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viernes, 13 de enero de 2012


(Editorial) Movadef: No al caballo de Troya contra la democracia

En este delicado contexto, debemos enfatizar la esencia antidemocrática de este movimiento prosenderista, que busca sobre todo la impunidad para los más crueles violadores de derechos humanos
Viernes 13 de enero de 2012 - 07:00 am
La ciudadanía ha recibido con indignación y sorpresa la resolución del pleno delJurado Nacional de Elecciones (JNE) que declara nula la resolución del Registro de Organizaciones Políticas (ROP) (que había rechazado la inscripción delMovadef (Movimiento por Amnistía y Derechos Fundamentales) y dispone que emita un nuevo pronunciamiento.
¿Qué significa esto? Pues, que en principio se abrirían las puertas para que el movimiento de fachada del senderismo ingrese al engranaje democrático, lo cual es una absoluta contradicción con graves riesgos: ¿Cómo creer que aquellos que simpatizan con el grupo terrorista que desangró al país y promueven la amnistía para el cabecilla Abimael Guzmán y sus secuaces quieran someterse a las reglas de juego democrático y de la Constitución que antes pisotearon y ahora quieren cambiar?
Representantes de la sociedad civil, así como los ministros de Justicia y de Defensa, congresistas, el ex presidente de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación Salomón Lerner, la Coordinadora Nacional de DD.HH. y hasta el congresista Javier Diez Canseco, de conocida tendencia izquierdista han rechazado dicha pretensión. Este último ha calificado al Movadef como“expresión política del terror senderista responsable de infames y cobardes crímenes”.
Según el JNE, el ROP “tomó una decisión basado únicamente en la existencia de un defecto considerado insubsanable, como es el del ‘pensamiento Gonzalo’ como principio guía de la referida organización, sin tomar en cuenta otras observaciones en el acta de fundación, los estatutos y los comités partidarios”, como señala el art. 5 de la Ley de Partidos Políticos. Dicho artículo reseña los requisitos formales, pero no va al fondo del asunto: la doctrina y reales motivaciones y objetivos de un grupo que, a fin de cuentas y teóricamente, pretende ganar adherentes ¡y optar por ser gobierno!
En este delicado contexto, debemos enfatizar la esencia antidemocrática del Movadef, que busca sobre todo la impunidad para los más crueles violadores de derechos humanos, los senderistas. Y no puede equipararse su caso con el de grupos terroristas de otros países, pues este organismo de fachada del senderismo ni siquiera ha pedido perdón por los alevosos crímenes (entre 30 mil y 60 mil) causados en dos décadas, y le cuesta mucho hacer un deslinde claro con el pensamiento fratricida y antidemocrático de Guzmán.
La sociedad democrática tiene derecho a defenderse. Así como subrayamos la naturaleza antidemocrática del Movadef, enfatizamos la esencia democrática del JNE, como pilar fundamental del Estado de derecho, para garantizar que se exprese y garantice la voluntad de las mayorías expresada en el voto.
A propósito de ello, ¿acaso la abstención del presidente del tribunal del JNE, Hugo Sivina, al votar en la apelación mencionada, “por haber sido víctima del terrorismo”, no es un tácito reconocimiento de la naturaleza prosenderista del Movadef? ¿Y cómo olvidar que el comienzo de las acciones senderistas en Chuschi, en 1980, fue contra un local electoral? ¿Y qué decir del execrable atentado contra el ex presidente del JNE, Domingo García Rada, adalid de la democracia, a manos de criminales senderistas?
No podemos ser ingenuos. Para bloquear cualquier resquicio legal que pueda ser invocado por los enemigos de la democracia, el art. 14 de la misma ley de partidos acota: “La Corte Suprema de Justicia de la República, a pedido del fiscal de la Nación o del defensor del Pueblo, y garantizando el derecho a la pluralidad de instancia, podrá declarar la ilegalidad de una organización política cuando considere que sus actividades son contrarias a los principios democráticos”, por ejemplo “justificando o exculpando los atentados contra la vida o la integridad de las personas” o apoyando “políticamente la acción de organizaciones que para la consecución de fines políticos, practiquen el terrorismo o que con su prédica contribuyan a multiplicar los efectos de la violencia”.
Dicho esto, y a la espera del nuevo pronunciamiento del ROP, y eventualmente del JNE y de la Corte Suprema, sobre el pedido de inscripción del Movadef, debemos recordar, sobre todo a aquellos que quieren confundir democracia con debilidad, que este noble sistema tiene que activar todos sus mecanismos para defenderse de aquellos que pretenden destruirla, incluso disfrazándose de partidos. Hay que identificar a estos caballos de Troya antidemocráticos, denunciarlos y cerrarles toda vía para evitar que sigan confundiendo y haciendo 

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