Cocaína y marihuana. Ya Han matado a 24 policías y civiles. Actúan desde los años 90 en la sierra de Ayabaca. Tienen el apoyo, bajo amenaza o pago de cupos, de autoridades y policías locales.
César Romero y Ana Véliz.
El cartel de Sinaloa, México, mantiene dos bandas armadas en la sierra de Piura, dedicadas a la producción de cocaína y marihuana, según una denuncia que la 4ª Fiscalía Contra el Crimen Organizado presentó al Poder Judicial.
Esta organización es dirigida desde Guayaquil y Cariamanga, en Ecuador, por el colombiano Rubén Castro Gómez (a) Gordo, quien tiene como coordinador en el Perú al colombiano William Samboni Macías (a) Calilla y como jefes locales a Ricardo García Chinchay (a) Coyote o Correcaminos, y a Elmer Lazo Torres (a) Negro.
El 12 de noviembre pasado la policía intervino uno de sus laboratorios en una zona de difícil acceso de la sierra de Ayabaca, pero un jefe policial les advirtió y repelieron la acción policial y luego se dieron a la fuga .
La Fiscalía determinó que esta “organización criminal está conformada por entre 40 y 60 personas, provistas de armas de largo alcance (fusiles AKM, G3, Galil). Lanza granadas (RPG), granadas de mano y equipos de comunicación satelital”, precisa la denuncia N° 209-2010 presentada por el fiscal Luis Arellano Martínez.
Apoyo local
Igualmente, se sabe que la organización está dividida en dos grupos: uno se encarga del acopio y procesamiento de la droga en la línea de frontera; y el segundo, del traslado de la sustancia ilícita hacia el Ecuador, para ser comercializada en Europa o EEUU.
“Los grupos armados liderados por (a) Calilla y (a) Negro han organizado a la población de la zona para realizar labores de acopio, custodia de droga, vigilancia y seguridad de sus ‘campamentos móviles”, dice la Fiscalía. Eso les permite conocer de cualquier movimiento no acostumbrado en la zona y cruzar hacia el Ecuador y viceversa, ante cualquier incursión policial.
Las labores de inteligencia descubrieron que esta organización paga cupos de hasta cinco mil dólares mensuales a las autoridades locales y a algunos policías.
Esa situación demostraría por qué el mayor comisario de Ayabaca, Miguel Ángel Silva Burgos, les advirtió a tiempo de la intervención policial, en noviembre último, y se dieron a la fuga.
Estos grupos, dice la Fiscalía, se encuentran en constante trabajo y movimiento en “campamentos móviles”, entre las localidades de Algarrobal, Vado Grande, Remolinos, Quebrada Los Mangos, Hacienda Gigante, Aragoto, Huara de Indios, Calvas de Samanga, Playón, en la Provincia de Ayabaca, en Piura, Perú.
El trabajo de inteligencia policial permitió monitorear los desplazamientos y llamadas telefónicas de estas personas, lo que posibilitó establecer su relación con los carteles mexicanos.
La Fiscalía considera que estas bandas operan en la zona desde los años 90 y son responsables del asesinato de 9 policías y 16 civiles. Existe relación con la muerte de cuatro policías en el sector fronterizo de Anchalay y el asesinato del mayor Juan Benites Luna; y de las torturas y asesinato de los hermanos Vílchez Rycra, en el caserío de Charan, en el 2002, y en el 2007 de la emboscada a 17 policías en Socchabamba.
Megalaboratorio
El 23 de setiembre del 2010 la policía ecuatoriana decomisó 66,540 kg de cocaína en el cantón Machala, provincia El Oro, Ecuador, y detuvo a Román Atay Chaguat y a Héctor Segura Segura.
La droga decomisada presentaba el logo “Rolex” y una marca de agua de una corona.
En el Perú, en una intervención realizada el 12 de noviembre en El Milagro, Quebrada Seca, Ayabaca, la policía encontró los restos de un megalaboratorio de cocaína: insumos, cocinas microondas, 25 carpas acondicionadas, como dormitorios y gran cantidad de armas, como un fusil M-16 con lanzagranadas y municiones.
Mayor comisario
Acusa. El capitán PNP Oscar Arturo Gonzales del Valle, jefe del sector fronteras de Chanurán, Ayabaca, inicialmente también detenido por este caso, declaró que el Mayor Comisario de Ayabaca, Miguel Silva Burgos, visitó el megalaboratorio de cocaína y recibía pagos de hasta 5 mil dólares mensuales por no hacer nada y advertirles de cualquier operativo policial. La Fiscalía registró una llamada del policía a los narcotráficantes horas antes del operativo.
Huyeron, pero ya están de regreso
El fiscal Luis Arellano denunció a los ecuatorianos Raúl Alvarez y Salomón Bustos y a los peruanos Francisco Chamba , Amelia García, María Lazo, Lino Vicente, Edgar Vicente, Elio Mulatillo y el Mayor Comisario Miguel Silva Burgos por tráfico ilícito de drogas. Además a William Samboni, Elmer Lazo y Ricardo García por tenencia ilegal de armas y municiones de guerra.
La operación policial en Ayabaca estuvo dirigida por el jefe de la Dirandro, general PNP Horacio Huivin, y los fiscales Luis Arellano, José Castellanos y Miguel Toyohama de la 4ª Fiscalía de Criminalidad Organizada.
Durante el operativo, los narcos cruzaron la frontera a Ecuador, pero informes de inteligencia indican que han regresado a Ayabaca y siguen operando sus laboratorios de producción de cocaína y marihuana.
César Romero y Ana Véliz.
El cartel de Sinaloa, México, mantiene dos bandas armadas en la sierra de Piura, dedicadas a la producción de cocaína y marihuana, según una denuncia que la 4ª Fiscalía Contra el Crimen Organizado presentó al Poder Judicial.
Esta organización es dirigida desde Guayaquil y Cariamanga, en Ecuador, por el colombiano Rubén Castro Gómez (a) Gordo, quien tiene como coordinador en el Perú al colombiano William Samboni Macías (a) Calilla y como jefes locales a Ricardo García Chinchay (a) Coyote o Correcaminos, y a Elmer Lazo Torres (a) Negro.
El 12 de noviembre pasado la policía intervino uno de sus laboratorios en una zona de difícil acceso de la sierra de Ayabaca, pero un jefe policial les advirtió y repelieron la acción policial y luego se dieron a la fuga .
La Fiscalía determinó que esta “organización criminal está conformada por entre 40 y 60 personas, provistas de armas de largo alcance (fusiles AKM, G3, Galil). Lanza granadas (RPG), granadas de mano y equipos de comunicación satelital”, precisa la denuncia N° 209-2010 presentada por el fiscal Luis Arellano Martínez.
Apoyo local
Igualmente, se sabe que la organización está dividida en dos grupos: uno se encarga del acopio y procesamiento de la droga en la línea de frontera; y el segundo, del traslado de la sustancia ilícita hacia el Ecuador, para ser comercializada en Europa o EEUU.
“Los grupos armados liderados por (a) Calilla y (a) Negro han organizado a la población de la zona para realizar labores de acopio, custodia de droga, vigilancia y seguridad de sus ‘campamentos móviles”, dice la Fiscalía. Eso les permite conocer de cualquier movimiento no acostumbrado en la zona y cruzar hacia el Ecuador y viceversa, ante cualquier incursión policial.
Las labores de inteligencia descubrieron que esta organización paga cupos de hasta cinco mil dólares mensuales a las autoridades locales y a algunos policías.
Esa situación demostraría por qué el mayor comisario de Ayabaca, Miguel Ángel Silva Burgos, les advirtió a tiempo de la intervención policial, en noviembre último, y se dieron a la fuga.
Estos grupos, dice la Fiscalía, se encuentran en constante trabajo y movimiento en “campamentos móviles”, entre las localidades de Algarrobal, Vado Grande, Remolinos, Quebrada Los Mangos, Hacienda Gigante, Aragoto, Huara de Indios, Calvas de Samanga, Playón, en la Provincia de Ayabaca, en Piura, Perú.
El trabajo de inteligencia policial permitió monitorear los desplazamientos y llamadas telefónicas de estas personas, lo que posibilitó establecer su relación con los carteles mexicanos.
La Fiscalía considera que estas bandas operan en la zona desde los años 90 y son responsables del asesinato de 9 policías y 16 civiles. Existe relación con la muerte de cuatro policías en el sector fronterizo de Anchalay y el asesinato del mayor Juan Benites Luna; y de las torturas y asesinato de los hermanos Vílchez Rycra, en el caserío de Charan, en el 2002, y en el 2007 de la emboscada a 17 policías en Socchabamba.
Megalaboratorio
El 23 de setiembre del 2010 la policía ecuatoriana decomisó 66,540 kg de cocaína en el cantón Machala, provincia El Oro, Ecuador, y detuvo a Román Atay Chaguat y a Héctor Segura Segura.
La droga decomisada presentaba el logo “Rolex” y una marca de agua de una corona.
En el Perú, en una intervención realizada el 12 de noviembre en El Milagro, Quebrada Seca, Ayabaca, la policía encontró los restos de un megalaboratorio de cocaína: insumos, cocinas microondas, 25 carpas acondicionadas, como dormitorios y gran cantidad de armas, como un fusil M-16 con lanzagranadas y municiones.
Mayor comisario
Acusa. El capitán PNP Oscar Arturo Gonzales del Valle, jefe del sector fronteras de Chanurán, Ayabaca, inicialmente también detenido por este caso, declaró que el Mayor Comisario de Ayabaca, Miguel Silva Burgos, visitó el megalaboratorio de cocaína y recibía pagos de hasta 5 mil dólares mensuales por no hacer nada y advertirles de cualquier operativo policial. La Fiscalía registró una llamada del policía a los narcotráficantes horas antes del operativo.
Huyeron, pero ya están de regreso
El fiscal Luis Arellano denunció a los ecuatorianos Raúl Alvarez y Salomón Bustos y a los peruanos Francisco Chamba , Amelia García, María Lazo, Lino Vicente, Edgar Vicente, Elio Mulatillo y el Mayor Comisario Miguel Silva Burgos por tráfico ilícito de drogas. Además a William Samboni, Elmer Lazo y Ricardo García por tenencia ilegal de armas y municiones de guerra.
La operación policial en Ayabaca estuvo dirigida por el jefe de la Dirandro, general PNP Horacio Huivin, y los fiscales Luis Arellano, José Castellanos y Miguel Toyohama de la 4ª Fiscalía de Criminalidad Organizada.
Durante el operativo, los narcos cruzaron la frontera a Ecuador, pero informes de inteligencia indican que han regresado a Ayabaca y siguen operando sus laboratorios de producción de cocaína y marihuana.
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