Internacional

Soldados se suman a la rebelión
El líder libio Muammar Kadhafi se hallaba el miércoles asediado por una rebelión que controlaba el este del país y por la presión internacional para que se abstenga de desencadenar un nuevo baño de sangre para salvar a su régimen.

La insurrección parecía sólidamente implantada en Cirenaica, una región que representa aproximadamente un tercio de Libia y dispone de abundantes recursos petroleros, indicaron periodistas de la AFP y habitantes del lugar.
Los reporteros de la AFP avistaron a rebeldes armados y a soldados que se sumaron a la causa de los insurgentes en la carretera que va de la frontera egipcia a Tobruk (a 150 km al oeste).
“Cirenaica no está más bajo el control del gobierno libio y hay enfrentamientos y violencia en todo el país”, sintetizó en Roma el canciller italiano, Franco Frattini.
El vicecanciller libio, Jaled Kaim, aseguró en una reunión con embajadores europeos que la red islamista Al Qaida había fundado en Derna (este) un emirato islámico dirigido por un ex detenido de Guantánamo (la prisión para acusados de terrorismo establecida por EEUU en esa base situada en la isla de Cuba).
La represión del levantamiento popular dejó 640 muertos desde su inicio el 15 de febrero, según datos divulgados en París por la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH).
El balance gubernamental de víctimas era el martes de 300 muertos, 111 de ellos militares.
Todas esas cifras podrían verse sin embargo superadas rápidamente, si Kadhafi, de 68 años, en el poder desde 1969, cumpliese su promesa de “luchar hasta la muerte”.
El martes, el “Guía de la revolución” ordenó aplastar la rebelión y llamó a sus seguidores a salir este miércoles a las calles para expresarle su apoyo y “capturar a las ratas” que buscan derribar a la “Jamahiriya” (república de masas) Árabe Popular y Socialista.
Esa convocatoria sólo fue acatada por unas pocas decenas de manifestantes en Trípoli.
Estados Unidos considera “toda una gama de medidas”, incluyendo sanciones unilaterales y multilaterales, en respuesta a la represión libia, indicó el portavoz del departamento de Estado.
También la Unión Europea (UE) se movilizaba para decidir eventuales sanciones.
El canciller cubano, Bruno Rodríguez, acusó en cambio a “políticos y medios” de Estados Unidos de “incitar a la violencia” en Libia. El líder cubano Fidel Castro había asegurado el martes que Estados Unidos “no vacilaría en dar a la OTAN la orden de invadir ese rico país”.
La insurrección en Libia, un país miembro de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo), está teniendo fuerte impacto en el precio del crudo.
El barril de Brent superó el miércoles los 110 dólares en Londres, un máximo desde septiembre de 2008, y el WTI alcanzó en Nueva York los 100 dólares York por primera vez desde inicios de 2008.
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