Chile preocupado por cables diplomáticos sobre Perú

Agencia de Inteligencia sureña se encuentra monitoreando detalles y efectos

La filtración de documentos diplomáticos desde la Embajada de Estados Unidos en Santiago tendría preocupado al gobierno del presidente chileno Sebastián Piñera debido a las referencias que se harían respecto a Perú y Venezuela y las consecuencias que podrían generar en las relaciones con dichos países.

Según la revista sureña Qué Pasa, a La Moneda no le inquietan las repercusiones internas debido a que los archivos alcanzan a febrero de este año, cuando Piñera no asumía el cargo. Sin embargo, son “un tema que sí la inquieta es la relación con los países vecinos y los resquemores que la divulgación podría generar con esas naciones”.

“Los flancos que podrían generar ruido para el gobierno son las desclasificaciones respecto a Perú y Venezuela. Una fuente de inteligencia revela que en el gobierno de (Michelle) Bachelet los nexos entre Santiago y Caracas eran minuciosamente supervisados desde Washington”, agrega.

Es por ello que el martes se realizó el primer “control de daños” de la desclasificación de Wikileaks en una reunión a la que asistieron colaboradores del canciller Alfredo Moreno; el director de la Agencia Nacional de Inteligencia, Gonzalo Yuseff; asesores del ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter; y representantes del Ministerio de Defensa.

En un intento para graficar la dimensión de lo que podría salir a la luz en el caso de Chile, se precisa que Piñera fue alertado de la filtración por una fuente afín a la Casa Blanca en agosto.

“Apenas se conoció la información, se conformó un grupo encargado de hacer un seguimiento a la situación. Se estableció que el tema sería liderado por Cancillería y que en él jugaría un papel importante la ANI. ¿La razón? La actual plana mayor del organismo posee línea directa y cuenta con la confianza de La Moneda”.

En el caso de la ANI, además de su director, Gonzalo Yuseff, “ha jugado un rol clave el jefe de Contrainteligencia de la entidad, Ricardo Neeb (42), quien se ha especializado en adquisición de armamentos, relaciones vecinales y el tema nuclear”.

Actualmente está a cargo de un equipo de 15 personas, que incluye expertos informáticos; especialistas en el mundo árabe y temas islámicos, junto con analistas de política exterior, cuya labor es monitorear los detalles y probables efectos de la megafiltración.