ESTE BLOG PRETENDE HACER ESCUCHAR UNA VOZ DE LAS FUERZAS DEL ORDEN MALTRATADAS POR INTERESES POLÍTICOS SUBALTERNOS Y POR ESTE MEDIO HACER CONOCER SUS PUNTOS DE VISTA PARA QUE LA SOCIEDAD COMPRENDA LOS HECHOS DE LA REALIDAD NACIONAL QUE IMPACTAN NEGATIVAMENTE EN LA SEGURIDAD Y DEFENSA NACIONAL Y SU COMPROMISO RESPONSABLE FRENTE A ELLA EN LA BUSQUEDA DEL BIEN COMÚN
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sábado, 9 de octubre de 2010
El activista chino Liu Xiaobo, premio Nobel de la Paz
El disidente chino está encarcelado desde 2008 por firmar la Carta 08, un manifiesto que pedía reformas democráticas en China. Su mujer llama a redoblar los esfuerzos internacionales para lograr su excarcelación
JOSE REINOSO - Pekín - 08/10/2010
Los defensores de los derechos humanos en China han recibido un espaldarazo, soñado desde hace años. El Comité Noruego de los premios Nobel ha otorgado hoy el de la Paz al disidente chino encarcelado Liu Xiaobo, de 54 años, un incombustible luchador por la defensa de las libertades y la democracia, que fue condenado en diciembre del año pasado a 11 años de prisión por su activismo. El comité ha dicho que el galardón le ha sido concedido 'por su larga y pacífica lucha por los derechos humanos fundamentales en China'. La elección de Liu supone un serio revés para el Gobierno de Pekín, especialmente cuando busca ocupar un mayor papel en la escena internacional, bajo los mantras de un ascenso pacífico y un mundo armonioso.
Liu Xia, la esposa de Xiaobo, se ha declarado 'encantada' con la concesión del premio a su marido y espera que sirva para que la comunidad internacional presione a China para lograr su liberación. 'Espero que la comunidad internacional aproveche esta ocasión para presionar al Gobierno chino para la liberación de mi marido', ha dicho. 'Como el comité [del Nobel] reconoce, el nuevo estatus de China en el mundo va acompañado de una mayor responsabilidad', dice la poetisa Liu Xia en un comunicado hecho público por la ONG Freedom Now. 'China debe asumir esta responsabilidad, enorgullecerse de esta selección y liberarlo de la cárcel', sostiene.
'Estoy tan encantada que no sé qué decir. Quiero agradecer a todo el mundo por su apoyo a Xiaobo y al Comité del Nobel, a Vaclav Havel, al Dalai Lama y a todos los que le han apoyado', ha declarado a la agencia France Presse. Para ella, el premio representa un 'gran estímulo y un apoyo' para los que luchan a favor de la democratización de China. Durante la conversación con la agencia, la esposa ha comentado que estaba en presencia de policías que la iban a llevar a la provincia de Liaoning, al noreste del país, donde está encarcelado su marido, para que pueda anunciarle la noticia del premio.
Liu Xiaobo, escritor y antiguo profesor universitario, pasó 20 meses en la cárcel por su papel en las protestas a favor de la democracia de la plaza Tiananmen, en 1989, en las que murieron cientos de personas, según algunas fuentes -miles, según otras-, tras la intervención del Ejército. Más tarde fue internado tres años en un campo de reeducación por el trabajo, y ha estado constantemente sometido a acoso y supervisión policial.
El 25 de diciembre del año pasado -en plenas fiestas navideñas en Occidente- un tribunal de Pekín le sentenció a 11 años por 'incitar a la subversión del poder del Estado'. Los jueces le acusaron de haber publicado en Internet escritos críticos con el Partido Comunista Chino (PCCh) y haber liderado la redacción de la Carta 08, un manifiesto político que pide profundas reformas democráticas, hecho público en diciembre de 2008. Se trata de la pena más dura dictada por 'incitar a la subversión del poder del Estado' desde que este crimen fue introducido en 1997. El cargo es utilizado habitualmente para silenciar a quienes se oponen al Gobierno de partido único del PCCh.
La concesión del galardón a uno de sus ciudadanos encarcelados por luchar en favor de la democracia coloca a las autoridades chinas en una situación extremadamente incómoda. De ahí que desde hace meses hayan intentado evitar su elección mediante presiones sobre el comité de los Nobel y advertencias de que dañará las relaciones con Noruega. '(Liu Xiaobo) fue condenado a cárcel por las autoridades judiciales chinas por violar la ley. Estos actos son totalmente contrarios a las aspiraciones del Premio Nobel de la Paz', declaró a finales del mes pasado la portavoz de Exteriores Jiang Yu.
El periódico oficial en inglés Global Times calificó la semana pasada a Liu de radical y separatista, término, éste último, utilizado habitualmente contra el Dalai Lama, cuya concesión del Nobel de la Paz en 1989 también provocó las iras y fue desautorizado por Pekín. El Gobierno chino hizo otro tanto con el Nobel de Literatura concedido en 2000 a Gao Xinjian, un disidente emigrado que vive en Francia.
La elección de Liu, que fue detenido en vísperas de la publicación de la Carta 08, focalizará la atención mundial sobre la situación de los derechos humanos en China, y el encarcelamiento de otros activistas, en un momento en el que muchos países -entre ellos, Estados Unidos- han suavizado sus presiones sobre Pekín en este campo, ante la pujaza de la economía china.
La Carta 08 pide, entre otros, una democracia legislativa, la separación de poderes, un sistema judicial independiente, y libertad de asociación, religión y prensa. 'La democratización de China no puede ser aplazada más tiempo', señala el manifiesto. Inicialmente fue firmado por 300 intelectuales -entre ellos, académicos, abogados, periodistas y artistas-, pero posteriormente ha sido rubricado, a pesar de los riesgos, por varios miles de personas. Está inspirado en la Carta 77, redactada en la antigua Checoslovaquia, que conduciría años después, en 1989, a la Revolución de Terciopelo, que barrió el régimen comunista.
De ahí que el impacto de la Carta 08 entre la élite intelectual china causara gran inquietud a las autoridades, que quisieron lanzar un duro mensaje de advertencia a otros disidentes. Muchos de los signatarios del manifiesto han sido interrogados por la policía, y algunos han perdido sus trabajos en organismos públicos. El Nobel de la Paz fue ganado el año pasado por el presidente estadounidense, Barack Obama. El Dalai Lama y el también Nobel de la Paz y ex presidente checo, Vaclav Havel, que fue uno de los redactores de la Carta 77, se encuentran entre quienes habían pedido la concesión del galardón a Liu Xiaobo.
Fuente: http://www.elpais.com
Los defensores de los derechos humanos en China han recibido un espaldarazo, soñado desde hace años. El Comité Noruego de los premios Nobel ha otorgado hoy el de la Paz al disidente chino encarcelado Liu Xiaobo, de 54 años, un incombustible luchador por la defensa de las libertades y la democracia, que fue condenado en diciembre del año pasado a 11 años de prisión por su activismo. El comité ha dicho que el galardón le ha sido concedido 'por su larga y pacífica lucha por los derechos humanos fundamentales en China'. La elección de Liu supone un serio revés para el Gobierno de Pekín, especialmente cuando busca ocupar un mayor papel en la escena internacional, bajo los mantras de un ascenso pacífico y un mundo armonioso.
Liu Xia, la esposa de Xiaobo, se ha declarado 'encantada' con la concesión del premio a su marido y espera que sirva para que la comunidad internacional presione a China para lograr su liberación. 'Espero que la comunidad internacional aproveche esta ocasión para presionar al Gobierno chino para la liberación de mi marido', ha dicho. 'Como el comité [del Nobel] reconoce, el nuevo estatus de China en el mundo va acompañado de una mayor responsabilidad', dice la poetisa Liu Xia en un comunicado hecho público por la ONG Freedom Now. 'China debe asumir esta responsabilidad, enorgullecerse de esta selección y liberarlo de la cárcel', sostiene.
'Estoy tan encantada que no sé qué decir. Quiero agradecer a todo el mundo por su apoyo a Xiaobo y al Comité del Nobel, a Vaclav Havel, al Dalai Lama y a todos los que le han apoyado', ha declarado a la agencia France Presse. Para ella, el premio representa un 'gran estímulo y un apoyo' para los que luchan a favor de la democratización de China. Durante la conversación con la agencia, la esposa ha comentado que estaba en presencia de policías que la iban a llevar a la provincia de Liaoning, al noreste del país, donde está encarcelado su marido, para que pueda anunciarle la noticia del premio.
Liu Xiaobo, escritor y antiguo profesor universitario, pasó 20 meses en la cárcel por su papel en las protestas a favor de la democracia de la plaza Tiananmen, en 1989, en las que murieron cientos de personas, según algunas fuentes -miles, según otras-, tras la intervención del Ejército. Más tarde fue internado tres años en un campo de reeducación por el trabajo, y ha estado constantemente sometido a acoso y supervisión policial.
El 25 de diciembre del año pasado -en plenas fiestas navideñas en Occidente- un tribunal de Pekín le sentenció a 11 años por 'incitar a la subversión del poder del Estado'. Los jueces le acusaron de haber publicado en Internet escritos críticos con el Partido Comunista Chino (PCCh) y haber liderado la redacción de la Carta 08, un manifiesto político que pide profundas reformas democráticas, hecho público en diciembre de 2008. Se trata de la pena más dura dictada por 'incitar a la subversión del poder del Estado' desde que este crimen fue introducido en 1997. El cargo es utilizado habitualmente para silenciar a quienes se oponen al Gobierno de partido único del PCCh.
La concesión del galardón a uno de sus ciudadanos encarcelados por luchar en favor de la democracia coloca a las autoridades chinas en una situación extremadamente incómoda. De ahí que desde hace meses hayan intentado evitar su elección mediante presiones sobre el comité de los Nobel y advertencias de que dañará las relaciones con Noruega. '(Liu Xiaobo) fue condenado a cárcel por las autoridades judiciales chinas por violar la ley. Estos actos son totalmente contrarios a las aspiraciones del Premio Nobel de la Paz', declaró a finales del mes pasado la portavoz de Exteriores Jiang Yu.
El periódico oficial en inglés Global Times calificó la semana pasada a Liu de radical y separatista, término, éste último, utilizado habitualmente contra el Dalai Lama, cuya concesión del Nobel de la Paz en 1989 también provocó las iras y fue desautorizado por Pekín. El Gobierno chino hizo otro tanto con el Nobel de Literatura concedido en 2000 a Gao Xinjian, un disidente emigrado que vive en Francia.
La elección de Liu, que fue detenido en vísperas de la publicación de la Carta 08, focalizará la atención mundial sobre la situación de los derechos humanos en China, y el encarcelamiento de otros activistas, en un momento en el que muchos países -entre ellos, Estados Unidos- han suavizado sus presiones sobre Pekín en este campo, ante la pujaza de la economía china.
La Carta 08 pide, entre otros, una democracia legislativa, la separación de poderes, un sistema judicial independiente, y libertad de asociación, religión y prensa. 'La democratización de China no puede ser aplazada más tiempo', señala el manifiesto. Inicialmente fue firmado por 300 intelectuales -entre ellos, académicos, abogados, periodistas y artistas-, pero posteriormente ha sido rubricado, a pesar de los riesgos, por varios miles de personas. Está inspirado en la Carta 77, redactada en la antigua Checoslovaquia, que conduciría años después, en 1989, a la Revolución de Terciopelo, que barrió el régimen comunista.
De ahí que el impacto de la Carta 08 entre la élite intelectual china causara gran inquietud a las autoridades, que quisieron lanzar un duro mensaje de advertencia a otros disidentes. Muchos de los signatarios del manifiesto han sido interrogados por la policía, y algunos han perdido sus trabajos en organismos públicos. El Nobel de la Paz fue ganado el año pasado por el presidente estadounidense, Barack Obama. El Dalai Lama y el también Nobel de la Paz y ex presidente checo, Vaclav Havel, que fue uno de los redactores de la Carta 77, se encuentran entre quienes habían pedido la concesión del galardón a Liu Xiaobo.
Fuente: http://www.elpais.com
El activista chino Liu Xiaobo, premio Nobel de la Paz
El disidente chino está encarcelado desde 2008 por firmar la Carta 08, un manifiesto que pedía reformas democráticas en China. Su mujer llama a redoblar los esfuerzos internacionales para lograr su excarcelación
JOSE REINOSO - Pekín - 08/10/2010
Los defensores de los derechos humanos en China han recibido un espaldarazo, soñado desde hace años. El Comité Noruego de los premios Nobel ha otorgado hoy el de la Paz al disidente chino encarcelado Liu Xiaobo, de 54 años, un incombustible luchador por la defensa de las libertades y la democracia, que fue condenado en diciembre del año pasado a 11 años de prisión por su activismo. El comité ha dicho que el galardón le ha sido concedido 'por su larga y pacífica lucha por los derechos humanos fundamentales en China'. La elección de Liu supone un serio revés para el Gobierno de Pekín, especialmente cuando busca ocupar un mayor papel en la escena internacional, bajo los mantras de un ascenso pacífico y un mundo armonioso.
Liu Xia, la esposa de Xiaobo, se ha declarado 'encantada' con la concesión del premio a su marido y espera que sirva para que la comunidad internacional presione a China para lograr su liberación. 'Espero que la comunidad internacional aproveche esta ocasión para presionar al Gobierno chino para la liberación de mi marido', ha dicho. 'Como el comité [del Nobel] reconoce, el nuevo estatus de China en el mundo va acompañado de una mayor responsabilidad', dice la poetisa Liu Xia en un comunicado hecho público por la ONG Freedom Now. 'China debe asumir esta responsabilidad, enorgullecerse de esta selección y liberarlo de la cárcel', sostiene.
'Estoy tan encantada que no sé qué decir. Quiero agradecer a todo el mundo por su apoyo a Xiaobo y al Comité del Nobel, a Vaclav Havel, al Dalai Lama y a todos los que le han apoyado', ha declarado a la agencia France Presse. Para ella, el premio representa un 'gran estímulo y un apoyo' para los que luchan a favor de la democratización de China. Durante la conversación con la agencia, la esposa ha comentado que estaba en presencia de policías que la iban a llevar a la provincia de Liaoning, al noreste del país, donde está encarcelado su marido, para que pueda anunciarle la noticia del premio.
Liu Xiaobo, escritor y antiguo profesor universitario, pasó 20 meses en la cárcel por su papel en las protestas a favor de la democracia de la plaza Tiananmen, en 1989, en las que murieron cientos de personas, según algunas fuentes -miles, según otras-, tras la intervención del Ejército. Más tarde fue internado tres años en un campo de reeducación por el trabajo, y ha estado constantemente sometido a acoso y supervisión policial.
El 25 de diciembre del año pasado -en plenas fiestas navideñas en Occidente- un tribunal de Pekín le sentenció a 11 años por 'incitar a la subversión del poder del Estado'. Los jueces le acusaron de haber publicado en Internet escritos críticos con el Partido Comunista Chino (PCCh) y haber liderado la redacción de la Carta 08, un manifiesto político que pide profundas reformas democráticas, hecho público en diciembre de 2008. Se trata de la pena más dura dictada por 'incitar a la subversión del poder del Estado' desde que este crimen fue introducido en 1997. El cargo es utilizado habitualmente para silenciar a quienes se oponen al Gobierno de partido único del PCCh.
La concesión del galardón a uno de sus ciudadanos encarcelados por luchar en favor de la democracia coloca a las autoridades chinas en una situación extremadamente incómoda. De ahí que desde hace meses hayan intentado evitar su elección mediante presiones sobre el comité de los Nobel y advertencias de que dañará las relaciones con Noruega. '(Liu Xiaobo) fue condenado a cárcel por las autoridades judiciales chinas por violar la ley. Estos actos son totalmente contrarios a las aspiraciones del Premio Nobel de la Paz', declaró a finales del mes pasado la portavoz de Exteriores Jiang Yu.
El periódico oficial en inglés Global Times calificó la semana pasada a Liu de radical y separatista, término, éste último, utilizado habitualmente contra el Dalai Lama, cuya concesión del Nobel de la Paz en 1989 también provocó las iras y fue desautorizado por Pekín. El Gobierno chino hizo otro tanto con el Nobel de Literatura concedido en 2000 a Gao Xinjian, un disidente emigrado que vive en Francia.
La elección de Liu, que fue detenido en vísperas de la publicación de la Carta 08, focalizará la atención mundial sobre la situación de los derechos humanos en China, y el encarcelamiento de otros activistas, en un momento en el que muchos países -entre ellos, Estados Unidos- han suavizado sus presiones sobre Pekín en este campo, ante la pujaza de la economía china.
La Carta 08 pide, entre otros, una democracia legislativa, la separación de poderes, un sistema judicial independiente, y libertad de asociación, religión y prensa. 'La democratización de China no puede ser aplazada más tiempo', señala el manifiesto. Inicialmente fue firmado por 300 intelectuales -entre ellos, académicos, abogados, periodistas y artistas-, pero posteriormente ha sido rubricado, a pesar de los riesgos, por varios miles de personas. Está inspirado en la Carta 77, redactada en la antigua Checoslovaquia, que conduciría años después, en 1989, a la Revolución de Terciopelo, que barrió el régimen comunista.
De ahí que el impacto de la Carta 08 entre la élite intelectual china causara gran inquietud a las autoridades, que quisieron lanzar un duro mensaje de advertencia a otros disidentes. Muchos de los signatarios del manifiesto han sido interrogados por la policía, y algunos han perdido sus trabajos en organismos públicos. El Nobel de la Paz fue ganado el año pasado por el presidente estadounidense, Barack Obama. El Dalai Lama y el también Nobel de la Paz y ex presidente checo, Vaclav Havel, que fue uno de los redactores de la Carta 77, se encuentran entre quienes habían pedido la concesión del galardón a Liu Xiaobo.
Fuente: http://www.elpais.com
Los defensores de los derechos humanos en China han recibido un espaldarazo, soñado desde hace años. El Comité Noruego de los premios Nobel ha otorgado hoy el de la Paz al disidente chino encarcelado Liu Xiaobo, de 54 años, un incombustible luchador por la defensa de las libertades y la democracia, que fue condenado en diciembre del año pasado a 11 años de prisión por su activismo. El comité ha dicho que el galardón le ha sido concedido 'por su larga y pacífica lucha por los derechos humanos fundamentales en China'. La elección de Liu supone un serio revés para el Gobierno de Pekín, especialmente cuando busca ocupar un mayor papel en la escena internacional, bajo los mantras de un ascenso pacífico y un mundo armonioso.
Liu Xia, la esposa de Xiaobo, se ha declarado 'encantada' con la concesión del premio a su marido y espera que sirva para que la comunidad internacional presione a China para lograr su liberación. 'Espero que la comunidad internacional aproveche esta ocasión para presionar al Gobierno chino para la liberación de mi marido', ha dicho. 'Como el comité [del Nobel] reconoce, el nuevo estatus de China en el mundo va acompañado de una mayor responsabilidad', dice la poetisa Liu Xia en un comunicado hecho público por la ONG Freedom Now. 'China debe asumir esta responsabilidad, enorgullecerse de esta selección y liberarlo de la cárcel', sostiene.
'Estoy tan encantada que no sé qué decir. Quiero agradecer a todo el mundo por su apoyo a Xiaobo y al Comité del Nobel, a Vaclav Havel, al Dalai Lama y a todos los que le han apoyado', ha declarado a la agencia France Presse. Para ella, el premio representa un 'gran estímulo y un apoyo' para los que luchan a favor de la democratización de China. Durante la conversación con la agencia, la esposa ha comentado que estaba en presencia de policías que la iban a llevar a la provincia de Liaoning, al noreste del país, donde está encarcelado su marido, para que pueda anunciarle la noticia del premio.
Liu Xiaobo, escritor y antiguo profesor universitario, pasó 20 meses en la cárcel por su papel en las protestas a favor de la democracia de la plaza Tiananmen, en 1989, en las que murieron cientos de personas, según algunas fuentes -miles, según otras-, tras la intervención del Ejército. Más tarde fue internado tres años en un campo de reeducación por el trabajo, y ha estado constantemente sometido a acoso y supervisión policial.
El 25 de diciembre del año pasado -en plenas fiestas navideñas en Occidente- un tribunal de Pekín le sentenció a 11 años por 'incitar a la subversión del poder del Estado'. Los jueces le acusaron de haber publicado en Internet escritos críticos con el Partido Comunista Chino (PCCh) y haber liderado la redacción de la Carta 08, un manifiesto político que pide profundas reformas democráticas, hecho público en diciembre de 2008. Se trata de la pena más dura dictada por 'incitar a la subversión del poder del Estado' desde que este crimen fue introducido en 1997. El cargo es utilizado habitualmente para silenciar a quienes se oponen al Gobierno de partido único del PCCh.
La concesión del galardón a uno de sus ciudadanos encarcelados por luchar en favor de la democracia coloca a las autoridades chinas en una situación extremadamente incómoda. De ahí que desde hace meses hayan intentado evitar su elección mediante presiones sobre el comité de los Nobel y advertencias de que dañará las relaciones con Noruega. '(Liu Xiaobo) fue condenado a cárcel por las autoridades judiciales chinas por violar la ley. Estos actos son totalmente contrarios a las aspiraciones del Premio Nobel de la Paz', declaró a finales del mes pasado la portavoz de Exteriores Jiang Yu.
El periódico oficial en inglés Global Times calificó la semana pasada a Liu de radical y separatista, término, éste último, utilizado habitualmente contra el Dalai Lama, cuya concesión del Nobel de la Paz en 1989 también provocó las iras y fue desautorizado por Pekín. El Gobierno chino hizo otro tanto con el Nobel de Literatura concedido en 2000 a Gao Xinjian, un disidente emigrado que vive en Francia.
La elección de Liu, que fue detenido en vísperas de la publicación de la Carta 08, focalizará la atención mundial sobre la situación de los derechos humanos en China, y el encarcelamiento de otros activistas, en un momento en el que muchos países -entre ellos, Estados Unidos- han suavizado sus presiones sobre Pekín en este campo, ante la pujaza de la economía china.
La Carta 08 pide, entre otros, una democracia legislativa, la separación de poderes, un sistema judicial independiente, y libertad de asociación, religión y prensa. 'La democratización de China no puede ser aplazada más tiempo', señala el manifiesto. Inicialmente fue firmado por 300 intelectuales -entre ellos, académicos, abogados, periodistas y artistas-, pero posteriormente ha sido rubricado, a pesar de los riesgos, por varios miles de personas. Está inspirado en la Carta 77, redactada en la antigua Checoslovaquia, que conduciría años después, en 1989, a la Revolución de Terciopelo, que barrió el régimen comunista.
De ahí que el impacto de la Carta 08 entre la élite intelectual china causara gran inquietud a las autoridades, que quisieron lanzar un duro mensaje de advertencia a otros disidentes. Muchos de los signatarios del manifiesto han sido interrogados por la policía, y algunos han perdido sus trabajos en organismos públicos. El Nobel de la Paz fue ganado el año pasado por el presidente estadounidense, Barack Obama. El Dalai Lama y el también Nobel de la Paz y ex presidente checo, Vaclav Havel, que fue uno de los redactores de la Carta 77, se encuentran entre quienes habían pedido la concesión del galardón a Liu Xiaobo.
Fuente: http://www.elpais.com
El liberalismo de MVLl
POLÍTICA | Sáb. 09 oct '10
Autor: Santiago Pedraglio
Mario Vargas Llosa ha ganado merecidamente el premio Nobel de Literatura. Los críticos literarios analizarán con ojo especializado las virtudes del novelista. Quien escribe esta columna solo quisiera mencionar su especial aprecio por “La ciudad y los perros”, llena de pasión y reveladora de las estructuras de poder juvenil; “Conversación en La Catedral”, con diálogos magistrales, un retrato de estructuras de poder político y social aún vigentes en el Perú; y “La guerra del fin del mundo”, la mejor de todas, en la que una utopía movilizadora se presenta seductoramente, con rigor, conocimiento y extraordinaria libertad.
Esta nota busca más bien subrayar el liberalismo político de Mario Vargas Llosa, sin negar discrepancias con su cerrada y unilateral defensa de las bondades de la autorregulación del mercado. No obstante, el pensamiento político de Vargas Llosa es bastante más complejo y se ubica claramente en el cauce de una corriente política distinta a la de la extrema derecha peruana.
La defensa de la democracia después del autogolpe de Alberto Fujimori en 1992 fue ejemplar, como su empecinada y persistente lucha posterior contra la autocracia. Tuvo además la entereza de pelear, durante esos años, a través de artículos, conferencias y declaraciones, sin el apoyo de la gran mayoría de sus antiguos aliados políticos.
A propósito de la filiación política liberal de Vargas Llosa, cabe recordar que un porcentaje mayoritario de quienes habían apoyado la conformación del Fredemo y la candidatura presidencial del hoy premio Nobel se hizo fujimorista más rápido de lo que canta un gallo. En 1990, las lamentaciones por la derrota electoral porque el Perú había perdido un “presidente de lujo” no sólo se hicieron fujimoristas y apoyaron el autogolpe, sino que le pedían a Vargas Llosa que se callara, que se quedara a vivir en España y dejara de criticar a la dictadura.
Este liberalismo político del escritor –que algunos se esfuerzan en reducir a sus opiniones sobre liberalismo económico, a su convicción por la libertad de mercado– ha sido un factor de particular importancia en la creación de una corriente de pensamiento aún minoritaria pero significativa de quienes creen en la libertad de mercado y defienden simultáneamente los derechos de los peruanos, y, en general, el Estado de derecho.
No es gratuito, por esta razón, el reciente incidente de Mario Vargas Llosa con el presidente Alan García y con el virulento sector de la extrema derecha peruana, autoritaria y librecambista, a propósito de los decretos legislativos que abrían la puerta de escape a acusados o sentenciados por violaciones a los derechos humanos.
Al margen de estas anotaciones sobre el escritor y la política nacional, es momento de felicitarlo por su éxito literario, ámbito en el que demuestra su más amplia libertad y maestría
.
Esta nota busca más bien subrayar el liberalismo político de Mario Vargas Llosa, sin negar discrepancias con su cerrada y unilateral defensa de las bondades de la autorregulación del mercado. No obstante, el pensamiento político de Vargas Llosa es bastante más complejo y se ubica claramente en el cauce de una corriente política distinta a la de la extrema derecha peruana.
La defensa de la democracia después del autogolpe de Alberto Fujimori en 1992 fue ejemplar, como su empecinada y persistente lucha posterior contra la autocracia. Tuvo además la entereza de pelear, durante esos años, a través de artículos, conferencias y declaraciones, sin el apoyo de la gran mayoría de sus antiguos aliados políticos.
A propósito de la filiación política liberal de Vargas Llosa, cabe recordar que un porcentaje mayoritario de quienes habían apoyado la conformación del Fredemo y la candidatura presidencial del hoy premio Nobel se hizo fujimorista más rápido de lo que canta un gallo. En 1990, las lamentaciones por la derrota electoral porque el Perú había perdido un “presidente de lujo” no sólo se hicieron fujimoristas y apoyaron el autogolpe, sino que le pedían a Vargas Llosa que se callara, que se quedara a vivir en España y dejara de criticar a la dictadura.
Este liberalismo político del escritor –que algunos se esfuerzan en reducir a sus opiniones sobre liberalismo económico, a su convicción por la libertad de mercado– ha sido un factor de particular importancia en la creación de una corriente de pensamiento aún minoritaria pero significativa de quienes creen en la libertad de mercado y defienden simultáneamente los derechos de los peruanos, y, en general, el Estado de derecho.
No es gratuito, por esta razón, el reciente incidente de Mario Vargas Llosa con el presidente Alan García y con el virulento sector de la extrema derecha peruana, autoritaria y librecambista, a propósito de los decretos legislativos que abrían la puerta de escape a acusados o sentenciados por violaciones a los derechos humanos.
Al margen de estas anotaciones sobre el escritor y la política nacional, es momento de felicitarlo por su éxito literario, ámbito en el que demuestra su más amplia libertad y maestría
.
(Editorial) Llegó la hora del voto electrónico
Sábado 09 de octubre de 2010 - 08:02 am6 comentarios
La jefa de la ONPE, Magdalena Chú, ha pedido al Congreso reglamentar con urgencia el proyecto de voto electrónico. El presidente Alan García ha advertido que, antes de implementar tal sistema, debe garantizarse la seguridad y los mecanismos de control, “pues han habido casos en que se manipularon los resultados de los comicios”. Ambos tienen razón. Llegó la hora de la tecnología de punta en las urnas, pero con todas las garantías del caso.
El tema está en el tapete por la demora de los organismos electorales en dar resultados oficiales en diversas localidades –empezando por Lima–, lo que ha generado incertidumbre e innecesarias suspicacias.
El voto electrónico acaba de ser usado con éxito en Brasil: en pocas horas se tuvo el resultado de 130 millones de electores, que determinó una segunda vuelta. Estados Unidos, India y Venezuela son otros países que han implementado este sistema que prácticamente elimina el voto viciado, el trabajo de los personeros y las numerosas actas, que en nuestro país han causado una significativa carga a los jurados electorales especiales encargados de resolver las observaciones.
HAY QUE COMENZAR EL PLAN PILOTO
Tal como hay promotores del sistema, existen grupos contrarios o escépticos que, en sus países, denuncian irregularidades y fallas en el sistema por las posibilidades de ‘hackeado’ y manipulación.
Tal como hay promotores del sistema, existen grupos contrarios o escépticos que, en sus países, denuncian irregularidades y fallas en el sistema por las posibilidades de ‘hackeado’ y manipulación.
Lo lógico y sensato, entonces, es evaluar las experiencias internacionales y comenzar con el plan piloto gradual que la ONPE ya viene trabajando. Este debe garantizar el secreto, la neutralidad, la transparencia y la igualdad en el voto, e incluir todos los mecanismos de control administrativo, operativo, tecnológico y político.
Bien puede la tecnología ayudar a consolidar la rapidez de las elecciones y la confianza en esta práctica democrática. Esto exige, también, disipar los temores de los electores, en el uso de esta moderna herramienta. Sin confianza y transparencia el voto electrónico estará condenado al fracaso.
LOS PARQUES QUE LIMA NECESITA
El nuevo Parque de la Cultura, ubicado frente a la Casona de San Marcos y al Parque Universitario, ha cambiado Lima. La inversión ha sido poca, pero muestra cómo las pequeñas iniciativas resultan más valoradas por la población que la gran infraestructura.
El nuevo Parque de la Cultura, ubicado frente a la Casona de San Marcos y al Parque Universitario, ha cambiado Lima. La inversión ha sido poca, pero muestra cómo las pequeñas iniciativas resultan más valoradas por la población que la gran infraestructura.
Quizá al alcalde Castañeda se lo recuerde más por este espacio de verdor que por otras importantes y necesarias obras. Lo que era el estacionamiento del Banco de la Nación ha sido transformado en un espacio que ayudará a oxigenar la contaminada avenida Nicolás de Piérola (antes La Colmena) y aporta a la estética urbanística del Centro de Lima y al disfrute de los paseantes.
Tras el derribo de las vetustas paredes han desaparecido el tugurio y la oscuridad de los jirones Azángaro y Apurímac y se han revalorizado inmuebles históricos como la iglesia del Sagrado Corazón-Los Huérfanos y el teatro Felipe Pardo y Aliaga.
En Lima hay otros espacios y terrenos estatales baldíos que pueden ser cedidos a las municipalidades para convertirlos en áreas verdes. La selva de cemento y el déficit de parques y jardines es ya insostenible
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