores encargados de decidir lo que más les conviene.
 Los tiene sin cuidado ese inmenso genocidio, pues se consideran los dueños legítimos de la Vida, de modo que no ven razón para tener en cuenta a las víctimas ni sus sentimientos. 
 De hecho, las consideran el problema.  Y saben que les toca resolverlo aunque algunos sensibleros, indignos de su grandeza, califiquen como cruel e inhumano el método prescrito.
 Más bien, debería complacerlos la disposición a servir que esperan desarrollar y perpetuar en los sobrevivientes a
·el hambre,
·las enfermedades,
·el embrutecimiento,
·la guerra,
·la destrucción del medio ambiente,
·el envenenamiento de los suelos, las aguas y los aires,
·la prolongación del consumo de petróleo y de agro combustibles al tiempo que se ocultan las alternativas limpias, existentes y probadas, capaces de remplazar definitivamente las contaminantes actualmente en uso.

En síntesis, la extinción de tantas especies como les sea posible, y el arrasamiento de la biosfera, acelerado y extendido ampliamente a todos los ambientes, son los grandes objetivos de los potentados para establecer su dominio absoluto mediante el Gobierno Mundial.
 La alternativa es que las mayorías reaccionen, se convenzan del carácter criminal y antihumano de los promotores del Nuevo Orden Mundial, y se dediquen a responder con un proyecto de igual alcance pero absolutamente democrático. 

Ese futuro deseado debe nacer del ejercicio de la soberanía personal de cada ser humano en vez de surgir de los designios de los enemigos comunes, totalmente degenerados y empeñados en extinguir la Vida. 
Aunque los planes de los potentados criminales van muy avanzados en el desafío definitivo que enfrentamos, también es cierto que la difusión de la verdad los pone en alto riesgo de sufrir los castigos que se merecen. 
 Recibirán su merecido si sus engaños no prosperan porque las generaciones actuales demuestran que son dignas y sus miembros no admiten ser “mantenidos en estado de letargo e intoxicación.

Es de esperarse que las personas honestas e inquietas, ajenas a los potentados  -a las que no les gusta ser engañadas y no tragan entero; que verifican los hechos y las afirmaciones antes de tomarlos por ciertos; que se respetan, en definitiva-, se orienten en la identificación del verdadero desafío de la Humanidad en el presente. 
Y que tengan el valor para luchar, al lado de los demás ejemplares decentes de la especie amenazada, contra las lacras que pretenden ser superiores pero dirigen su vida con metas ruines y fines protervos. 

 A ese propósito aportan el documento adjunto y sus enlaces.  Señalan verdades innegables, capaces de hacernos libres si las tomamos en serio y respondemos con dignidad al desafío de los potentados, denunciándolos,  repudiándolos y combatiéndolos sin cuartel, a toda hora y en todas partes.
 Confío en que les sea de utilidad a los amantes de la verdad que rechacen los planes macabros de quienes se consideran dueños del mundo y amos de las vidas ajenas.
 Paradójicamente, fundados en su maldad se sienten superiores, con mayores méritos que cualquiera ajeno a sus círculos de potentados; más inteligentes; genéticamente más evolucionados, a pesar de sus cerebros de reptiles despiadados, propios de sicópatas.

 En definitiva, el nuevo orden mundial surgirá de todos modos.  Será fruto de los potentados o de sus víctimas, pero es inevitable. 
 Si nos adelantamos, es posible que ese Gobierno Mundial surja del ejercicio de la democracia directa por todos los seres humanos dignos, que es de esperar que sean la mayoría.
 En consecuencia, será fácil vencer a los potentados e impedir su macabro proyecto de Gobierno Mundial plutócrata. 
 La condición es que las mayorías despierten, se sacudan las ideas que les han inculcado los potentados, y se expresen de acuerdo a sus propias conciencias, como seres autónomos y únicos.

A cada uno le corresponde tomar partido, pues la indiferencia alimenta la causa de los enemigos comunes; significa apoyar sus planes de destrucción.

 ¡No lo olvides!  Construir un Gobierno Mundial Democrático también depende de ti.

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