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jueves, 12 de julio de 2012


Testimonio.

Mujer rescatada en operación “Albergue”: senderistas asesinan a quienes pretenden escapar

Mujer rescatada en operación “Albergue”: senderistas asesinan a quienes pretenden escapar
Mujer rescatada en operación “Albergue”: senderistas asesinan a quienes pretenden escapar
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La mujer, cuya identidad se mantiene en reserva por seguridad, contó además que a los niños conocidos como “pioneritos” los incorporan, desde los 13 años, en las acciones de combate, previa preparación en el uso de armas y adoctrinamiento ideológico.
Una de las mujeres rescatadas por la Policía Nacional (PNP) en la “Operación Albergue”contó que fue raptada por Sendero Luminoso cuando tenía apenas 12 años, junto con su padre, en una incursión terrorista en la localidad de Selva de Oro, en la región del Cusco.
Mediante una nota de prensa, en la que dieron a conocer su testimonio, narraron que estuvo retenida bajo presión por más de 24 años en diferentes campamentos senderistas en la selva del VRAEM.
“Desde muy pequeña, a mis padres también, me llevaron a la organización. Así hemos sido presionados; no podíamos salir, en el monte, lejos; como tenemos nuestros niñitos también, no podíamos a dónde ir”, narró la mujer quien ahora tiene 36 años y es madre de una niña de tres.
Asimismo, informó que la organización terrorista liderada por el “camarada José”asesina a quienes pretenden abandonar los campamentos. “Cuando algunos se escapan o quieren ir al otro lado, los alcanzan y los matan. Por todo eso no hemos podido salir”, indicó.
‘PIONERITOS’ MUEREN POR FALTA DEATENCIÓN MÉDICA
La mujer, cuya identidad se mantiene en reserva por seguridad, contó además que a los niños conocidos como “pioneritos” los incorporan, desde los 13 años, en las acciones de combate, previa preparación en el uso de armas y adoctrinamiento ideológico.
También sostuvo que cuando los niños enferman, algunas veces fallecen por falta de atención médica. “En cuanto a las enfermedades que aparecían, nos daban cada cierto tiempo algunas medicinas, como para diarrea o fiebre. Si no había, nos curábamos conhierbas medicinales; a veces los niños morían hasta con anemia cuando ya no se podía curar”, añadió. 
En otro momento, señaló que el “camarada José” tiene muchas mujeres y suele requerir a las más jóvenes. Las embaraza y las “hace curar” (abortar), y a otras las manda a trabajar.
“A veces cambia de señoras, así, con una y otra, le hace gestar, le hace curar, la deja, le hace tener hijo, le manda a la base donde estamos nosotros trabajando. Tiene un pelotón de mujeres. Se escoge a las más chicas, y se las lleva”, mencionó.

Chile prepara en Francia sus argumentos para La Haya

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El gobierno chileno alista en París, Francia, la argumentación que presentará durante la etapa oral del contencioso marítimo que tiene con nuestro país ante la Corte Internacional de La Haya, a realizarse en enero del próximo año. 
"Hemos quedado muy satisfechos con lo que hemos podido avanzar. Ya está lo esencial muy claramente de cómo Chile va a exponer su posición y cómo va a enfrentar los argumentos de Perú", dijo el canciller chileno, Alfredo Moreno. Reveló que la defensa chilena "se basa en dos puntos: la existencia de los tratados del año 52' y el año 54' y la práctica". Cabe recordar, sin embargo, que los tratados a los que hace alusión Moreno son solo acuerdos pesqueros y no limítrofes. ❧

Se pudo evitar el ataque de ‘Gabriel’

Jueves 12 de julio del 2012 | 07:36

El general Luis Howell pidió en febrero que Echarate estuviera bajo control militar. Incursión dejó un saldo de cinco policías y tres soldados muertos, además de 15 efectivos heridos.

Revelación de Perú21 demostraría fracaso con que empezó la 'Operación Libertad’. (Andina)
Revelación de Perú21 demostraría fracaso con que empezó la 'Operación Libertad’. (Andina)
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José Clemente
jclemente@peru21.com
El secuestro de los 36 trabajadores de Camisea por parte de las huestes del senderista Martín Quispe Palomino, ‘Gabriel’, cuyo operativo de búsqueda costó la vida de cinco policías y de tres militares y dejó más de 15 efectivos heridos, pudo evitarse si se hubieran adoptado las medidas estratégicas advertidas oportunamente por el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas.
Así se desprende del oficio N°175-/CT-VRAE, que el entonces jefe del Comando Conjunto de las FF.AA., Luis Howell, envió el 22 de febrero al Ministerio de Defensa.
En dicho documento, al que accedió Perú21 y cuyo tema central era el estado de emergencia en el VRAE(hoy VRAEM), Howell le manifiesta al titular del sector de ese entonces, Alberto Otárola, la necesidad de establecer y prorrogar esa medida en varios distritos y provincias de Ayacucho, Huancavelica, Junín y Cusco.
Precisamente, sobre la provincia cusqueña de La Convención, Howell advierte que no se había logrado la pacificación en Pichari ni en Kimbiri, cerca de Echarate, donde están los caseríos de Kepashiato y Kiteni, focos de desplazamiento, hasta la fecha, de la columna de ‘Gabriel’.
EN MANOS DE LA PCM
En aquella ocasión, el alto mando militar solicitó a Otárola que gestionara, ante la Presidencia del Consejo de Ministros, la declaratoria del estado de emergencia en Echarate.
No le hicieron caso y, el 9 de abril, una columna terrorista encabezada por ‘Gabriel’ incursionó en el caserío de Kepashiato y secuestró a 36 trabajadores. Esta acción desató un despliegue policial y militar en esa y otras zonas, con las pérdidas humanas conocidas y un helicóptero destruido.
En medio de la sensación del fracaso de la llamada ‘Operación Libertad’, que se puso en marcha el 10 de abril de 2011, el presidente Ollanta Humala dispuso un mes después la salida de los ministros de Defensa y del Interior, Alberto Otárola y Daniel Lozada, además del relevo de Howell y del comandante general del Ejército, Víctor Ripalda.
LA PRUEBA
- Oficio de Howell advirtió –con 46 días de anticipación– que Echarate, a donde pertenece Kepashiato, requería de control militar.

miércoles, 11 de julio de 2012


Viejos y nuevos miedos
 
Hay quienes expresan demasiado temor a la reaparición de Sendero Luminoso con el ropaje del MOVADEF, o de su versión magisterial, el CONARE, o para el caso las intervenciones del otro Sendero que actúa en el VRAE hostigando a la Policía y el Ejército. Para la DBA, por cierto todo es parte de un plan, en el que puede haber “izquierda” aún peleando por la orientación del gobierno, otra haciéndole huelgas y una extrema haciéndole la guerra.
 
Ciertamente las conexiones no son así y lo que más habría que sopesar es si la derechización y militarización del gobierno de Humala que incluye la expulsión de sus aliados del lado zurdo y su reemplazo por empresarios y tecnócratas derechistas, la represión con muertos de los conflictos sociales y la ausencia de soluciones reales, la persecución insidiosa contra los dirigentes menos radicales: Mollehuanca, Arana e inclusive Santos, no abona la aparición de opciones más extremas.
 
El tremendo viraje de Humala desde el poder, resumido en no puedo hacer lo que había prometido porque no me dejan, ¿a quién creen que favorece? Y no es que ahora los de MOVADEF van a pasar a las armas para sacar de las cárceles a sus dirigentes o para acallar a los que escriben libros para analizarlos. Van a seguir en su plan de propaganda, aunque es verdad que del discurso conciliador de los días en que querían inscribirse han vuelto al choque sectario, tipo los años 70, que les cierra espacios de diálogo pero les da audiencia entre la juventud más impaciente.
 
Tampoco es cierto que el crecimiento delos duros como fracción disidente del SUTEP venga de la pura ideología, cuando lo que se tiene a la vista son varios cientos de miles de maestros postergados de todo aumento desde la época de Toledo, con el argumento de la meritocracia y la Carrera Profesional. La ministra Salas, en medio de una confusión patética, ha estado declarando que hay que mejorar a todos y retomar la ruta de García, sin que se haga una cosa ni otra. Y viene negociando meses con la dirigencia nacional del SUTEP para diferir la huelga. El resultado ha sido que en varias partes del país el discurso del CONARE ha terminado prendiendo y creando agudos focos de conflicto.
 
Ni qué decir del pésimo manejo gubernamental de los remanentes senderistas del VRAE, que Ollanta ha querido usar para obtener “éxitos” que lo impulsaran como ocurrió con la captura de Artemio. Pero en Kepashiato les fue pésimo y no hay una evidencia de que la detención de mujeres senderistas con sus hijos vaya a fortalecer la posición militar (muchos menos de la social) del gobierno en la zona. Nadie sabe lo que puede ocurrir después de una operación de este tipo. Pero un gobierno capaz de contener y desarmar, a Gabriel, José y otra todavía no está en el horizonte.
 
El dato clave es que si el APRA  en el poder relegitimó al fujimorismo como fuerza política, apoyándose en el pretexto de la gobernabilidad y de aislar al nacionalismo por entonces radical, ahora el nacionalista Ollanta está metiéndose en la ruta de la más peligrosa de las polarizaciones porque quiere meter a los que no están con él en su solo saco y vencerlos con todo el poder del Estado. O sea la relegitimización de los métodos del fujimorato, que son los regímenes de excepción, la mano dura, los sicosociales, la arbitrariedad como norma, el uno contra todos. ¿Quién creen que podrá capitalizar todo ello?

Entre Artola, la izquierda reaccionaria y un presidente ausente

¿Se imagina, amigo lector, qué habría pasado si el premier Valdés hubiese ocupado su actual cargo en 1997, cuando ocurrió la crisis de los rehenes? Utilizando sus mismos argumentos, la defensa ciega del orden y del principio de autoridad lo habría conducido a iniciar una operación militar a tontas y a locas, con un saldo inimaginable de muertos en ambas partes.

¿Esa sería para él una “operación impecable”? Ni siquiera el considerado gobierno más duro de las últimas décadas dejó de darse cuenta de que, en ciertas circunstancias, el diálogo se impone. Y en ese entonces se mantuvo conversaciones con terroristas armados, convictos y confesos que expresaban pedidos inaceptables –como la liberación de todos los presos del MRTA– y, además, bajo el telón de fondo de que había puesto en ridículo a los aparatos de seguridad del Estado.

¿O qué hubiera hecho cuando se produjeron las invasiones de los migrantes provincianos a lo que hoy se conoce como Lima Sur, fundamentalmente en Pamplona? ¿Artola también será su paradigma? Como se recuerda, el ministro del Interior de Velasco ordenó el uso de la fuerza y detuvo al obispo Bambarén. Al final, la dictadura tuvo que retroceder y admitir que se encontraba frente a un problema social que trascendía las formalidades legales.

Negociar y dialogar no es rendirse. No se trata, por supuesto, de ceder al chantaje. En el caso de Espinar, que ha marcado la agenda política de la semana, nadie en su sano juicio puede admitir que tomar rehenes, bloquear carreteras o incendiar vehículos, conduzca al Estado a modificar caprichosamente los términos legales establecidos entre la empresa minera y la comunidad. Pero era factible –como luego se ha estimado– poner paños fríos y sentarse alrededor de una mesa.

MÉTANLES BALA
En medio de la trifulca no puede dejarse pasar por alto la pueril lógica existente detrás de los sectores duros del gobierno y de la sociedad. Por un lado, acusan a los campesinos de ignorantes que se dejan arrastrar por azuzadores profesionales. Si así fuera, por cierto, lo que cae de maduro es la necesidad de una estrategia de comunicación más inteligente con esa población.

Pero no, a continuación exigen el uso de las armas para enfrentarlos, sin importar que resulten muertos. Son daños colaterales, podríamos decir, interpretando las palabras de la congresista Lourdes Alcorta. Y en este juego psicosocial se la pasan tildándolos o de casi descerebrados o de potenciales terroristas (¿?). Viniendo del sector de la ultraderecha, esto no sorprende, pero la verdad es que podía esperarse un nivel de comprensión de la realidad social algo mayor por parte del presidente Humala.

Bastaría un análisis somero de la mayoría de conflictos sociales vinculados a la minería para percatarse de que estos sobrevienen luego de años de sordera estatal a los pedidos de la población. No surgen de la noche a la mañana, merced a la mágica capacidad de convencimiento de dirigentes radicales.

¿Y LA IZQUIERDA?
La izquierda no puede librarse de un ajuste de cuentas. Es claro que los sectores retrógrados son los que llevan la batuta en la batalla antiminera, pero cabe preguntarse dónde está la izquierda que se dice moderna. Su futuro político pasa por arrinconar a los Santos y compañía, poniendo en evidencia que esa izquierda solo quiere preservar la pobreza para seguir cosechando políticamente de ella. No puede mirar de costado lo que está pasando. Guardando las distancias, está haciendo lo mismo que cuando apareció Sendero Luminoso. No era con ella la guerra hasta que recién fue víctima de la misma.

En este caso, la izquierda moderada está en capacidad de asumir el desafío de dar la pelea política a sus pares radicales. Ella tiene, a través de ONG o bases partidarias, una red nacional capaz de acercarse a las comunidades y hacer sentir su voz. Y eso implica ir más allá de prodigarse en medios de comunicación o emitir pronunciamientos.

YA PUES, HUMALA
Sobra abundar respecto de la impresionante incapacidad de la mayor parte de las empresas mineras para lograr un mínimo consenso social con las comunidades del entorno de sus respectivas operaciones. Varios manuales de cómo no se deben hacer las cosas se podrían escribir en el Perú (valdría la pena que lean, dicho sea de paso, una propuesta liberal para atender estos problemas, publicada en la web del Instituto de Libre Empresa).

Lo que más sorprende, sin embargo, es la impericia política del gobierno. A lo dicho al inicio de este artículo sobre el premier Valdés, habría que agregar un ejemplo que va más allá de lo anecdótico: que en medio de una de las semanas más complicadas del régimen, Ollanta Humala solo haya salido a hablar a raíz del simulacro de sismo o para respaldar a la selección peruana de fútbol. Esto es suficiente indicio de que algo anda muy mal en el esquema de prioridades del régimen.

Sería exagerado decir que Humala ya perdió definitivamente el rumbo o que es un pelele de la derecha empresarial. Queremos pensar que maneja sus tiempos y que crisis como la de esta semana las percibe como oleajes que no lo apartarán del norte trazado. Nos parecería equivocada su percepción, pero al menos otorgaría la esperanza de que no está sumido en la parálisis que produce la incompetencia. Ojalá sea así. Por ello, es urgente que reaccione antes de que cruce el punto de no retorno entre lo que se esperaba iba a ser un gobierno reformista y otro abiertamente reaccionario e indolente.