Buscar este blog

jueves, 30 de diciembre de 2010

El Fantasma de Almeyda

 Congresista aprista José Vargas denuncia existencia de supuestas cuentas del ex abogado de Alejandro Toledo.
Ver galería
César Almeyda estuvo en prisión por caso del suicidado general Villanueva. En el camino quedaron preguntas.
El congresista aprista José Vargas solicitará esta semana con una moción en la comisión permanente del Parlamento la conformación de una comisión multipartidaria que investigue dos supuestas cuentas abiertas por el ex abogado de Alejandro Toledo, César Almeyda.
La noticia signa un nuevo y delicado momento de la campaña electoral. No es ningún secreto el encono entre Perú Posible y el APRA. Vargas se muestra muy confiado en la información, presuntamente aportada por una fuente del círculo del ex presidente. Pero si la historia se queda sin comprobar, lo más probable es que la candidatura de Toledo se vea beneficiada gracias a un montaje político. Mucho hay en juego.
Vargas se refiere a una cuenta abierta en el Citibank de Berkeley Square en Londres, de número 307085, y otra abierta en el banco LGT de Vaduz, en el Principado de Liechtenstein, con número 1085949620. Aunque los detalles no se incluyen en el texto de la moción, Vargas sostiene que también cuenta con los códigos swift (de transferencia) de las cuentas.
Aunque el año pasado flexibilizó sus leyes sobre secreto bancario, Liechtenstein sigue considerado un paraíso financiero. Hace pocos meses se desató un escándalo cuando la prensa alemana reveló que un empleado del banco vendió al servicio de Inteligencia de ese país un CD con la lista de peces gordos que tienen cuentas allí. Se trata de un banco que maneja grandes fortunas.
Ampliar imagen
Tras salir de San Jorge, el Poder Judicial le permitió viajar de nuevo a partir del año 2008.
La acusación formulada en el texto enviado al Congreso es seria: “cuentas donde posiblemente se haya recibido y transferido aportes gestionados por el señor César Almeyda, comprometido en la recepción de fondos en el gobierno del ex Presidente de la República Alejandro Toledo”.
Almeyda, como se recuerda, pasó más de dos años en la cárcel por el caso del suicidado general montesinista Óscar Villanueva. En el camino quedaron muchas interrogantes y un intento trunco del abogado por acogerse a la colaboración eficaz y revelar presuntos casos de corrupción del régimen (ver recuadro).
–Estamos en un momento electoral y es lógico pensar que en el APRA buscan aprovecharse de este tema. ¿Por qué poner el tema ahora? 
–No importa el momento que sea ahora, esto debe ser investigado. Es una obligación. No porque estemos en campaña electoral existe patente de corso e impunidad de quienes cometieron un delito. ¿Quién pone el dinero? ¿De dónde el señor Almeyda ha conseguido esos recursos? Son hechos que vienen desde el 2002, cuando Alejandro Toledo era Presidente de la República.
–Ha trascendido que está información está también en manos del Ministerio Público, pero no lo han confirmado oficialmente. ¿Qué piensa hacer al respecto? 
–No sé si lo tenga el Ministerio Público, pero vamos a presentar un documento exigiéndole que si no lo está investigando lo haga. Con estos datos es lo que corresponde. Es un caso extrañísimo en el que una persona declara haber sido testigo de un caso de extorsión a una empresa que viene de la Presidencia de la República y no es investigado por el Ministerio Público. No interesa que no se haya acogido a la confesión sincera. Lo mínimo que tiene que hacer la Fiscalía es iniciar la investigación. Estamos hablando de una persona que ha estado en prisión por actos de corrupción.
–¿Cómo van a proceder? 
–Además del Ministerio Público, vamos a pedirle al procurador que cumpla con su trabajo iniciando una investigación. Al Congreso de la República exigir la conformación de una comisión investigadora no solamente para establecer los vínculos con la Fundación Pacha de la señora Karp, sino también el Instituto por el Desarrollo y la Democracia que preside Alejandro Toledo.
–¿Va a proteger el origen de la información? 
–Sí, pero voy a facilitar todos los datos que tenemos.
–El secreto bancario de Almeyda nunca se levantó porque él termina en prisión por el caso del general Villanueva. 
–Lo que pueden haberle dicho es que es preferible irse a la cárcel por ese tema pero escondes el tema mayor. Así se olvidarán de lo otro. Una negociación de esa naturaleza. Pero las cuentas existen. Es cuestión de levantarlas.
–¿Confía plenamente en la veracidad de la información? 
–Absolutamente.
–¿Esto puede haber venido de alguien del círculo de Almeyda, que se resintió con él? 
–Es una hipótesis válida. Caliente, caliente, diría yo.
–¿Cuál es su sospecha? 
–Es presumible que ese dinero se haya conseguido con extorsión a empresas o que provenga del erario nacional. Aunque Almeyda se echara para atrás en la colaboración eficaz él está vinculado con empresas de Eliane Karp. Tiene más de 40 viajes al extranjero desde el 2002 y varios de ellos a Panamá y otros a Holanda para ir después a Liechtenstein. Vuelve a viajar permanentemente desde el 2008, cuando se lo permite el Poder Judicial, por lo que se deduce que sigue manteniendo las cuentas. Son indicios para que el Ministerio Público inicie una investigación y la Procuraduría tome cartas en el asunto, lo mismo que el Congreso de la República. El conjunto de elementos nos lleva a esa tesis. Toledo se viene gastando en la campaña por lo menos dos millones de dólares. La sospecha es que el dinero proviene de estas cuentas. (Entrevista: Enrique Chávez)

Historia de Un Abogado

La odisea de César Almeyda, del caso Villanueva a Bavaria.
La historia de César Almeyda fue, en resumen, la siguiente. Se trataba del cercano abogado personal de Alejandro Toledo, y que en su momento se desempeñó como jefe de Indecopi y la fenecida Central Nacional de Inteligencia, además de integrar el directorio de Petroperú.
Almeyda se vio envuelto en el endeble caso del general montesinista Óscar Villanueva, quien se suicidó en setiembre del 2002. Un año antes, mientras estaba prófugo, había buscado a Almeyda, según éste, para gestionar su colaboración eficaz. Ofrecía a cambio importante y comprometedora información sobre parte del entorno fujimorista.
Almeyda sostuvo que llevó a cabo sus buenos oficios autorizado por el entonces ministro de Justicia, Fernando Olivera. Villanueva se entregó en junio del 2002 y le otorgaron arresto domiciliario. Tres meses después se pegó un tiro en la boca.
Almeyda contó la historia a CARETAS en enero del 2004, cuando arreciaban los rumores sobre la inminente aparición de un audio que registraba una de sus conversaciones con Villanueva, grabado clandestinamente por el propio general. El periodista Beto Ortiz reaccionó desmesuradamente a la publicación de la revista y con el tiempo se estableció que él venía fungiendo de intermediario de la venta del audio que supuestamente recogía prebendas que Almeyda ofrecía ante el Poder Judicial a cambio de dinero.
Cuando al final apareció el famoso audio, resultó que era prácticamente inaudible. Varios peritajes posteriores lo establecieron así. Antes, sin embargo, circularon exactas transcripciones en los tabloides y una supuesta declaración jurada del suicidado Villanueva.
El audio había sido ofertado por Miguel Salas, amigo de la viuda de Villanueva que se hizo conocido como el “agente Sun”, con la ayuda de Ortiz. El tremendo escándalo mediático terminó con Almeyda y Salas en el penal San Jorge. Ortiz se refugió en Miami por algunos años para evitar el mismo destino.

EL CASO BAVARIA

Mientras se desarrollaba esta opereta se daba a conocer otro caso en verdad mucho más preocupante. En marzo del 2004, horas antes de ser detenido, Almeyda dijo a CARETAS que había “visto casos de corrupción en las más altas esferas del poder” (CARETAS 1813). Uno de sus abogados comenzó a trabajar la posibilidad de que se acogiera a la colaboración eficaz para revelar esos detalles. En el camino, Almeyda descartó la opción. La historia de ese proceso fue narrada con detalle en julio del 2004, en CARETAS 1833.
En el camino, en junio del 2004, estalló el caso Bavaria. Hugo Durán, que trabajaba como chofer del “asesor de imagen” de Almeyda, Alberto Farfán, reveló en el diario El Comercio que la empresa Bavaria había pagado una presunta coima a Almeyda de casi US$ 2 millones en diciembre del 2002. El mensajero de Almeyda, según Durán, fue el lobbista Jaime Carbajal. La entonces cervecera colombiana buscaba comprar la mayoría de acciones de Backus, como finalmente sucedió.
Se especuló que las razones de la presunta coima habrían estado en el complejo escenario de la Comisión Nacional Supervisora de Empresas y Valores (Conasev), cuyo directorio permitió a Bavaria hacerse de la cervecera sin una Oferta Pública de Acciones (OPA) en una millonaria operación que no le reportó un céntimo al fisco. Almeyda, siempre según esa versión, habría movido las fichas en la Conasev, que incluyó relevos en el directorio, para permitir la operación.
A su vez, antes que ello se diera a conocer, Almeyda había dicho a CARETAS que el caso por el que podía acogerse a la colaboración eficaz era el “de una operación comercial en la que una empresa fue presionada por el presidente Toledo. Esta empresa era asistida por la ley, pero el Presidente le hizo ver, o creer, que su intervención y la presión que ejerció resultó favoreciéndola. Como resultado se realizó una serie de depósitos”. Todos los involucrados, de Toledo a Bavaria, negaron esas especulaciones.
El registro migratorio de Almeyda al que accedió esta revista arroja, hasta junio último, 94 movimientos. De estos, entre el 2002 y el 2006 hay 9 con destino a Holanda y tres a Panamá. A partir del 2008, cuando le fue permitido judicialmente viajar, hay 5 viajes más a Holanda y dos a Panamá.
Almeyda salió del penal San Jorge en diciembre del 2006, luego de casi 34 meses de reclusión. En junio del año siguiente fue sentenciado a cuatro años de cárcel y se le concedió prisión suspendida.

GUERRA ELECTORAL

La campaña presidencial promete sangre y una guerra sin cuartel. Alejandro Toledo fue uno de los primeros en disparar munición pesada cuando los medios publicaron que él reclamó que el presidente Alan García y los miembros de su gabinete abrieran su secreto bancario tal como él lo hizo en el año 2004.
El ex mandatario aclaró luego a CARETAS que sus palabras habían sido malinterpretadas. Como fuera, el episodio despertó exaltadas reacciones del oficialismo. El canciller José Antonio García Belaunde retrucó que “el ladrón cree que todos son de su condición” y García añadió pocos días después que no iba a abrir sus cuentas porque se lo pidiera “un loquito de la calle”.
Mauricio Mulder declaró el 22 de noviembre en La Primera que “Toledo, que tiene cuentas en Estados Unidos, Londres, Luxemburgo, y que tiene serísimas imputaciones de ser un hombre implicado en casos de corrupción, no tiene ninguna autoridad moral para decirnos que nos levantemos el secreto bancario”.
Toledo pareció aprovechar la conflictiva plataforma para lanzar oficialmente su candidatura a la Presidencia de la República y su olfato político pareció sincronizar con la marea de las preferencias en las encuestas. En promedio saltó más de seis puntos para empatar o superar a Keiko Fujimori, según el sondeo, y ubicarse en muy expectante posición detrás de Luis Castañeda Lossio. Y algunas encuestas ya lo ponen a la cabeza.
Pero todo hace pensar que lo que se ha derramado hasta ahora son apenas gotas de sangre. Quedan casi cuatro meses de campaña con un despliegue de candidaturas que se mueven en el centro que todos quieren conquistar. Además de Toledo y Castañeda ingresó en la lid Mercedes Aráoz, lo que promete mucho más asaltos entre el aprismo y la chakana. El congresista Vargas lo confirma.

No hay comentarios:

Publicar un comentario