http://www.unodc.org/documents/data-and-analysis/WDR2012/Executive_summary_spanish.pdf
2012 RESUMEN EJECUTIVO
INFORME MUNDIAL SOBRE LAS DROGAS 2012
RESUMEN EJECUTIVO
INFORME MUNDIAL SOBRE LAS DROGAS
trarrestados por un auge de la producción de drogas sin-
téticas, incluido el aumento considerable de la producción
y el consumo de sustancias psicoactivas no sujetas a fiscali-
zación internacional.
Aunque cabe elogiar a los Estados Miembros por sus deno-
dados esfuerzos para combatir el problema de la droga,
frecuentemente con apoyo de la UNODC, las cifras esbo-
zadas en los párrafos precedentes muestran la magnitud
del desafío que tienen ante sí. La respuesta de la UNODC
ha consistido en una labor dual: en primer lugar, elaborar
un enfoque integrado; y en segundo lugar, centrar la aten-
ción en la prevención, el tratamiento, el desarrollo alterna-
tivo y la promoción de los derechos humanos
fundamentales.
Elaboración de un enfoque integrado
Las corrientes del tráfico de drogas tienen dimensiones
mundiales. Vinculan a regiones y continentes, a veces con
consecuencias dramáticas para los países afectados. Nues-
tras actividades de investigación y análisis de tendencias
tienen por objeto mejorar la comprensión de esas cues-
tiones. Sus resultados se aprovechan en la formulación de
programas integrados para reducir la oferta y la demanda
de drogas ilícitas.
La UNODC está creando programas regionales integrados
a la vez que promueve las respuestas interregionales e inter-
institucionales. Una de esas iniciativas interinstitucionales
región, que se ha reforzado, se vinculará con dicho centro.
Se están creando centros de excelencia en la República
Dominicana y México para promover la reducción de la
demanda de drogas.
En Centroamérica, una red de fiscales está aplicando prác-
ticas óptimas para fortalecer la justicia penal en esa región.
Al mismo tiempo, el Programa mundial de fiscalización
de contenedores, cuya finalidad es fiscalizar los contene-
dores transportados por mar y por aire, se está ampliando
y funciona en un mayor número de países. En el África
occidental y central se están logrando progresos gracias a
la creación de dependencias de lucha contra la delincuencia
transnacional.
En el Asia sudoriental, la UNODC proporciona la
estructura de base para la cooperación transfronteriza entre
los países de la subregión del Gran Mekong, ayuda a esta-
blecer sistemas de subsistencia sostenibles mediante planes
de desarrollo alternativo y ofrece a los países una base
empírica para la adopción de medidas contra la amenaza
conjunta de la delincuencia organizada y el tráfico de
drogas.
Además, la UNODC contribuye a mejorar la capacidad de
lucha contra el blanqueo de dinero y la corrupción en todas
las regiones mediante la interrupción de la corriente del
producto de las drogas ilícitas, que las redes de la delincuen-
cia utilizan para multiplicar sus actividades delictivas.
trarrestados por un auge de la producción de drogas sin-
téticas, incluido el aumento considerable de la producción
y el consumo de sustancias psicoactivas no sujetas a fiscali-
zación internacional.
Aunque cabe elogiar a los Estados Miembros por sus deno-
dados esfuerzos para combatir el problema de la droga,
frecuentemente con apoyo de la UNODC, las cifras esbo-
zadas en los párrafos precedentes muestran la magnitud
del desafío que tienen ante sí. La respuesta de la UNODC
ha consistido en una labor dual: en primer lugar, elaborar
un enfoque integrado; y en segundo lugar, centrar la aten-
ción en la prevención, el tratamiento, el desarrollo alterna-
tivo y la promoción de los derechos humanos
fundamentales.
Elaboración de un enfoque integrado
Las corrientes del tráfico de drogas tienen dimensiones
mundiales. Vinculan a regiones y continentes, a veces con
consecuencias dramáticas para los países afectados. Nues-
tras actividades de investigación y análisis de tendencias
tienen por objeto mejorar la comprensión de esas cues-
tiones. Sus resultados se aprovechan en la formulación de
programas integrados para reducir la oferta y la demanda
de drogas ilícitas.
La UNODC está creando programas regionales integrados
a la vez que promueve las respuestas interregionales e inter-
institucionales. Una de esas iniciativas interinstitucionales
región, que se ha reforzado, se vinculará con dicho centro.
Se están creando centros de excelencia en la República
Dominicana y México para promover la reducción de la
demanda de drogas.
En Centroamérica, una red de fiscales está aplicando prác-
ticas óptimas para fortalecer la justicia penal en esa región.
Al mismo tiempo, el Programa mundial de fiscalización
de contenedores, cuya finalidad es fiscalizar los contene-
dores transportados por mar y por aire, se está ampliando
y funciona en un mayor número de países. En el África
occidental y central se están logrando progresos gracias a
la creación de dependencias de lucha contra la delincuencia
transnacional.
En el Asia sudoriental, la UNODC proporciona la
estructura de base para la cooperación transfronteriza entre
los países de la subregión del Gran Mekong, ayuda a esta-
blecer sistemas de subsistencia sostenibles mediante planes
de desarrollo alternativo y ofrece a los países una base
empírica para la adopción de medidas contra la amenaza
conjunta de la delincuencia organizada y el tráfico de
drogas.
Además, la UNODC contribuye a mejorar la capacidad de
lucha contra el blanqueo de dinero y la corrupción en todas
las regiones mediante la interrupción de la corriente del
producto de las drogas ilícitas, que las redes de la delincuen-
cia utilizan para multiplicar sus actividades delictivas.
PREFACIO
INFORME
Se calcula que unos 230 millones de personas, o el 5% de
la población adulta del mundo, consumieron alguna droga
ilícita por lo menos una vez en 2010. Los consumidores
problemáticos de drogas suman unos 27 millones, o el
0,6% de la población adulta mundial. En general, el uso
de drogas ilícitas parece haberse estabilizado en todo el
mundo, aunque continúa aumentando en varios países en
desarrollo. La heroína, la cocaína y otras drogas se cobran
la vida de aproximadamente 0,2 millones de personas cada
año, siembran devastación en las familias y causan sufrimiento
a miles de otras personas. Las drogas ilícitas socavan
el desarrollo económico y social y fomentan la delincuencia,
la inestabilidad, la inseguridad y la propagación del VIH.
La producción mundial de opio ascendió a 7.000 toneladas
en 2011. Si bien esto se sitúa más de una quinta parte por
debajo de la cifra máxima alcanzada en 2007, constituye
un aumento si se compara con el bajo nivel correspondiente
a 2010, año en que una enfermedad vegetal causó la
destrucción de casi la mitad de la cosecha de adormidera
de opio en el Afganistán, que sigue siendo el mayor productor
del mundo. La superficie total de cultivo del arbusto
de coca en el mundo disminuyó en un 18% entre 2007 y
2010 y en un 33% desde 2000. Sin embargo, los esfuerzos
por reducir el cultivo y la producción de las principales
drogas problemáticas derivadas de plantas se han visto con-
es el Equipo de tareas del sistema de las Naciones Unidas
sobre la delincuencia organizada transnacional y el tráfico
de drogas, establecido en 2011.
En diciembre de 2011 se puso en marcha el Programa
regional de la UNODC para el Afganistán y los países
vecinos. A fin de apoyar este programa, la UNODC y sus
asociados han creado iniciativas transfronterizas, de inteligencia
y de control de precursores destinadas a intercambiar
información y experiencias y llevar a cabo operaciones
conjuntas. Todas estas iniciativas regionales están interconectadas
con las redes de aplicación de la ley existentes.
Existen además nuevas iniciativas destinadas a combatir el
blanqueo de dinero y a vincular la aplicación de la ley con
la búsqueda de medios de sustento alternativos. También
se ha puesto en marcha una iniciativa encaminada a desmantelar
el tráfico de drogas por mar en el Asia occidental
y meridional. La UNODC ha creado asimismo un nuevo
programa regional para Europa sudoriental con el propósito
de centrar la atención en las zonas a través de las cuales la
heroína procedente de la ruta de los Balcanes se introduce
en Europa.
Se ha establecido en Panamá un centro de coordinación
regional para Centroamérica y el Caribe. La Oficina
Regional de la UNODC para México y otros países de la
iviv
PREFACIO
Reequilibrio de la política de fiscalización de
drogas mediante el desarrollo alternativo, la
prevención, el tratamiento y los derechos
humanos fundamentales
La UNODC continuará fomentando la cooperación internacional
y ayudando a los Estados Miembros a responder
a esas amenazas. Sin embargo, si hemos de afrontar esos
desafíos, es necesario reducir tanto la oferta como la
demanda. Se reconoce cada vez más que el tratamiento y
la rehabilitación de los consumidores de drogas ilícitas son
más eficaces que el castigo.
Desde luego, no se trata de abandonar las actividades de
aplicación de la ley; más bien, la oferta y la demanda deben
complementarse. Esto significa equilibrar nuestros esfuerzos
de lucha contra el tráfico de drogas con programas de
desarrollo alternativo para los agricultores y apoyar la rehabilitación
de los consumidores de drogas y su reinserción
en la sociedad.
El desarrollo alternativo es la clave para reducir los cultivos
destinados a la producción de drogas ilícitas. Actualmente
sólo alrededor de la cuarta parte del total mundial de agricultores
que participan en el cultivo ilícito tiene acceso a
la asistencia para el desarrollo. Esto debe cambiar si hemos
de ofrecer nuevas oportunidades y alternativas genuinas.
La UNODC también promueve actividades que redunden
en una reducción notable de la demanda de drogas ilícitas.
Esas actividades son necesarias habida cuenta de los crecientes
indicios de consumo de drogas en los llamados
países de tránsito. Por ejemplo, los consumidores decocaína en el África occidental y central son cada vez más
numerosos; y las tasas más altas de prevalencia del consumo
de opio y heroína se registran en el Afganistán y la
República Islámica del Irán.
La fiscalización de drogas tiene por objeto restablecer el
equilibrio y prestar más atención al aspecto sanitario mediante
la reducción de los casos de sobredosis, los problemas
psiquiátricos y la incidencia de infecciones como el VIH
y la hepatitis. La prevención, el tratamiento, la rehabilitación
y la salud deben reconocerse como elementos fundamentales
de la estrategia mundial para reducir la
demanda de drogas. Para respaldar sus actividades, la
UNODC aplica un enfoque centrado en los derechos
humanos, las convenciones sobre fiscalización internacional
de drogas y los principios y normas internacionales.
Ir hacia adelante y no hacia atrás
Recientemente varios países afectados por las altas tasas de
violencia, secuestros, corrupción y tráfico de seres humanos
relacionadas con la delincuencia organizada transnacional
y el tráfico de drogas han solicitado asistencia internacional.
Estos países necesitan nuestro apoyo. Es nuestra
responsabilidad común hacer todo lo posible por
ayudarles.
En ese empeño, debemos tener muy presente asimismo la
importancia de las convenciones internacionales relativas
a las drogas, la delincuencia organizada y la corrupción.
De hecho, casi todas las cuestiones mencionadas en el presente
prefacio –la concentración de los esfuerzos en la
demanda de drogas, la rehabilitación y la reinserción, el
desarrollo alternativo, la responsabilidad común y los derechos
humanos fundamentales– son conceptos relevantes
de esas convenciones.
La Comisión de Estupefacientes resumió este propósito
cuando, en su resolución 55/3, relativa al 100 aniversario
de la Convención Internacional del Opio, expresó su determinación
de fortalecer la adopción de medidas y la cooperación
en los planos nacional, regional e internacional
para el logro de las metas de las convenciones sobre fiscalización
internacional de drogas, que siguen siendo la piedra
angular del sistema de fiscalización internacional de drogas.
Nuestra dirección se guía por las convenciones internacionales
en materia de fiscalización de drogas y prevención
del delito. Debemos avanzar al unísono; de lo contrario,
corremos el riesgo de ir hacia atrás y no hacia adelante.
Yury Fedotov
Director Ejecutivo
Oficina de las Naciones Unidas contra
la Droga y el Delito
INFORME sanitarias de las drogas ilícitas no ha cambiado sustancial-
mente, a no ser por una recurrencia de las altas tasas de
producción de opio en el Afganistán tras la enfermedad
que aquejó a la adormidera de opio en 2010 y la resultante
cosecha deficitaria. Sin embargo, aunque las aguas revueltas
de los mercados mundiales de drogas ilícitas parecen
haberse calmado, es posible detectar desplazamientos y
cambios subyacentes en sus flujos y corrientes. Estos cam-
bios son considerables y, además, preocupantes, no por la
forma en que afectan los datos actuales sino porque dem-
uestran la flexibilidad y adaptabilidad de los proveedores
y los consumidores de drogas, así como por las repercu-
siones futuras que esas modificaciones podrían tener en los
principales mercados mundiales de drogas.
El panorama mundial
El volumen de consumo mundial de drogas ilícitas se man-
tuvo estable durante cinco años hasta finales de 2010 entre
el 3,4% y el 6,6% de la población adulta (personas de 15
a 64 años). Sin embargo, entre un 10% y un 13% de los
usuarios de drogas siguen siendo consumidores problemáti-
cos con drogodependencia y/o trastornos relacionados con
el consumo de drogas; la prevalencia del VIH (estimada
en aproximadamente un 20%), la hepatitis C (46,7%) y
la hepatitis B (14,6%) entre los usuarios que se inyectan
la droga continúa sumándose a la carga mundial de mor-
bilidad; y, por último, pero no por ello menos importante,
Opioides
Con una prevalencia anual estimada entre el 0,6% y el
0,8% de la población de 15 a 64 años, el consumo de opi-
oides (especialmente heroína, morfina y opioides de venta
con receta consumidos con fines no médicos) se mantiene
estable en todos los principales mercados. Tras un descenso
pasajero de la producción mundial en 2010 debido a la
enfermedad que aquejó a la adormidera de opio en el
Afganistán, la producción ha vuelto a alcanzar un nivel
cercano al de 2009. La media de los precios al por mayor
y al por menor en los mercados de opiáceos que son objeto
Prevalencia (%) Número (miles)
Baja Alta Baja Alta
Cannabis 2,6 5,0 119 420 224 490
Opioides 0,6 0,8 26 380 36 120
Opiáceos 0,3 0,5 12 980 20 990
Cocaína 0,3 0,4 13 200 19 510
Estimulantes
de tipo
anfetamínico
0,3 1,2 14 340 52 540
“Éxtasis” 0,2 0,6 10 480 28 120
Cualquier
droga ilícita 3.4 6.6 153 000 300 000
Prevalencia (%) Número (miles)
Baja Alta Baja Alta
Cannabis 2,6 5,0 119 420 224 490
Opioides 0,6 0,8 26 380 36 120
Opiáceos 0,3 0,5 12 980 20 990
Cocaína 0,3 0,4 13 200 19 510
Estimulantes
de tipo
anfetamínico
0,3 1,2 14 340 52 540
“Éxtasis” 0,2 0,6 10 480 28 120
Cualquier
droga ilícita 3.4 6.6 153 000 300 000
RESUMEN EJECUTIVO
El capítulo I del Informe Mundial sobre las Drogas del
presente año contiene un panorama general de las tendencias
recientes y de la situación relativa a las drogas en términos
de su producción, tráfico ilícito y consumo, así
como de las consecuencias del uso de drogas ilícitas en lo
que respecta al tratamiento y las enfermedades y muertes
relacionadas con dicho uso.
En el capítulo II se traza una perspectiva a largo plazo sobre
las características y la evolución del problema de la droga
y los principales factores que han incidido en él. Tras un
examen de las principales características del problema contemporáneo
de la droga se hace una reseña general de los
cambios observados en los últimos decenios, para concluir
con un análisis de las fuerzas motrices que han conformado
la evolución de dicho problema, incluida una breve proyección
de sus probables tendencias futuras.
CAPÍTULO I. ESTADÍSTICAS
RECIENTES Y ANÁLISIS DE LAS
TENDENCIAS DE LOS MERCADOS
DE DROGAS ILÍCITAS
Los datos disponibles más recientes indican que la situación
mundial del consumo, la producción y las consecuencias
aproximadamente una de cada 100 muertes de adultos se
debe al consumo de drogas ilícitas.
Los opioides siguen siendo el tipo de droga predominante
en la demanda de tratamiento en Asia y Europa y también
contribuyen notablemente a la demanda de tratamiento
en África, América del Norte y Oceanía. El tratamiento
relacionado con el consumo de cocaína está en demanda
principalmente en las Américas, mientras que el cannabis
es la droga que da lugar a la mayor demanda de tratamiento
en África. La demanda de tratamiento relacionada
con el consumo de estimulantes de tipo anfetamínico es
más común en Asia.
A nivel mundial, las dos drogas ilícitas de mayor consumo
siguen siendo el cannabis (prevalencia anual mundial entre
el 2,6% y el 5,0%) y los estimulantes de tipo anfetamínico,
excluido el “éxtasis” (0,3% a 1,2%), aunque los datos relativos
a su producción son escasos. Se ha observado que la
producción y el cultivo totales de coca se mantienen estables,
mientras que la producción de opio ha vuelto a alcanzar
niveles comparables a los de 2009. La prevalencia anual
mundial correspondiente a la cocaína y a los opiáceos (opio
y heroína) se ha mantenido estable, respectivamente entre
el 0,3% y el 0,4% y entre el 0,3% y el 0,5% de la población
adulta de 15 a 64 años de edad.
22
INFORME MUNDIAL SOBRE LAS DROGAS 2012
de un seguimiento más constante, en Europa occidental y
central y en las Américas, tampoco ha registrado cambios
significativos desde 2009, aunque ello no refleja la situación
observada en importantes países productores de
opio como el Afganistán y Myanmar donde, pese a un
aumento de la producción de opio, los precios en granja
siguieron subiendo en 2010 y 2011.
Esto último puede significar que la demanda ilícita de opio
y sus derivados continúa en aumento pese a la reciente
recuperación de la producción de opio. Aunque resulta
difícil atribuirlo a una razón específica, podría tratarse de
una subestimación del consumo mundial de heroína, especialmente
en países de Asia que constituyen mercadosimportantes y en países de África que podrían ser mercados
emergentes, o bien de una expansión del mercado de opio
crudo (no procesado en forma de heroína), la cual podría
fomentar un mayor consumo de opio y tal vez dar lugar a
un mercado ilícito paralelo de opiáceos como la morfina.
El aumento de los precios en la fuente también podría
deberse a la especulación en el mercado local.
Si bien es demasiado pronto para conocer exactamente el
impacto que ha tenido en los principales mercados ilícitos
de opiáceos la cosecha deficiente de adormidera opio de
2010 en el Afganistán, en la mayoría de los países que se
proveen de opiáceos del Afganistán hubo una disminución
general de las incautaciones en 2010 y en algunos países
europeos se observó una escasez de heroína en 2010-2011.
Hay indicios de que esa escasez ha motivado a los consumidores
de algunos países a reemplazar la heroína por otras
sustancias como la desomorfina (también conocida como
“krokodil”), el opio acetilado (conocido como “kompot”)
y opioides sintéticos como el fentanilo y la buprenorfina.
Pese a que se siguen traficando grandes cantidades de
heroína por la ruta principal de los Balcanes, que va del
Afganistán a Europa occidental y central pasando por
Europa sudoriental, la mayoría de los países de esas regiones
comunicó un menor número de incautaciones en 2010.
Sin embargo, en los mercados costeros de África, así como
en los países del Asia sudoriental, se registra un aumento
de las incautaciones. Ya se trate de una búsqueda de nuevas
rutas por los traficantes o de una tendencia ascendente del
consumo de heroína en esos lugares, la falta de datos disponibles
no permite sacar conclusiones definitivas. Lo que
sí resulta evidente es que el mercado de opiáceos sigue
siendo sumamente flexible y adaptable.
Cocaína
La estabilidad general del consumo y la fabricación de
cocaína a nivel mundial encubre tendencias diferentes en
los distintos países y regiones. A la luz de los datos disponibles
sobre cultivo, producto y tráfico, la fabricación mundial
de cocaína ha registrado una disminución general a
raíz de un notable descenso de la fabricación de esa droga
en Colombia durante el quinquenio 2006-2010. Ha ocurrido
un considerable desplazamiento a medida que, durante
ese mismo período, el cultivo del arbusto de coca y la pro
ducción de coca aumentaban en los otros dos países productores
de coca, Bolivia (Estado Plurinacional de) y el
Perú, que se perfilan como productores cada vez más
importantes.
Los principales mercados de cocaína siguen estando en
América del Norte, Europa y Oceanía (especialmente Australia
y Nueva Zelandia). En América del Norte se ha registrado
una clara disminución del consumo de cocaína,
atribuible sobre todo a un descenso de las tasas de los Estados
Unidos, del 3,0% (2006) al 2,2% (2010) de los adultos
de 15 a 64 años; sin embargo, no se ha observado una
disminución similar en Europa, donde el consumo de
cocaína se estabilizó durante ese período. Los datos más
recientes procedentes de Australia muestran un aumento
del consumo de cocaína.
Hay indicios de que, mientras el mercado de los Estados
Unidos seguía proveyéndose casi exclusivamente de cocaína
producida en Colombia, en los mercados europeos se
produjo un desplazamiento a partir de 2006 que compensó,
al menos parcialmente, la escasez de la cocaína producida
en Colombia con cocaína fabricada en Bolivia
(Estado Plurinacional de) y el Perú. La disminución de las
incautaciones en Europa, pese a la aparente estabilidad de
la oferta de cocaína de la región, indica que está ocurriendo
un cambio en las modalidades de tráfico en la medida en
que los traficantes probablemente recurren cada vez más
al uso de contenedores. En los Estados Unidos de América,
la menor disponibilidad de cocaína se ha reflejado en un
aumento de los precios desde 2007. Sin embargo, en
Europa no se han observado cambios radicales en los precios
desde 2007. En general, los precios en dólares se mantuvieron
estables entre 2007 y 2010 e incluso bajaron en
algunos países.
Otro factor que incide en la disponibilidad y, sobre todo,
en la demanda general de cocaína en distintas regiones es
la emergencia de mercados de cocaína nuevos, aunque
pequeños, por ejemplo en Europa oriental y el Asia sudoriental.
Además, hay algunos indicios de que el tráfico
ilícito de cocaína a través del África occidental puede haber
tenido efectos residuales en países de esa subregión haciendo
de la cocaína una droga problemática junto con la
heroína. A la luz de ciertos datos, se observa una expansión
del mercado de cocaína, en particular de la cocaína “crack”,
en algunos países de América del Sur.
Estimulantes de tipo anfetamínico
La fabricación ilícita de estimulantes de tipo anfetamínico
(principalmente metanfetamina, anfetamina y “éxtasis”),
el segundo tipo de droga más consumido en el mundo,
resulta difícil de cuantificar debido a que está muy extendida
y se realiza a menudo en pequeña escala. Aunque el
consumo y las incautaciones mundiales de estimulantes de
tipo anfetamínico se mantuvieron generalmente estables,
en 2010 se registró un aumento de las incautaciones de
metanfetamina, que duplicaron con creces la cifra alcanzada
en 2008, en parte debido al creciente número de
incautaciones en Centroamérica y el Asia oriental y sudoriental.
Por primera vez desde 2006, las incautaciones mundiales
de metanfetamina superaron las incautaciones
mundiales de anfetamina, que descendieron en un 42% (a
19,4 toneladas) principalmente a causa de una disminución
del número de incautaciones en el Cercano Oriente y el
Oriente Medio y en el Asia sudoccidental.
Pese a un auge importante del desmantelamiento de laboratorios
de anfetamina clandestinos, las incautaciones de
anfetamina en Europa continuaron su tendencia descendente
y alcanzaron su nivel más bajo desde 2002 (5,4 toneladas).
No obstante, hay indicios de recuperación en el
mercado europeo de “éxtasis”, habida cuenta de que las
incautaciones de sustancias del grupo “éxtasis” aumentaron
a más del doble (de 595 kg en 2009 a 1,3 toneladas en
2010). La disponibilidad y el consumo de esta droga también
parecen estar aumentando en los Estados Unidos,
paralelamente a un creciente número de incautaciones de
“éxtasis” en Oceanía y el Asia sudoriental.
Por otra parte, todo parece indicar que las organizaciones
delictivas involucradas en el contrabando de estimulantes
de tipo anfetamínico, especialmente metanfetamina, explotan
el África occidental de manera similar a los traficantes
de cocaína. En 2008 comenzaron a aumentar las incautaciones
de metanfetamina procedente del África occidental;
esta sustancia era objeto de contrabando a los países del
Asia oriental, en particular el Japón y la República de
Corea.
Cannabis
El cannabis es la sustancia ilícita más consumida mundialmente:
existen entre 119 y 224 millones de consumidores
de cannabis en todo el mundo y el consumo se mantiene
estable. Los datos relativos a las incautaciones y la erradicación
del cannabis indican que la producción de hierba
de cannabis (marihuana) está cada vez más extendida,
aunque es muy difícil cuantificarla debido al carácter a
menudo localizado y en pequeña escala de su cultivo y
producción. Con respecto a la producción mundial en
mayor escala de resina de cannabis (hachís), sólo se dispone
de nuevos datos en relación con el Afganistán.
La importancia relativa de la resina y de la hierba de cannabis
varía según la región; la resina de cannabis predomina
en el Cercano Oriente y el Oriente Medio y el Asia sudoccidental,
mientras que en el África septentrional y Europa
los mercados de resina de cannabis y de hierba de cannabis
son de tamaño comparable. En el resto del mundo, incluidos
los Estados Unidos, donde la producción sigue siendo
elevada, predomina la hierba de cannabis. Los datos relativos
a África son escasos, pero las estadísticas de incautación
indican que la hierba también es la forma
predominante de cannabis en esta región, excepto en el
África septentrional, donde prevalece la resina.
Se supone que la producción de resina de cannabis es muy
reducida en Europa, aunque esta región es el mercado más
grande de resina de cannabis del mundo y el África sep-
Resumen ejecutivo
tentrional es desde hace mucho tiempo su principal
proveedor. La mayor parte de la resina de cannabis procedente
del África septentrional que se consume en Europa
proviene tradicionalmente de Marruecos; sin embargo, a
la luz de datos recientes, la importancia relativa de este país
como proveedor podría estar en descenso. De hecho, el
Afganistán parece ser actualmente uno de los principales
países del mundo en términos de producción de resina de
cannabis.
La proliferación del cultivo de cannabis de interior y las
diversas tendencias de los precios y las incautaciones de
hierba y de resina de cannabis indican un posible desplazamiento
en el mercado europeo de cannabis en desmedro
del predominio de la resina respecto de la hierba de cannabis,
teniendo en cuenta que la mayoría de los Estados
miembros de la Unión Europea han comunicado que el
cultivo de hierba de cannabis es un fenómeno que parece
estar en aumento.1 Aunque suelen ser de escala limitada,
los lugares de cultivo bajo techo pueden también albergar
operaciones de mayor envergadura a cargo de grupos de la
delincuencia organizada, que con frecuencia optan por
satisfacer la demanda de los mercados locales a fin de
reducir el riesgo inherente al tráfico de cannabis.
Por otra parte, el aumento del cultivo de cannabis bajo
techo suele ir acompañado de una mayor potencia del cannabis,
lo que apenas se refleja en las estadísticas. Ese
aumento de la potencia puede explicar, al menos en parte,
la creciente demanda de tratamiento observada entre los
consumidores de cannabis, aunque ello también puede
vincularse a los efectos acumulativos del uso prolongado
de cannabis.
Más allá del “colocón” tradicional:
nuevas sustancias y consumo con
fines no médicos de fármacos de
venta con receta
No se dispone de cifras mundiales relativas al consumo con
fines no médicos de las drogas de venta con receta distintas
de los opioides y las anfetaminas. Sin embargo, se ha informado
de que dicho consumo constituye un problema sanitario
cada vez más grave, con tasas de prevalencia que
superan las de numerosas sustancias sometidas a fiscalización
en muchos países. Por ejemplo, en los Estados
Unidos se comunicó una prevalencia durante toda la vida,
anual y mensual del consumo con fines no médicos de
fármacos psicoterapéuticos (en su mayoría analgésicos) del
20,4%, el 6,3% y el 2,7% respectivamente entre las personas
mayores de 12 años en 20102, tasas superiores a las
del resto de las drogas excepto el cannabis. Y si bien el
1
Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías, Informe anual
2011: El problema de la drogodependencia en Europa (Luxemburgo,
Oficina de Publicaciones de la Unión Europea, 2011).
2
Estados Unidos de América, Department of Health and Human
Services, Substance Abuse and Mental Health Services Administration,
Results from the 2010 National Survey on Drug Use and Health: Summary
of National Findings, NSDUH Series H-41, HHS Publication No.
SMA 11-4658 (Rockville, Maryland, 2011).
3
INFORME
44
INFORME MUNDIAL SOBRE LAS DROGAS 2012
consumo de drogas ilícitas suele ser mucho mayor entre
los hombres que entre las mujeres, el uso de tranquilizantes
y sedantes con fines no médicos por las mujeres, en los
países sobre los que se dispone de datos (en América del
Sur, Centroamérica y Europa), es una notable excepción a
la regla (y supera el consumo de cannabis).3 Además, hay
indicios de un creciente consumo de estas sustancias en
combinación con sustancias ilícitas más tradicionales, una
forma de politoxicomanía destinada ya sea a potenciar o a
contrarrestar sus efectos.
Asimismo, se observa la aparición y el consumo cada vez
más frecuentes de nuevas sustancias psicotrópicas cuya
composición química se concibe de modo a circunvenir la
fiscalización internacional. Muchos países de todas las
regiones, en particular Europa, América del Norte y
Oceanía, informaron del consumo de tales sustancias como
una de las tendencias emergentes en 2010. Entre las más
notables de esas sustancias se incluía el análogo de la metcatinona
4-metilmetcatinona (conocida también como
mefedrona), y la metilendioxipirovalerona (MPDV), vendidas
a menudo como “sales de baño” o “alimento vegetal”
y utilizadas como sucedáneos de estimulantes sujetos a
fiscalización como la cocaína o el “éxtasis”. De modo similar,
los derivados de la piperazina4 se venden como sucedáneos
del “éxtasis”, y desde 2008 se vienen detectando en
las mezclas de hierbas para fumadores varios cannabinoides
sintéticos que emulan el efecto del cannabis pero contienen
productos no sujetos a fiscalización.
Las organizaciones del tráfico ilícito de drogas siguen
adaptando sus estrategias de fabricación a fin de evitar la
detección y esas modificaciones del proceso de fabricación
ilícita de sustancias sintéticas presentan nuevos desafíos a
las autoridades de fiscalización de drogas en todo el mundo.
Problemas en materia de datos
Quedan por resolver considerables problemas relacionados
con la presentación de datos sobre las tendencias del consumo,
la producción y el tráfico de drogas ilícitas. Los
principales problemas siguen siendo la disponibilidad y la
presentación de datos sobre los distintos aspectos de la
demanda y la oferta de drogas ilícitas en los Estados Miembros.
La falta de datos es particularmente aguda en África
y en partes de Asia, donde los datos sobre la prevalencia
del consumo y las tendencias de las drogas ilícitas son, en
el mejor de los casos, vagos. Otros aspectos como los precios
y la pureza de las drogas, las pautas de incautación y
de tráfico y las dificultades metodológicas para calcular, en
algunas regiones, la producción ilícita de sustancias -en
particular cannabis y estimulantes de tipo anfetamínico-
constituyen trabas para el análisis y la elaboración de una
3
De hecho, la prevalencia mensual del consumo de tranquilizantes por
mujeres en América del Sur (1,3%) y en Europa (4,2%) es superior a
la prevalencia anual del consumo de cannabis por mujeres en América
del Sur (1,0%) o Europa (3,5%).
4
Entre esos derivados cabe mencionar la N-benzilpiperazina (BZP) y la
3-trifluorometil-fenil-piperazina.
perspectiva integral del constantemente fluctuante mercado
de drogas ilícitas. La mayor parte de esos problemas puede
superarse mediante esfuerzos sostenidos en las regiones y
los países prioritarios a fin de apoyar y mejorar la reunión
de datos de calidad sobre esos diferentes aspectos del consumo
de drogas ilícitas. Sólo de esta forma podrán cuantificarse
debidamente los altos y bajos del mercado mundial
de drogas ilícitas.
CAPÍTULO II. EL PROBLEMA
CONTEMPORÁNEO DE LA DROGA:
CARACTERÍSTICAS, PAUTAS Y
FUERZAS MOTRICES
Características fundamentales del
problema contemporáneo de las
drogas ilícitas
Aunque las sustancias psicoactivas se consumen desde hace
miles de años, en los últimos decenios el problema de la
droga ha cobrado ciertas características clave ante un telón
de fondo punteado por rápidas transiciones socioeconómicas
en varios países. Actualmente el consumo de drogas
ilícitas se caracteriza por su concentración entre los jóvenes
-en particular los hombres jóvenes de entornos urbanos- y
por una creciente gama de sustancias psicoactivas. Aunque
en muchos países desarrollados los mercados establecidos
de drogas ilícitas han mostrado señales de estabilización,
el aumento del consumo de drogas parece seguir siendo
una constante en muchos países en desarrollo.
Si bien la producción, el tráfico y el consumo de drogas
ilícitas siguen siendo motivos de preocupación, gracias al
sistema de fiscalización internacional de drogas parece
haberse logrado mantener el consumo de drogas ilícitas
bien por debajo de los niveles de consumo comunicados
respecto de las sustancias psicoactivas lícitas. Las estimaciones
mundiales indican que la prevalencia del consumo
de tabaco durante el mes anterior a la reunión de los datos
(25% de la población mayor de 15 años) es 10 veces superior
a la prevalencia de consumo de drogas ilícitas durante
dicho mes (2,5%). La prevalencia anual del consumo de
alcohol es del 42% (teniendo en cuenta que el consumo
de alcohol es legal en la mayoría de los países), cifra que es
ocho veces superior a la prevalencia anual del consumo de
drogas ilícitas (5,0%). La prevalencia del consumo semanal
episódico intenso de alcohol es ocho veces superior al consumo
problemático de drogas. El consumo de drogas representa
el 0,9% del total de años de vida ajustados en
función de la discapacidad perdidos a nivel mundial, o el
10% del total de años de vida perdidos como resultado del
consumo de sustancias psicoactivas (drogas, alcohol y
tabaco).
Los niveles de consumo de drogas probablemente serían
superiores si no obrara un efecto de contención basado en
la edad. El sistema de fiscalización internacional de drogas
parece estar frenando el consumo de drogas, especialmente
entre los adultos que están menos dispuestos a transgredir
las leyes por el hecho de consumir drogas. Si bien la iniciación
al consumo de sustancias psicoactivas suele ocurrir
durante la adolescencia o la primera juventud, el consumo
(legal) de tabaco y alcohol continúa en proporciones
mucho mayores a medida que avanza la edad en los mismos
grupos demográficos. El consumo de khat -legal en cierto
número de países- acusa pautas similares. Frente a una
prevalencia del consumo de khat en el Yemen entre las
personas mayores de 61 años que es sólo un 13% inferior
a la del grupo de 21 a 30 años, el consumo de cannabis en
los Estados Unidos entre los mayores de 61 años es aproximadamente
un 93% inferior al del grupo de 21 a 30 años.
En otras palabras, el consumo de sustancias psicoactivas
legales tiende a estar distribuido de forma mucho más
homogénea entre los distintos grupos de edad que el consumo
de drogas ilícitas.
Existe además una diferencia pronunciada entre los géneros
en cuanto al consumo de drogas ilícitas, el cual es mucho
menor entre las mujeres que entre los hombres en casi todos
los países para los que se dispone de datos fiables desglosados
por sexo. En los Estados Unidos, donde la diferencia
de consumo entre los géneros es pequeña, el consumo de
drogas por mujeres representa aproximadamente la tercera
parte del consumo por hombres, mientras que en otros
países, incluidas la India e Indonesia, el consumo de drogas
por mujeres no pasa de la décima parte del de los hombres,
aunque es posible que las estadísticas no reflejen todos los
casos de consumo de drogas por mujeres. Sin embargo, hay
algunos indicios de que esa disparidad de consumo entre
los géneros podría estar disminuyendo en algunos mercados
de drogas ilícitas muy firmemente establecidos, especialmente
en el ámbito de los jóvenes. No obstante, la
excesiva representación de los hombres en la población de
consumidores de drogas, confirmada por las encuestas de
hogares, las pruebas de drogas en los lugares de trabajo, los
datos relativos al tratamiento, las estadísticas de detención
y otros datos pertinentes, sigue siendo una característica
saliente de las pautas de consumo de drogas.
El impacto en la sociedad
Una de las repercusiones más importantes del consumo de
drogas ilícitas son las consecuencias adversas que ello tiene
para la salud de los miembros de la sociedad. El consumo
de drogas también supone una gravosa carga financiera
para la sociedad. En términos monetarios, se requerirían
unos 200.000 a 250.000 millones de dólares (entre un
0,3% y un 0,4% del PIB mundial) para sufragar todos los
costos de tratamiento relacionados con las drogas en todo
el mundo. En realidad, las sumas reales destinadas al
tratamiento de la toxicomanía son muy inferiores y menos
de una de cada cinco personas que necesita dicho tratamiento
lo recibe.
El impacto del consumo de drogas ilícitas en la productividad
de una sociedad -en términos monetarios- parece
Resumen ejecutivo
ser aun mayor. Según un estudio realizado en los Estados
Unidos, las pérdidas de productividad eran equivalentes al
0,9% del PIB y en estudios realizados en otros países se
citaban pérdidas del orden del 0,3% al 0,4% del PIB.
Los costos derivados de la delincuencia relacionada con las
drogas también son considerables. Según un estudio, en el
Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte los
costos resultantes de la delincuencia relacionada con las
drogas (fraude, robo con fuerza en las cosas, robo con violencia
o intimidación y hurto en tiendas) en Inglaterra y
Gales representaban el 1,6% del PIB, o un 90% del total
de los costos económicos y sociales relacionados con la
toxicomanía.
Evolución de las pautas del problema
de la droga a lo largo del tiempo
Si bien varias de las características generales se han mantenido
relativamente constantes durante las últimas décadas,
no cabe duda de que las pautas de la producción, el
tráfico y el consumo de drogas ilícitas han experimentado
cambios considerables.
Los mercados ilícitos de opiáceos -el tipo de droga más
problemático- han mostrado una clara declinación a lo
largo del último siglo. La producción tanto lícita como
ilícita de opio (incluida la de paja de adormidera) registró
un descenso de aproximadamente tres cuartos entre 19061907
y 2010. Esta evolución descendente ocurrió principalmente
durante la primera mitad del siglo XX. Los
niveles mundiales de producción de opio volvieron a
aumentar hasta 2000, año a partir del cual se mantuvieron
básicamente estables. Mientras que el consumo de opiáceos
se ha estabilizado o reducido durante el último decenio en
Europa occidental (que fue por largo tiempo el principal
mercado de consumo de heroína), la situación en otros
mercados ha sido mixta.
En contraste, el mercado mundial de cocaína se ha expandido
desde finales del siglo XIX y sólo recientemente ha
venido mostrado una tendencia a la baja. La producción
mundial de cocaína registró un marcado aumento en las
décadas de 1980 y 1990 y recién se ha estabilizado en el
último decenio. Sin embargo, en los últimos años, las cantidades
de cocaína disponibles para el consumo -una vez
restadas las incautaciones efectuadas a lo largo de las rutas
de tránsito- parecen haber disminuido. El consumo de
cocaína en América del Norte, la región con el mercado
de cocaína más grande, ha declinado considerablemente
durante el último decenio, aunque esa reducción se ha visto
contrarrestada en parte por un creciente consumo en
Europa y América del Sur.
Como lo ha sido en el pasado, el cannabis sigue siendo la
droga ilícita más consumida en todo el mundo. Si bien en
varios países desarrollados el consumo de cannabis se ha
estabilizado o está en descenso, en muchos países en desarrollo
continúa aumentando. El cultivo hidropónico de
cannabis, a menudo bajo techo, es común actualmente en
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INFORME
66
INFORME MUNDIAL SOBRE LAS DROGAS 2012
muchos países desarrollados. Esto ha redundado en una
mayor potencia de la droga y ha permitido acortar la vía
de abastecimiento y reducir la necesidad de tráfico
interregional.
La fabricación y el consumo ilícitos de estimulantes de tipo
anfetamínico siguen aumentando, en contraste con las
actuales tendencias generales de las drogas derivadas de
plantas. Durante el período 1998-2010, las incautaciones
mundiales de estimulantes de tipo anfetamínico prácticamente
se triplicaron, incremento muy superior al registrado
con respecto a las drogas derivadas de plantas. Los mayores
aumentos de la demanda durante el último decenio han
sido comunicados por países de Asia.
El consumo de drogas es un fenómeno dinámico en que
los usuarios ensayan distintas combinaciones de drogas, a
veces mezclando drogas lícitas e ilícitas, así como distintas
modalidades de consumo. Hay informes de que la politoxicomanía,
es decir, el consumo de sustancias diversas ya sea
de forma simultánea o sucesiva, es cada vez más frecuente
en muchos países. Si bien la combinación de sustancias
más común es la del alcohol con diferentes drogas ilícitas,
otras combinaciones como el “speedball”, una mezcla de
cocaína y heroína, también son frecuentes en muchos
lugares. Un gran número de países comunica altos niveles
de consumo de drogas de venta con receta con fines no
médicos. El consumo de opioides con fines no médicos
resulta especialmente problemático y es la causa de que en
los Estados Unidos las muertes por sobredosis de opioides
de venta con receta se hayan cuadruplicado desde 1999.
Factores que inciden en la evolución
del problema
La evolución del complejo problema mundial de las drogas
ilícitas se ve impulsada claramente por una serie de factores.
Entre éstos, cabe mencionar la influencia de las tendencias
sociodemográficas, como los equilibrios de género y de
edad en la población y la tasa de urbanización. Si el perfil
demográfico de una determinada sociedad se modifica, es
posible que el comportamiento frente al consumo de
drogas refleje a su vez esos cambios. Inciden asimismo en
esa evolución los factores socioeconómicos, como los niveles
de ingreso disponible, desigualdad y desempleo. Un
nivel más elevado de ingreso disponible puede hacer que
un mayor número de personas esté en condiciones de
adquirir drogas ilícitas, mientras que una alta tasa de
desigualdad o desempleo puede aumentar la propensión a
consumir drogas ilícitas entre los grupos afectados. Una
extensa categoría de fuerzas motrices de índole sociocultural
-incluidos los cambios en los sistemas de valores tradicionales
y el surgimiento de una “cultura juvenil”
relativamente uniforme en muchos países- también influye
en la evolución del problema, aunque de formas a menudo
difíciles de cuantificar. El análisis muestra asimismo que
la existencia de peligros inherentes a las drogas y las percepciones
conexas figuran entre las variables clave que
determinan el consumo de drogas.
El sistema de fiscalización internacional de drogas y su
aplicación han tenido una influencia decisiva en la evolución
del problema de la droga. Una amplia gama de acontecimientos
políticos y sociales, generalmente imprevisibles
y sin aparente relación con la problemática de la toxicomanía,
también ha alterado fundamentalmente el desafío
que enfrenta hoy en día el mundo con respecto a las drogas.
Acontecimientos como la guerra de Viet Nam, así como
transformaciones más vastas y profundas, como las que
tuvieron lugar al final de la guerra fría, han repercutido
indirecta pero sustantivamente en la situación del consumo
de drogas ilícitas.
Probable evolución futura del
problema de la droga
Un acontecimiento decisivo que habrá que vigilar es el
reciente desplazamiento del consumo de los países desarrollados
a los países en desarrollo, lo que supondría una
mayor carga para países relativamente menos preparados
para soportarla. Las tendencias demográficas indican un
probable aumento sustancial del número total de consumidores
de drogas en los países en desarrollo, no sólo
debido al mayor crecimiento demográfico proyectado en
esas zonas, sino también a su población más joven y a su
rápida tasa de urbanización. Además, es posible que la
brecha de consumo entre hombres y mujeres comience a
cerrarse a medida que aumente el consumo de drogas por
mujeres en los países en desarrollo como consecuencia de
la desaparición de las barreras socioculturales y de una
mayor igualdad de género.
En términos de sustancias específicas, es posible que la
prominencia de la heroína y la cocaína en los mercados de
drogas ilícitas siga disminuyendo. En contraste, no hay
indicios de que la popularidad del cannabis se resienta
marcadamente. Es probable que esta droga continúe siendo
la sustancia ilícita más consumida y que el consumo de
una gran variedad de drogas sintéticas lícitas e ilícitas siga
en ascenso. Estas previsiones se basan en el supuesto de
que ciertos factores clave se mantendrán estables. Sin
embargo, este supuesto podría no materializarse, dado que
aún pueden surgir numerosas situaciones y circunstancias
imprevistas y en gran medida imprevisibles que repercutan
en el problema, como ha sucedido repetidas veces en el
pasado. Mientras más se hurga en el futuro, más impredecible
resulta la evolución.
Lo que sí puede asegurarse es que los gobiernos y las sociedades
seguirán enfrentando diversas opciones de política
al abordar los problemas relacionados con las drogas y la
delincuencia a la vez que se esfuerzan por lograr la paz y el
desarrollo internacionales y el respeto de los derechos
humanos.
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