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jueves, 2 de junio de 2011

Precisas Coordenadas

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“No tengo la menor duda de que el acuerdo afecta la posición chilena y la desmiente”, concluye el canciller García Belaunde.
El canciller José Antonio García Belaunde considera el acuerdo de límites marítimos firmado con Ecuador “uno de los logros más importantes” de su gestión.
Se trata de un sutil ajedrez resuelto en más de un tablero.
El primero es el que se encuentra a la vista. Al firmar el acuerdo, zanjan todas sus diferencias dos países que protagonizaron un conflicto apenas en la década pasada.
Pero la partida más compleja se juega con Chile. Los tratados pesqueros de 1952 y 1954 que el Perú no reconoce como limítrofes, y denuncia ante la Corte Internacional de La Haya, fueron suscritos por los tres países.
“No tengo la menor duda de que el acuerdo afecta la posición chilena”, concluye García Belaunde. “El fundamento de la posición peruana es que los acuerdos del ’52 y el ’54 son pesqueros. El fundamento de la posición chilena es que son de límites. Evidentemente este acuerdo lo desmiente”.
Esa posición se refuerza con el correo que Rodman Bundy, abogado del Estado peruano, envió al embajador Allan Wagner el pasado 4 de mayo, luego de que se conocieran los términos del acuerdo.
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“Querido Allan”, comienza el correo al que accedió CARETAS, “bien hecho al equipo peruano y el ministro. El acuerdo incorpora todos esos elementos conspicuamente ausentes en la situación con el sur, específicamente:
- Un punto de inicio específico en tierra.
- Coordenadas precisas del paralelo.
- Largo específico del mar.
- Indicación de lo que se ha delimitado (aguas interiores, lecho submarino, subsuelo, columna de agua y mapa señalando las fronteras)”.
En Chile, mientras tanto, la sorpresa dio paso a los intentos por minimizar el acuerdo. El diario El Mercurio de ese país levantó las declaraciones de Homero Arellano, ministro de Seguridad ecuatoriano, quien sostuvo que el intercambio de notas supone la “ratificación de los acuerdos que se han respetado históricamente, como son la Declaración de Santiago de 1952 y la Declaración de Lima de 1954”. Añadió que es “simplemente un reconocimiento de los límites tradicionalmente establecidos” y que por eso no fue necesario recurrir al Congreso, como ocurrió en el Perú (CARETAS 2182).
Para García Belaunde, en cambio, la costa está pareja. Y su jugada es lo suficientemente sólida. Tanto que los documentos pesqueros ni siquiera son mencionados en el acuerdo con Ecuador.
–¿Cómo interpreta las declaraciones del ministro ecuatoriano? 
–Los ecuatorianos dicen que hemos reconocido sus líneas de base. Lo que pasa es que el mapa del acuerdo coincide con el de su línea de base, pero es independiente. Los documentos del ’52 y el ’54 establecieron un criterio que el Perú nunca negó. El criterio de que la existencia de islas determinaba que allí iba el paralelo. Pero nunca aceptó el Perú que los instrumentos internacionales del ’52 y el ’54 eran límites. Aceptó un criterio. Y el criterio es que ahí donde hay islas, como con Ecuador, el paralelo es el límite. Nunca discutimos eso. Por eso lo discutimos en el caso de Chile, porque no hay islas ahí. Si dos de los tres países que firman los tratados del ’52 y el ’54 tienen un preciso acuerdo de límites, es que no era un acuerdo. Segundo, el acuerdo señala específicamente cómo se perfecciona, que es cuando los países intercambian la información luego de cumplir sus requisitos internos. Lo dice el artículo 7 del acuerdo. Y eso es lo que hice yo cuando fui con el Presidente el 20 de mayo a Quito. Ya está perfeccionado, ya entró en vigor.
–¿Eso explicaría por qué no pasó por el Congreso ecuatoriano? 
–Eso no anula un tratado. Lo que no hace el derecho internacional es juzgar los procedimientos internos para la ratificación de un tratado internacional. Cada país es soberano de hacer lo que le conviene.
–Ecuador considera que el acuerdo no modifica su línea de bases y que por lo tanto no necesita pasar por el Congreso. 
–Así es. Nosotros sí hemos modificado nuestra línea de base. Teníamos la línea de base cerca a la costa. Nuestro mar interior estaba pegado a la costa. En el acuerdo con Ecuador subimos la línea base y se le añaden 4,300 km2, que eran parte de las 200 millas pero ahora se incorporan, digamos, al territorio.
–¿Cuál es el proceso que sigue adelante? 
–Esto irá a la oficina de Naciones Unidas donde se registran todos los tratados, pero el acuerdo ya está en vigor. (Enrique Chávez)

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