LOS BOMBARDEOS ALIADOS CONSIGUEN ESTABLECER UNA
ZONA DE EXCLUSIÓN AÉREA SOBRE LIBIA
La intervención militar internacional contra el régimen de Muamar Gadafi consiguió ayer establecer una zona de exclusión aérea sobre Libia impuesta por la ONU y que las tropas gubernamentales se retiraran de Bengasi. Las fuerzas aliadas reanudaron anoche los bombardeos sobre objetivo militares libios, centrándose en Trípoli. La cadena de televisión estadounidense CNN aseguró esta madrugada que un edificio del palacio Bab Al Aziziyay, en el que se aloja habitualmente Muamar Gadafi, quedó destruido por los bombardeos aliados.
Horas antes, el jefe del Estado Mayor estadounidense había asegurado que la operación no tiene como objetivo al líder libio. “No estamos persiguiendo a Gadafi”, aseguró Mullen.
LIBIA ASEGURA QUE LOS BOMBARDEOS ALIADOS HAN MATADO
A 64 PERSONAS EN “ZONAS CIVILES ”
Las autoridades libias aseguraron ayer que los bombardeos aliados causaron 64 muertos y 150 heridos “en zonas civiles”, datos que fueron negados por EEUU. El secretario general de la Liga Árabe, Amr Moussa, lamentó que la operación aliada se esté “desviando” del objetivo de imponer un área de exclusión aérea, y anunció que su organización se replanteará su apoyo a la coalición internacional. Tras los primeros bombardeos, Gadafi amenazó con armar a un millón de libios para luchar contra la “cruzada imperialista” y advirtió que ”será una guerra muya larga”. Sin embargo, las autoridades libias anunciaron ayer un nuevo alto el fuego que entraría en vigor a partir de las 20.00 horas. El Gobierno niega cualquier comparación entre Libia y la guerra de Irak
LOS BOMBARDEOS ALIADOS CONSIGUEN ESTABL ECER UNA
ZONA DE EXCLU SIÓN AÉREA SOBRE LIBIA
La intervención militar internacional contra el régimen de Muamar Gadafi consiguió ayer su primer objetivo: establecer la zona de exclusión aérea sobre Libia impuesta por la ONU, según aseguró el jefe de Estado Mayor de Estados Unidos, el almirante Michael Mullen. La primera jornada de bombardeos aliados sobre territorio libio también logró que las tropas leales al coronel Gadafi se retiraran de la ciudad de Bengasi, bastión de los opositores, que el sábado fue castigado por una brutal ofensiva que ha dejado más de un centenar de muertos. Abdelhafid Ghoga, vicepresidente y portavoz del Consejo Nacional de Transición libio, aseguró ayer a la cadena de televisión Al Yazira que al menos 8.000 personas han muerto desde el comienzo de la revuelta.
Las fuerzas aliadas reanudaron anoche los bombardeos sobre objetivo militares libios, centrándose en esta ocasión en Trípoli. El fuego aliado perseguía acabar definitivamente con las baterías antiaéreas de las tropas leales a Gadafi, que respondieron al ataque con disparos de artillería. La cadena de televisión estadounidense CNN aseguró esta madrugada que un edificio de del palacio Bab Al Aziziyay, en el que se aloja habitualmente Muamar Gadafi, quedó destruido por los bombardeos aliados. Horas antes, el jefe del Estado Mayor estadounidense había asegurado que la llamada operación Amanecer de la Odisea no tiene como objetivo al líder libio. “No estamos persiguiendo a Gadafi”, aseguró Mullen.
Según explicaron los responsables del Pentágono, la segunda fase de la operación aliada persigue “cortar el abastecimiento” del Ejército libio. El grueso de la operación militar sigue estando liderada por Estados Unidos, Reino Unido y Francia, aunque ayer se sumaron efectivos de Catar, Italia y Bélgica.
Las autoridades libias hablan de 64 muertos en “zonas civiles”
Las autoridades libias aseguraron ayer que los bombardeos aliados causaron al menos 64 muertos y 150 heridos “en zonas civiles”, datos que fueron negados por el jefe de Estado Mayor estadounidense, que negó la existencia de civiles muertos en las zonas atacadas. Tras la primera jornada de la operación aliada, Muamar Gadafi amenazó con armar a un millón de libios para luchar contra la “cruzada imperialista”. “Lucharemos hasta el final si siguen los ataques y será una guerra muya larga”, advirtió en un mensaje difundido por la televisión estatal.
Sin embargo, las autoridades libias anunciaron ayer un nuevo alto el fuego que entraría en vigor a partir de las 20.00 horas (hora peninsular española). “En respeto al comunicado publicado por el comité de la Unión Africana el sábado en Nouakchott y las resoluciones 1970 y 1973 de la ONU, el mando de las fuerzas armadas ha dado la orden para un alto el fuego”, aseguró el portavoz del Gobierno libio, Milad Fokehi. Sin embargo, el mando de las fuerzas aliadas calificó de “farsa” las promesas del régimen libio.
LA LIGA ÁRABE DICE QUE EL ATAQUE ALIADO “ SE DESVÍA” DE SU OBJETIVO
El secretario general de la Liga Árabe, Amr Moussa, criticó ayer los bombardeos de la coalición internacional contra Libia. “Lo que está sucediendo en Libia difiere del objetivo de imponer un área de exclusión aérea. Lo que queremos es que se proteja a la población y no el bombardeo sobre más civiles”, señaló Moussa, que el pasado sábado asistió en París a la cumbre internacional en la que se decidió el inicio de la operación militar internacional. En su opinión, la fuerza empleada en el ataque sobre Libia es excesiva. Por ello anunció una convocatoria urgente de los 22 países de la organización que dirige, que permanecen divididos en torno a la crisis libia.
Qatar se convirtió ayer en el primer país árabe que anuncia el envío de efectivos para “detener el baño de sangre en Libia”. Cuatro aviones emprendieron vuelo hacia las posiciones más próximas al país norteafricano. El primer ministro del emirato, el que Hamad Bin Jasi Al Thani, explicó que participarán en “la operación militar con la convicción de que es necesario que los estados árabes contribuyan a una situación que se ha vuelto insostenible”.
Los rebeldes libios pidieron armas a España en una cita secreta con Jiménez
La ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, se reunió el pasado día 12 en El Cairo (Egipto) con dos representantes del Consejo Nacional de Transición, que actúa como Gobierno de la sublevación libia. La entrevista, cuya existencia se ha mantenido en secreto y fue, revelada ayer por la agencia Efe, se produjo en la residencia del embajador español. Según fuentes diplomáticas consultadas por EL PAÍS, los representantes de los rebeldes libios llegaron a pedir a Jiménez armas y equipos militares para defenderse de la ofensiva de las tropas leales a Gadafi, a lo que la ministra les respondió advirtiendo que el embargo decretado por la ONU afecta a las dos partes en conflicto.
Según informa LA RAZÓN, el Gobierno español no considera necesario elevar el nivel de alarma terrorista ante la posibilidad de que el régimen libio intente acciones subversivas en Europa. El Ejecutivo, tras consultar con sus aliados y evaluar los datos de que dispone, provenientes de los distintos servicios secretos, ha concluido que el régimen de Gadafi carece de capacidad operativa para perpetrar atentados o actos criminales similares.
Por otra parte, EL PAÍS informa hoy de que la empresa española Indra vendió a Libia entre 2006 y 2009 el sistema de navegación y tráfico aéreo del país y, de no haber estallado el conflicto bélico, también hubiera instalado un complejo sistema de defensa aérea. El contrato civil, aunque incluye elementos de doble uso, fue de 48 millones de euros y el de defensa, muy avanzado, ascendía a 200, pero Indra asegura que no llegó a firmarse.
EL GOBIERNO NIEGA CUALQUIER COMPARACIÓN ENTRE LA
OPERACIÓN MILITAR EN LIBIA Y LA GUERRA DE IRAK
Varios miembros del Gobierno defendieron ayer la contribución militar de España a la coalición internacional que lucha contra las tropas leales a Muamar Gadafi en Libia, y lo hicieron recordando que la intervención aliada cuenta con el respaldo del Consejo de Seguridad de la ONU. El ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, subrayó que las “enormes” diferencia entre la operación militar en Libia y la guerra de Irak, que contó con el apoyo del Gobierno del ex presidente José María Aznar a pesar de que la intervención no contaba con el beneplácito de la ONU. “Aquí no hay foto de las Azores, lo que hay es una resolución de Naciones Unidas. Aquí no hay mentiras, hay una violación masiva de los derechos humanos y vamos a liberar al pueblo de Libia y por eso vamos a trabajar, no para iniciar una guerra, sino para acabar con ella”, declaró José Blanco, ministro de Fomento.
Esta es la primera vez que el Gobierno español envía tropas al exterior sin la autorización previa del Congreso de los Diputados. Se trata de una medida excepcional que recoge la Ley de Defensa Nacional para situaciones de máxima urgencia. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, comparecerá el martes en el Congreso de los Diputados para explicar los detalles de su decisión, que el Parlamento tendrá que ratificar a posteriori. El presidente cuenta con el apoyo del líder de la oposición, Mariano Rajoy, y también del resto de grupos parlamentarios, salvo Izquierda Unida.
ABC 4. Editorial
ESTAMOS ANTE UN ESCENARIO DE GUERRA CASI TOTAL
La primera fase de la operación militar contra el régimen libio concluyó ayer con un rotundo éxito para la coalición internacional. Tras una noche de intensos bombardeos, EE UU confirmó que ya se había establecido una zona de exclusión aérea. Los ataques han anulado casi por completo las defensas de Gadafi y dejaron muy dañadas las columnas de blindados que dirige uno de sus hijos, un durísimo golpe para el régimen. Pero los aliados no se detuvieron ahí y a lo largo de todo el domingo continuaron los ataques contra los leales gadafistas, quienes, a su vez, prosiguieron sus combates en Misrata y en Bengasi.
Dice EL MUNDO que “a nadie sorprende que EE UU y sus aliados –incluida España- no se conformen con la creación de la zona de exclusión aérea –ya casi un eufemismo- y están yendo con sus acciones cualitativamente mucho más allá de la protección de la población civil. Porque su objetivo último es derribar el régimen libio, aunque es poco probable que se pueda acabar con Gadafi sin intervenciones terrestres”. “Estamos ante un escenario de guerra casi total, en el que cada parte interpreta el alcance de la Resolución de Naciones Unidas según sus intereses”.
EL MUNDO 3. Editorial
TODA PRUDENCIA Y PRECAUCIÓN ES POCA CUANDO EL
ENEMIGO ES UN TERRORISTA COMO GADAFI
Cuando el dictador Gadafi amenazó con atacar objetivos militares y civiles del Mediterráneo tras sufrir los primeros bombardeos, la más elemental prudencia obliga a países afectados a tomar sus palabras en serio. Según publica hoy LA RAZÓN, “el Gobierno ha considerado innecesario aumentar el nivel de alarma terrorista ante la posibilidad de que agentes libios intenten algún ataque contra nuestros intereses para la participación de un notable contingente español en la operación”. Se han evaluado los datos de que disponen los aliados y se ha concluido que Gadafi carece de la capacidad necesaria para perpetrar actos terroristas en suelo europeo. Debemos confiar en esas informaciones, aunque “toda precaución es poca cuando el enemigo es un terrorista que ha maquinado acciones contra Occidente los últimos 40 años”.
Considera este periódico que no se trata de caer en falsos alarmismos ni de alentar fantasmas innecesarios, sin embargo, “el Gobierno está obligado atener muy presente de dónde venimos y cómo el subconsciente colectivo de este país mantiene vivo el recuerdo de los atentados del 11 de marzo cuando valora escenarios tan complejos para la seguridad”. Puede que Gadafi no sea una amenaza para España, pero “cómo no preocuparse ante un terrorista con financiación, logística y contactos. Si no es un peligro real, se le parece demasiado”.
21 de marzo de 2011
¿Quién decide en el mundo árabe? (José María Carrascal. ABC 16) Oportunidad histórica y enormes riesgos de la crisis libia. Va a decirnos si el pueblo libio toma en sus manos su propio destino o bien el oeste sigue conduciéndoles.Primero Sadam, ahora Gadafi, luego… (Robert Fisk. PÚBLICO 8) Fuimos los occidentales quienes alimentamos sus dictaduras década tras década. En el preciso momento en que se usan las armas se pone en marcha algo imparable.
Amanecer en Libia (José María Marco. LA RAZÓN 10) Los intereses franceses quieren recuperar en África el terreno perdido por la agresiva política del Gobierno chino. Ha habido una parte de teatro para evitar las reacciones de la izquierda y de la opinión árabe.
¿Nadie va a ir a Libia? (César Vidal. LA RAZÓN 11) Libia atraviesa por un conflicto sangriento que podría ser calificado sin exagerar de guerra civil.
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