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domingo, 31 de octubre de 2010

Salida al mar para Bolivia


En reciente columna editorial señalábamos que si bien, por propia iniciativa, Perú donó a Bolivia un territorio en la costa de la región Moquegua –llamado Boliviamar–, el vecino país no ha sabido reconocer –con la debida cortesía y aprecio– aquel generoso gesto de nuestra nación. Celebramos que lo haya hecho ahora que se ha ampliado la zona e introducido nuevas facilidades que la hacen más atractiva y operativa por parte de Bolivia. Sin embargo, ésta vez nos preocupa que el gobierno peruano haya ido más allá de lo conveniente para nuestros intereses como Estado soberano que debe cuidar su territorialidad e intereses.
En efecto, existen voces de expertos que han alertado sobre este delicado tema a las que EXPRESO considera que las autoridades políticas necesitan escuchar a los efectos de poner las cosas en su verdadera dimensión, para evitar que más temprano que tarde tengamos una sorpresa naval en el océano territorial que baña las cosas de Boliviamar.
De otro lado, siempre hemos llamado la atención sobre los malos modos que emplea el presidente Evo Morales al momento de referirse a las autoridades y a los valores del Perú. Dijimos –y lo reiteramos– que su pertinaz maltrato a nuestro jefe de Estado, Alan García, es inaceptable; como absolutamente intolerable resultó su enajenada referencia al ilustre escritor peruano Mario Vargas Llosa, de la misma manera que sus constantes actos de intervención en asuntos propios de nuestro país. En ese sentido, señalamos que había que decirle ¡Basta! al mandatario Morales y hacer prevalecer la norma básica de toda convivencia entre personas y gobiernos: respetos guardan respetos.
A raíz de su reciente visita a Ilo lo hemos escuchado referirse a nuestro país con respeto y propiedad y anunciar una nueva etapa en las relaciones. Esperamos que sepa honrar su palabra y que no se trate de una mera actitud de correctismo político por la condescendencia mostrada por el gobierno del Perú.
En este contexto, lo que sí merece ser relevado son las palabras de presidente Alan García, que apuntan destacar la posición peruana frente a la aspiración centenaria de Bolivia de una salida al mar, insistiendo en que el Perú jamás será un obstáculo a cualquier conclusión a la que se llegue en torno a la mediterraneidad de Bolivia en el marco de un diálogo dinámico, porque lo que se quiere es contribuir a el vecino altiplánico algún día pueda recuperar su zona soberana marítima.
Con ese espíritu integracionista, el jefe del Estado peruano llamó a todos los países hermanos de Bolivia a hacer un frente común, teniendo en cuenta que Bolivia y Chile pasan ahora por una buena relación, al decir del propio presidente Sebastián Piñera.
Pero debemos ser cautos y vigilantes. La agenda con Bolivia debe ser concreta y sus resultados evaluables. Así tenemos que en los próximos cuatro meses los principales órganos de gobierno de nuestros dos países deberán definir un mercado común que afiance y proyecte las relaciones de amistad, cooperación e integración. 

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