La estabilidad macroeconómica que vivimos ya es reconocida internacionalmente. No estamos para retrocesos…
Contra todos los pronósticos oficiales, la actividad productiva nacional alcanzó en agosto un nuevo pico de crecimiento que ratifica la salud de nuestra economía. La noticia es alentadora, pues la tendencia se viene manteniendo ya por cerca de 13 meses ininterrumpidamente. Esto nos convierte en un interesante polo de atracción para nuevas inversiones y nos coloca entre las pocas naciones que están saliendo airosas de los efectos devastadores de la crisis financiera internacional y, además, creciendo a un ritmo envidiable.
Gran parte del crecimiento del PBI se debe a los avances registrados en los sectores manufacturero (18,99%) y construcción (14,15%), que en el ámbito interno se han convertido en los rubros generadores de las mayores fuentes de trabajo. Solo en Lima Metropolitana, las cifras del INEI revelan que el empleo aumentó 5,8% durante el tercer trimestre de este año: 250 mil personas han sido absorbidas, en su mayoría, por el sector formal.
Las tasas de crecimiento de las manufacturas dan cuenta de una mayor demanda interna y de la recuperación de las exportaciones. Como se sabe, la producción textil peruana –altamente cotizada en los mercados europeos y estadounidenses– se había visto afectada por la inestabilidad económica de esos bloques.
Está claro que la sostenibilidad observada en la actividad productiva es señal de una política sólida y responsable en el manejo de la economía. Asunto que es necesario mantener, más allá de nubarrones políticos y la inminencia de los comicios presidenciales del 2011. Los logros alcanzados, con el esfuerzo de peruanos y peruanas, no deben ser lanzados por la borda.
La estabilidad macroeconómica que vivimos ya es reconocida internacionalmente. No estamos para retrocesos. El FMI ha expresado que el Perú liderará el crecimiento de la región, gracias a unos indicadores que ya resultan envidiables. El politólogo y futurólogo Francis Fukuyama señaló que nuestro país ha tenido mucha suerte como exportador de commodities, de gran demanda en la última década, y recomendó diversificar la oferta exportadora, potenciar la productividad y la capacitación.
En los oídos resuena aún la expresión del ex vicepresidente estadounidense Al Gore, quien en reciente visita a Lima dijo que muy pronto se hablará del “milagro peruano”. Gore puntualizó que nuestro país podía convertir el problema ambiental en un generador de oportunidades, basado en la riqueza de sus productos orgánicos y sus variados ecosistemas, impulsar negocios innovadores, miles de nuevos puestos de trabajo y a la vez conservar el ambiente en que vivimos.
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