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sábado, 19 de febrero de 2011

Alan quiso tener información de empresas de los Sánchez Paredes

Alan quiso tener información de empresas de los Sánchez Paredes
Era una tranquila tarde de mayo de 2007 cuando Carlos Hamann, entonces jefe de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), recibió la llamada telefónica de la ahora ex ministra de Justicia, María Zavala, invitándolo a su despacho. Cuando estuvieron frente a frente, Zavala le explicó a Hamann la razón de dicha convocatoria: “Por encargo del presidente de la República (Alan García) tengo que preguntarle si usted ha recibido o tiene un reporte sobre los Sánchez Paredes”. Sin duda, un verdadero acto de interferencia del actual Mandatario: buscaba desesperadamente obtener información sobre las empresas o personas vinculadas a esta familia, investigada ahora por narcotráfico.

“Siguiendo la política que había aplicado durante los cuatro años como titular y fundador de la UIF, aquella vez le contesté que si ella no lo sabía, yo estaba impedido, de acuerdo a las normas, de proporcionar información sobre los casos que entonces recibíamos. Absolutamente a nadie podía dar esa información. Y nunca voy a decir si lo tuve o no lo tuve”, remarcó en diálogo con diario16 tras indicar que nunca hubo una fuga de información durante su gestión.

En efecto. El presidente García y la entonces ministra Zavala le hicieron ese pedido a Hamann haciendo caso omiso de la norma que impide a la UIF dar ese tipo de informaciones. “Está fuera de toda ética que el Ejecutivo venga a preguntarme si yo tengo un caso”, señaló tras calificar de lamentable este incidente.

El ex titular de la Unidad de Inteligencia Financiera explicó que por Ley estaban obligados a entregar anualmente un reporte administrativo sólo a la Comisión de Economía del Congreso y al primer ministro, “así la UIF esté adscrita al Ministerio de Justicia”. “Y al presidente de la República y a la Fiscalía de la Nación solo en caso existiese un inminente peligro a la seguridad nacional”, precisó. Esto último, obviamente, no era el caso. Hamann explicó que estas se aplican para evitar, precisamente, que los casos que están siendo analizados se politicen.

IMPERTINENCIA PALACIEGA
En julio de 2007, meses después de este claro intento de interferencia, Carlos Hamann renunció a la jefatura de la Unidad de Inteligencia Financiera “cuando ya estaba en curso el objetivo de disminuir o desmantelar nuestra autonomía”.

Según Hamann, había la intención de convertir su organismo en una dirección general del Ministerio de Economía, “lo cual era un absurdo”, aunque luego quedó adscrita a la Superintendencia de Banca y Seguros, “lo que era el mal menor”. “Renuncié porque yo no iba a manejar una institución que ya no era la que se me había pedido que fundara y que no iba a tener la independencia que tenía”, afirmó.

Pero la sorpresa más grande fue que en diciembre de ese año, el presidente Alan García anunció públicamente en Palacio de Gobierno que se estaba investigando a los Sánchez Paredes. “Eso me pareció un absurdo porque, por un tema de inteligencia y confiabilidad, uno no anuncia lo que está haciendo, porque van a salir corriendo todos (las personas y empresas implicadas). Ponen en alerta a todos”, manifestó.

“Nunca se anuncia un tema de esa naturaleza antes de que se abra una denuncia fiscal y, aún así, se mantienen las reservas del caso. Más que inoportuno es totalmente perjudicial a una investigación que estaba haciendo el Ministerio del Interior o la Fiscalía”, concluyó.

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