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viernes, 13 de mayo de 2011


El gasto militar y su implicación económica

Moisés Bittán

Experto en comercio internacional, ex presidente de la Cámara de Comercio Venezolana Colombiana (Cavecol).
·               Tue, 05/10/2011 - 15:42
·               5 Comentarios
Los incrementos desmedidos de los gastos de Defensa, principalmente de los países con elevado Producto Interno Bruto per cápita, y, subsecuentemente, un incremento de las adquisiciones de plataformas y activos militares, constituyen factores de inestabilidad en el ámbito mundial, regionales, e inminentes focos de tensión en las relaciones bilaterales en algunos casos puntuales de nuestra región. 
Excesivos gastos en Defensa redundan contrariamente al espíritu que anima el desarrollo de las medidas de confianza y seguridad mutua, reflejando en la práctica desconfianzas hacia otros Estados, así como mecanismos de presión interna en detrimento del financiamiento de otras políticas públicas domésticas.En consecuencia, el nivel de gasto de Defensa de la región y del país vecino define el nivel de la amenaza, en algunos casos, de un país.
A partir de las nuevas amenazas de carácter transnacional, resulta interesante estudiar la posibilidad de implementar mecanismos más activos de cooperación regional en materia de Defensa, partiendo de una mayor transparencia en los gastos y facilitar, de esta forma, elasentamiento de las bases para procesos futuros de homologación de gastos de Defensa.Esta nueva visión permitiría migrar intensivamente hacia un modelo estratégico multilateral de características defensivo-cooperativo. El multilateralismo en la producción de un bien público como la Defensa, otorga beneficios, y se sustenta en la teoría económica de las alianzas y las integraciones regionales de amplio alcance.
La prioridad de nuestra región es el gasto social productivo, el fomento de la capacidad de generar riqueza, la disminución de la brecha social y la reducción de la pobreza extrema, coadyuvando en la mejora de las condiciones de gobernabilidad y el sistema democrático. En consecuencia, debe procurarse una activa política de Defensa regional que se oriente a un razonable gasto. La construcción de este nuevo escenario dependerá básicamente de la madurez de sus gobernantes políticos y sociedades, en base a una constructiva influencia de integración.
De acuerdo al Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo, entre los países de la región que destinan el mayor % del PIB en Defensa, tenemos: Estados Unidos: 4,06%; Cuba: 3,8%; Colombia: 3,5%; Ecuador: 3,4%; Chile: 2,7%; Brasil: 2,6%; Bolivia: 1,9%; Uruguay: 1,6%; Perú: 1,5%; Venezuela: 1,2%, entre otros.
De acuerdo al Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo, entre los países de la región que destinan el mayor % del PIB en Defensa, tenemos: Estados Unidos: 4,06%; Cuba: 3,8%; Colombia: 3,5%; Ecuador: 3,4%; Chile: 2,7%; Brasil: 2,6%; Bolivia: 1,9%; Uruguay: 1,6%; Perú: 1,5%; Venezuela: 1,2%; Panamá: 1%; Paraguay: 1%; Argentina: 0,8%; Honduras: 0,6%; Nicaragua: 0,6%; Jamaica: 0,6%; México: 0,5%; El Salvador: 0,5%; República de Costa Rica: 0,4%; Guatemala: 0,4%; Trinidad y Tobago: 0,3%, y Bermuda: 0,11%. Muchos de estos datos fueron tomados entre el 2006 y el 2010.
América Latina en general, y América del Sur en particular, siguen lastimosamente liderando las disparidad en la distribución del ingreso, y en parte, ello se lo podemos imputar a los gastos en Defensa elevados con relación a los porcentajes de los presupuestos nacionales de nuestros países.
Los gastos de Defensa regionales presentan diversos grados de polarización. En algunos países, en términos del PIB doméstico, son extremadamente bajos, y en otros muy por encima del promedio mundial. Excesivos niveles de gastos de Defensa, por encima del promedio regional y sin amenazas tangibles, redundan contrariamente al espíritu que anima el desarrollo de las medidas de confianza y seguridad mutua; en la práctica reflejan desconfianzas hacia otros Estados, así como mecanismos de presión interna en detrimento de las otras necesidades.
A pesar del espíritu original contenido en la Carta Fundamental de la OEA, en materia de reducción de armamentos convencionales en la región, y de las frondosas declaraciones multilaterales surgidas en las cumbres regionales, reuniones periódicas de jefes de Estado y de ministros de Defensa de las Américas, no se ha conseguido instrumentar mecanismos de carácter vinculante para una real reducción y limitación de gastos de Defensa, con el objetivo de disminuir desconfianzas y destinar mayores recursos fiscales al financiamiento de otras políticas públicas, en especial en materia social.
Los gastos de Defensa, particularmente en nuestros países -exceptuando parcialmente al Brasil-, de acuerdo a la evidencia disponible en términos de costo oportunidad, tienen un impacto negativo sobre la tasa de crecimiento económico, reduciendo el ahorro interno y la inversión, así como el déficit fiscal, creando presiones hacia el déficit en la balanza comercial y de la balanza de pagos.
A pesar del beneficio marginal de la implementación de mecanismos off set (compensaciones derivadas de las compras militares), no han favorecido el nivel de empleo doméstico, en razón que las adquisiciones de plataformas y activos militares, por lo general, se efectúan en el mercado extranjero. Los gastos de Defensa son un componente sustantivo de la deuda externa regional.
La suscripción de un acuerdo que reafirme el no uso de la fuerza para la solución de controversias, y el compromiso de una real reducción progresiva de los gastos de Defensa, que permita una redistribución del ingreso permitiendo una mayor inclusión, es de vital importancia. En este sentido, se hace impostergable la suscripción de un acuerdo multilateral o Carta de Seguridad Interamericana, como Medida de Confianza y Seguridad Mutua de última generación, en la búsqueda de una real homologación regional de gastos.
Las amenazas en materia de Defensa de los países latinoamericanos están principalmente vinculadas con el terrorismo de los grupos violentos que sustentan sus ingresos económicos con actividades provenientes de diversos delitos como el narcotráfico, deben ser atacadas principalmente con labores de prevención e inteligencia, vinculadas a cuerpos élites policiales, las cuales son muchas veces más eficaces y sustancialmente menos onerosas para el erario público.
*Esta columna fue publicada originalmente en ElMundo.com.ve.

Comentarios

01

Calvin

Jue, 05/12/2011 - 12:50

Bueno este artículo, pero no es fácil de comentar sin caer en demasiadas profundizaciones o demasiados simplismos que puedan ser mal interpretados y siempre tomando en cuenta que hay quienes, como yo, pienzan que unas fuerzas armadas razonablemente operativas y eficientes son absolutamente necesarias, como que hay quienes piensan que son un estorbo, un cuerpo de parásitos y que deberían ser abolidas para generar nada cuerpos policíacos, idea por cierto promocionada por Estados Unidos, quien tiene un historial de invasiones, ingerencias internas, ventas de armas a grupos afines, etc. que profundiza aún más la desconfianza dentro de países que juntos reunen la mayor riqueza de biodiversidad y recursos naturales (lideradoas por el petróleo y agua dulce) de todo el mundo.

02

Bernardo

Jue, 05/12/2011 - 17:36

Un viejo adagio señala: " El camino al infierno esta plagado de buenas intenciones." Una mirada simplista e ingenua permite concluir que es mucho mejor gastar en alimentos que en armas, quien lo puede negar , incluso dan ganas de aplaudir. A partir de esta conclusión , pidámosle a Israel que destruya su arsenal. Sin duda sería una petición absurda. A pesar del sustantivo avance del Derecho Internacional y la existencia de diversos organismos mundiales que se preocupan de estos aspectos de Política Internacional y Convivencia Pacífica, aun no estamos en condiciones de imponer una medida de desarme . Muchos países se sienten amenazados y no se les puede exigir que renuncien a una legítima defensa. Si quieres vivir en paz,prepárate para la guerra. ( Se mantiene vigente ) Tal vez en el siglo XXII,se pueda materializar una Comunidad Internacional en que no se requieran las fuerzas armadas estatales.

03

ulschmidt

Jue, 05/12/2011 - 18:24

Para qué diablos gasta Uruguay 1,6% de su PBI en gasto militar? No puede ser para otra cosa que evitar el desempleo o por un inercial respeto a los militares. No tiene amenazas de tipo alguno, sus vecinos son gigantes y la integridad territorial esta garantizada por, precisamente, un acuerdo brasil-argentina desde 1828 para respetar al Uruguay como país libre. Además son todos intimos socios comerciales.

04

GENERAL WILSON BARRANTES

Vie, 05/13/2011 - 10:26

EL MEDIR LOS GASTOS DE DEFENSA EN BASE AL PBI , NO ES UNA MEDIDA LOS SUFICIENTEMENTE EXPLÍCITA, PUES HAY PAÍSES QUE TIENE 2, 3, 4 O MAS VECES MÁS EL PBI EN ESTE CASO QUE EL DE PERÚ, LO QUE HAY QUE VER EN EN ANÁLISIS ES LA CANTIDAD DE MILES DE MILLONES DE DOLARES DE GASTO EN ARMAS Y EL TIPO DE ARMAS QUE SE ADQUIEREN SEAN ESTAS OFENSIVAS DEFENSIVAS, DISUASIVAS EN FIN, SOLO ASÍ UNA VEZ EQUILIBRADAS LAS ADQUISICIONES SE PODRÁ TENDER PUENTES PARA FORTALECER LAS CONFIANZAS MUTUAS Y PODER DESARROLLAR UN PLAN DE DESARROLLO ECONÓMICO EN ARMONÍA REGIONAL.

05

Anselmo Heidrich

Vie, 05/13/2011 - 13:21

Nadie puede ver el cielo sin morir antes de ... Ahora bien, si tenemos que defender organismo multilateral que anulen o al menos reducir la necesidad de que el gasto en defensa nacional, tenemos que preguntarnos quién o qué va a jugar este papel con eficacia? La OEA? ¿Cómo? Ocupando los países que actúan como parias en sus resoluciones? Colegas, por lo menos honestos el uno con otra guerra, y la preparación para la guerra puede ser horrible, pero a veces tiene su razón de ser, lo que será el mismo con un cuerpo exterior intervencionista. La pregunta completa es la legitimidad de ese órgano. Si hacemos un llamamiento a la cuestión de la mayoría, la minoría que no está de acuerdo con uno u otro punto del orden del día de debate internacional mejor que tenga cuidado, porque pueden tener sus "territorios invadidos democráticamente."

1 comentario:

  1. GENERAL WILSON BARRANTES
    Vie, 05/13/2011 - 10:26
    EL MEDIR LOS GASTOS DE DEFENSA EN BASE AL PBI , NO ES UNA MEDIDA LOS SUFICIENTEMENTE EXPLÍCITA, PUES HAY PAÍSES QUE TIENE 2, 3, 4 O MAS VECES MÁS EL PBI EN ESTE CASO QUE EL DE PERÚ, LO QUE HAY QUE VER EN EN ANÁLISIS ES LA CANTIDAD DE MILES DE MILLONES DE DOLARES DE GASTO EN ARMAS Y EL TIPO DE ARMAS QUE SE ADQUIEREN SEAN ESTAS OFENSIVAS DEFENSIVAS, DISUASIVAS EN FIN, SOLO ASÍ UNA VEZ EQUILIBRADAS LAS ADQUISICIONES SE PODRÁ TENDER PUENTES PARA FORTALECER LAS CONFIANZAS MUTUAS Y PODER DESARROLLAR UN PLAN DE DESARROLLO ECONÓMICO EN ARMONÍA REGIONAL.

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