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jueves, 3 de marzo de 2011

Medio Ambiente :::: Gobierno interrumpe ofensiva militar contra la minería informal tras protestas que dejaron, al menos, dos muertos en Puerto Maldonado.

Desmadre de Dios

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Dos muertos y al menos 40 heridos dejaron las protestas en Madre de Dios.
"Esto sí que se va a poner feo”, comentó uno de los dirigentes mineros de la ciudad de Puerto Maldonado, en Madre de Dios, el lunes último.
Sus palabras se tornaron proféticas al día siguiente, el martes 1, cuando al menos 1,000 mineros informales se enfrascaron en una lucha frontal contra 250 policías, a la altura del km 115 de la Carretera Interoceánica, en la localidad de Mazuko, a 4 horas de Puerto Maldonado.
Al promediar la 1 de la tarde, los mineros ya habían bloqueado parte de la pista con dos camiones pesados. Los vehículos tenían las llantas pinchadas y dificultaban el libre tránsito. La Policía solicitó al gobierno regional de Madre de Dios un cargador central para remolcar los camiones, pero este nunca llegó. Entonces, los efectivos de Dinoes de Lima y de la Unidad de Servicios Especiales de Cusco repelieron a los huelguistas con gas pimienta y armas cargadas con perdigones.
Nada de esto mermó los caldeados ánimos de los mineros, que en lugar de retroceder, lanzaban tantas piedras como vítores en favor de “la minería artesanal”. La intensidad del calor selvático auguraba una escena incendiaria que ya se estaba incubando desde el lunes 28 en Madre de Dios.
Fue justo ese día, en el cruce de las avenidas León Velarde y 2 de Mayo, a tres cuadras del municipio de Tambopata, cuando las bases que conforman la Federación Minera de Madre de Dios (Fedemin) iniciaron sus protestas que se prolongarían hasta caer la noche.
Desde diferentes puntos, centenares de mineros se iban uniendo al llamado de la dirigencia. La Policía los seguía de cerca. Algunos vecinos decían: “Ellos (los manifestantes) no son de acá”. ¿De dónde eran? Fuentes policiales dijeron a CARETAS que la turba estaba compuesta por mineros provenientes de Cusco o Puno, mas no de esta ciudad. Mientras avanzaban por las calles, propietarios de tiendas y puestos de ventas cerraban sus negocios. Otros, atemorizados, se escondieron en sus casas. No pasó mucho antes de que se iniciara el desmadre. Eran las 8 p.m. y la manifestación, que hasta ese momento había sido pacífica, cobró sus primeras víctimas. Freddy Taladrano (40) recibió un impacto de perdigón en el brazo derecho. Frank Muñoz (22) fue alcanzado por otro de los proyectiles. Ambos increparon a la Policía violencia excesiva. No dijeron que algunos de los lugareños los acusaron de saqueo a la propiedad privada.
Aunque el paro había movilizado casi 5,000 personas, nada se compararía con lo que ocurrió el martes último, en Mazuko, en Inambari, donde 19 efectivos policiales fueron heridos en el enfrentamiento. Entre ellos se encuentran los suboficiales PNP Darío Lume Incarroca (37), Jesús Pacheco Álvarez (45), Raúl Frisancho Oblitas (54) y Mauro Tito Sánchez (44). Sufrieron fuertes contusiones en el cuerpo. Otro grupo de manifestantes atacó a Alcides Ugarte (47), un minero formal que se resistió a unírseles. Le reventaron la cabeza con una piedra.
Al cierre de esta edición se confirmó la muerte de dos mineros producto de la violencia en Puerto Maldonado. Los heridos suman 40, según fuentes policiales.

OPERATIVO AL AGUA

A través de la huelga promovida por la Fedemin, desde el miércoles 23, los mineros informales intentaron recuperar sus puestos de trabajo perdidos tras el operativo que en una semana destruyó 35 dragas de extracción de oro en el río Madre de Dios (CARETAS 2169). Y vaya que lo lograron.
El martes 1, el gobierno suspendió el operativo militar de destrucción de las dragas tras las violentas protestas en Puerto Maldonado.
El gobierno acordó con las autoridades regionales un plazo de un año para la formalización. “Hemos dado una muestra de buena voluntad para el diálogo, no es un signo de debilidad. Además el paro de Puerto Maldonado es eminentemente político”, declaró el ministro del Ambiente, Antonio Brack.
Según el Ministerio del Ambiente, son 2,736 cuadrículas mineras (derechos mineros que el Estado ha entregado o están en trámite), las cuales cubren 567 mil hectáreas. El 41 % (231 mil ha) se sobrepone a concesiones forestales y no maderables (conservación, ecoturismo, castaña).
A ello deben sumarse las actividades de la minería informal. A la fecha se han deforestado aproximadamente 20 mil hectáreas naturales. Lo paradójico es que Madre de Dios es considerada la capital de la biodiversidad mundial, pues allí se dan los procesos ecológicos esenciales que regulan la vida amazónica. Una extraordinaria ‘biomatrix’ hoy en verdadero peligro por la amenaza de la minería artesanal. (Carlos Franco).

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