Buscar este blog

lunes, 27 de diciembre de 2010

El espía que cayó del cielo II

OPINIÓN | Lun. 27 dic '10
Autor: Fritz Du Bois
No hay duda de que Julián Assange de Wikileaks es un fuerte contendor para el 'Hombre del año’. Pero lo es, no por haber desnudado la política exterior norteamericana, publicando miles de documentos del Departamento de Estado, sino por haber ratificado la fortaleza que tiene el sistema democrático.

Es innegable que cualquier otro sistema político, ante ese grado de exposición, hubiera entrado en una crisis terminal. ¿Se imaginan el nivel de intervención que contendrían los mensajes de las cancillerías chavistas? ¿O la total oscuridad e impunidad en la que deben de operar los espías rusos o cubanos? Sin embargo, en el caso estadounidense lo que se ha destapado no afecta al gobierno de Obama y menos aun lo ha derribado.

Esta reflexión la hacemos en un proceso electoral en el cual hay aspirantes chavistas y otros que no hablan ni responden como si fueran una reencarnación de Odría. Cabe resaltar que en ninguno de esos casos se podría esperar transparencia o una adecuada rendición de cuentas, que es lo que separa a las democracias exitosas –liberales y representativas– de los gobiernos dictatoriales que siempre terminan en fracaso.

Por otro lado, lo que sí es lamentable es la reacción desesperada de los servicios secretos norteamericanos que, ante su evidente fracaso en proteger la comunicación dentro de su Estado, buscan revancha contra el mensajero y quieren que Assange vaya preso.

En realidad, las acusaciones por violación de las que es objeto no parecen sólidas ya que las relaciones fueron consentidas y el caso se basa en la pérdida durante el acto sexual del preservativo. Es realmente inusitado y desproporcionado que el Sr. Assange tenga que poner una fianza de casi medio millón de dólares por haber perdido un condón. Así que es evidente la complicidad del gobierno británico para extraditarlo y juzgarlo por espionaje en los Estados Unidos.

Si esto último se da, el daño a la credibilidad del sistema democrático sería más bien brutal, cuando lo que se quiere ocultar no son oscuros asesinatos perpetrados por la CIA sino la ineficiencia de los servicios secretos y diplomáticos.

Por ello, quienes más interés deberían mostrar en mantener los destapes de Wikileaks serían los comités legislativos que vigilan la calidad del gasto burocrático ya que dichos servicios no estarían dando un retorno adecuado al dinero que reciben del contribuyente norteamericano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario