(Editorial) Urgente consulta previa
Diversos voceros del Gobierno han ratificado que el proyecto para una ley de consulta previa dejará definitivamente los archivos del Congreso de la República para convertirse en una realidad, pertinente y necesaria que evite engrosar la lista de conflictos sociales que vive el país.
A lo señalado la semana pasada por los ministros del Ambiente y de Energía y Minas, se sumaron los presidentes del Consejo de Ministros, Salomón Lerner Ghitis, y del Congreso, Daniel Abugattas, quienes han anunciado un trabajo coordinado para aprobar la norma en el Parlamento. En principio, no debería ponerse mayores escollos a la ley. Todas las bancadas saben que es urgente restablecer un clima de diálogo con las comunidades que evite que los disensos culminen en actos de violencia.
Como ha expresado Lerner, este gobierno quiere diferenciarse de los anteriores escuchando y dialogando con las partes interesadas, y sobre todo arribar a soluciones en asuntos que, en su mayoría, son de naturaleza socioambiental.
Después de la inacción de los cinco últimos años en materia de resolución de conflictos, será imposible solucionarlos todos al mismo tiempo. Habrá que establecer una agenda que deberá explicarse a la población. Probablemente, será oportuno volver a las mesas de concertación que en el pasado reciente evitaron el desborde de algunos conflictos y que fueron deslegitimadas cuando los acuerdos no tuvieron correlato en la realidad, porque fueron incumplidos.
Lo cierto es que nunca más el país debe ser escenario de tragedias anunciadas, como la de Bagua. Por ello, la consulta previa servirá para señalar responsabilidades que deberán cumplirse, de manera efectiva y sin burocratismo, porque así lo exige la naturaleza de las demandas pendientes.
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