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jueves, 19 de enero de 2012

Inadmisible doble discurso de seguidores de Abimael

CARLOS BRUCE (*)
En un Estado democrático como el nuestro todas las personas tenemos el derecho de hacer política. No interesa nuestro credo, religión ni ideología. Éste es un derecho fundamental consagrado por la Constitución y que se debe ejercer respetando los demás derechos fundamentales de la persona. ¿Pero qué sucede cuando un grupo de individuos como el Movimiento por la Amnistía y los Derechos Fundamentales (Movadef) pretende incursionar en la política enarbolando principios y pensamientos antidemocráticos que ponen en peligro el derecho a la vida de todos los peruanos?
Antes de responder esta pregunta resulta necesario precisar realmente quiénes son y qué es lo que verdaderamente pretende dicha agrupación. Según las declaraciones de su vocero y actual abogado del condenado por terrorismo Abimael Guzmán, Sendero Luminoso nunca existió (su verdadero nombre es el Partido Comunista del Perú), lo ocurrido en las décadas del 80 y 90 no fue terrorismo y el Movadef es una organización totalmente distinta al Partido Comunista del Perú; es decir a Sendero Luminoso (SL).
Como resulta evidente, estamos frente a un doble discurso descarado, inadmisible y totalmente condenable. Esto es muy fácil de comprobar a través de la lectura de los principales documentos que sustentan el origen del Movadef y que han sido remitidos al Jurado Nacional de Elecciones (JNE) para su inscripción como partido político.
Tanto el Acta de Fundación, su Estatuto y el Ideario del Movadef sustentan su doctrina política en la ideología del “marxismo, leninismo, maoísmo, pensamiento Gonzalo”; que como todos sabemos fue la ideología en la cual se basó el grupo terrorista SL para matar a comuneros, indígenas, policías, miembros de las FF.AA. y demás personas inocentes que se encontraron en su camino de muerte y destrucción.
Ahora, respondiendo a la pregunta inicial, no tenemos duda alguna que agrupaciones como la del Movadef adscritas de manera enfática a una forma de hacer política basada en la acción violenta proveniente del “Pensamiento Gonzalo”, no tienen el más mínimo derecho de incursionar en la vida política de un Estado democrático como el peruano.
Y eso es precisamente lo que ha resuelto el Registro de Organizaciones Políticas (ROP) –en una resolución admirable– al denegar la inscripción del Movadef. Sin embargo, ante la apelación del Movadef y en un acto totalmente cuestionable e inexplicable, el JNE ha declarado nula la mencionada resolución obligando al ROP a pronunciarse nuevamente, tirando por la borda toda institucionalidad democrática y poniendo en riesgo nuestro Estado de Derecho.
(*) Congresista

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