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lunes, 7 de mayo de 2012

“Han dejado a mi hijo como perro” | Diario16

“Han dejado a mi hijo como perro”
En medio del dolor de lo que significa encontrar, por sus propios medios, el cuerpo mutilado de su hijo en la selva agreste de Alto Lagunas (Vilcabamba, Cusco), Dionisio Vilca, el valeroso padre del suboficial PNP César Vilca, no ocultó su indignación por lo que consideró una burla de las fuerzas del orden y sus jefes políticos.

Panorama propaló las desgarradoras imágenes de la búsqueda de este aguerrido padre de familia que, tras haber denunciado el cese de las operaciones para dar con su hijo por parte de policías y militares, el miércoles último se internó en la selva dominada por terroristas, arriesgando su vida y acompañado solo por dos guías machiguengas y un equipo de periodistas.

Las esperanzas de don Dionisio de encontrar con vida a su hijo de 22 años se desvanecieron horas después, al encontrar primero algunas prendas de este e identificarlo, luego, por los braquets que usaba. El llanto venció su arrojo y el dolor invadió su alma. Luego vino la indignación por todo.

“Esto no se va a quedar así, no va a quedar impune. Ya verá, pero esta muerte no se va a quedar así. Yo voy a tumbar por cielo y tierra lo que han hecho con mi hijo, porque es una burla, porque lo han dejado como perro, y yo como perro también he tenido que rescatarlo, he tenido que cargarlo para que ahora los señores se tomen fotos y digan que la policía lo encontró”, dijo ofuscado.

En otro momento, este valeroso albañil de 53 años que hizo lo que no pudieron –o no quisieron– hacer los cientos de policías y militares que se suponía estaban buscado a su hijo, César Vilca, también expresó su molestia por las respuestas de los jefes militares, quienes días antes le habían dicho que estaban planificando antes de retomar las operaciones de búsqueda.

“¿No dicen que ellos tienen miedo? ¿A qué tienen miedo? Lo que pasa es que hay mucha cobardía, se aprovechan de los subalternos. Estoy solo, porque según ellos están buscando sus tácticas, sus estrategias de inteligencia”, respondió cuando la periodista Carla Muschi le preguntó si se había sentido solo en esta trágica búsqueda.

El jueves último, cuando trajeron a Lima los restos del suboficial PNP César Vilca, Salvador Iglesias, jefe de la Dirección Nacional de Operaciones Especiales (Dinoes) a la que pertenecía Vilca, dijo que ese día no salieron a buscarlo ni acompañaron al padre porque este había pedido que no lo hicieran para evitar un ataque terrorista. También dijo que le habían dado información valiosa sobre el paradero de su hijo.

No obstante, por las palabras previas de Dionisio Vilca y por lo revelado en el reportaje, si bien este pudo haber pedido que no lo siguieran, lo hizo porque ya había decidido internarse él mismo para buscar a su hijo en vista de que las fuerzas del orden ya no lo hacían. También se aprecia en las imágenes que no fueron a un lugar específico, sino que estuvieron buscando por varios sitios posibles.

RECONOCIMIENTO
Después de más de siete horas de camino, cruzando el río Postaquiato para evitar las minas y arriesgando su vida a cada instante, Dionisio Vilca, los dos guías y los periodistas de Panorama, encontraron algunas prendas a unos 300 metros del lugar en el que según el compañero de César Vilca, el suboficial PNP Luis Astuquillca, ambos se habrían separado.

“Eso es de mi hijo, sí porque yo lo parché. Esto yo lo he parchado porque él me dijo ‘papá, se ha roto’, y lo parché. Es su pantalón. Esto también es su calzoncillo (…). Pobrecito, acá tenía su plata… pero entonces él se ha cambiado”, dijo al reconocer algunas prendas y advertir que cortaron un pedazo de tela para hacerle un torniquete en la pierna herida.

Luego divisaron un cuerpo en proceso de desintegración, irreconocible, a la sombra de un árbol, confundido con la maleza. Muy cerca había una cueva donde se habría guarecido. Cuando encontraron los braquets que usaba su hijo, Dionisio no tuvo dudas.

“Sí es mi hijo. ¿Sabe por qué le digo? Porque él usaba ese short. Aparte de eso, él usaba braquets. Ya pues, entonces qué más… Ahí está la huella de la herida. Qué más (…). Mataron a mi hijo”, declaró antes de quebrarse en llanto.

“NO PAGARON RECOMPENSA”
Uno de los guías que fue con Dionisio Vilca fue Honorato. Según su versión, él fue a recoger el cuerpo sin vida de Lánder Tamani, el otro policía que junto a César Vilca y Luis Astuquillca descendió en la selva en medio de un ataque terrorista, antes de ser abandonados. Según la versión de Astuquillca, Tamani fue el primero que murió por las graves heridas de bala.

Honorato asegura que encontró el cuerpo de Tamani boca abajo y con la espalda llena de balas, y que luego lo entregó a la policía porque le habían ofrecido 400 soles. Dice que nunca le dieron nada. También contó cómo guió a los militares por esa selva, pero que en un punto ya no quisieron ingresar más.

“Yo llevaba a los militares, por allá arriba, por el monte, pero ellos acá arribita se quedaron porque no querían ir más allá. Dijeron ‘por nuestra seguridad no podemos ir’, ya no querían caminar, tendrían miedo, algo así. Hasta acá hemos dejado los cadáveres”, declaró.

LUIS GARCÍA ROJAS: lgarcia@diario16.com.pe

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