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sábado, 31 de diciembre de 2011




Cnel.(RE) JORGE MOLINA EZCURRA, ORGULLO DEL EJERCITO ARGENTINO (Parte II).

EL ALEGATO DE UN MILITAR CON LINAJE.
LA HISTORIA FALSA Y LOS NEGOCIOS
La Argentina vivió en las décadas de los 60/70 una guerra no convencional de tipo revolucionario con estrategias, tácticas y técnicas de empleo muy particulares, pero en donde el objetivo político era la toma del poder a través del terrorismo ejercido por las organizaciones armadas. Denominándose ellos mismos Organizaciones Político-Militares
Negar esto es ignorancia, necedad y más seguramente conveniencia.
Para ser breve, en la causa 13/84 la Cámara Federal contabilizo 21.642 atentados terroristas entre 1969 y 1979.
Se atacaron cuarteles, se destruyeron aviones y buques de guerra, se coparon ciudades, se secuestro y torturo, se colocaron miles de bombas, se asaltaron y robaron Bancos y Empresas, se asesino a civiles y militares indiscriminadamente ejerciendo el verdadero terror (ese del que muy acertadamente hablaba Lenin) y hasta se pretendió copar una Provincia entera y declararla “zona liberada” y su consecuente reconocimiento internacional.
El que mejor sintetiza esta etapa es el terrorista Jorge Masseti (NG) Cte. Segundo, en su libro El Furor y el Delirio, dice: …hoy puedo afirmar que por suerte no obtuvimos la victoria, porque de haber sido así, teniendo en cuenta nuestra formación y el grado de dependencia de Cuba, hubiéramos ahogado al Continente en una barbarie generalizada. Una de nuestras consignas era hacer de la Cordillera de los Andes la Sierra Maestra de América Latina, donde primero hubiéramos fusilado a los militares, después a los opositores y luego a los compañeros que se opusieran a nuestro autoritarismo”
Pero si esto no nos alcanza, escuchemos lo que al respecto dice Mario Firmenich: “…nosotros somos partidarios de construir las milicias….la única acumulación valida de poder es la del poder militar, en última instancia es el poder decisorio para conquistar los poderes políticos y económicos”
Más claro aun, en el libro reciente escrito por José Eliaschev “Los Hombres del Juicio”, relatan Jueces y Fiscales del Juicio a las Juntas Militares “la verdadera historia” del Juicio, donde ellos mismos afirman que “el objetivo era la toma del poder político por parte de las organizaciones terroristas”.
Estos Jueces y Fiscales no eran pro-militares, ni represores, ni genocidas.
Y así podríamos seguir citando Documentos, Libros, Manuales que demuestran que el OBJETIVO FINAL: TOMAR EL PODER POR LA FUERZA E IMPONER UN GOBIERNO MARXISTA-LENINISTA.
Sres. Jueces, tengan la seguridad que de haber triunfado estos “jóvenes idealistas” ni quien habla estaría sentado aquí, ni Uds. en ese lugar, porque todos ya hubiéramos sido ejecutados, yo por ser militar y Uds. por representantes de la “justicia burguesa”.
A partir del año 2003 esta realidad ha sido sistemáticamente negada y se ha construido una falsa historia donde “Jóvenes idealistas” querían expresar sus ideas y lograr una sociedad más justa y fueron reprimidos violentamente por la dictadura militar, hemos escuchado estos “inocentes” relatos en este juicio.
No solo eso sino que fueron perseguidos políticos (lo dice la imputación fiscal y mi condena) y los militares se dedicaron a exterminar a la población civil (también lo dice el Juez de 1ra Instancia y mi condena). Lo hemos escuchado en este Juicio. Un disparate total.
La historia hoy la escriben a su manera personajes de la talla de Felipe Pigna, Osvaldo Bayer y Horacio González, y le dan soporte ideológico personajes como Ernesto Laclau, asesor predilecto de la Presidencia de la Nación, un anciano burgués que se pasea entre Paris y Londres, de lujosa y refinada forma de vida, de rebuscado pensamiento revolucionario post-marxista, y de dudosa convicción democrática; si uno se toma la dura tarea de leer sus escritos.
Hace pocos días la periodista española Pilar Rahola (de extracción socialista, integrante del PSOE y ex Intendente de Barcelona) decía en un artículo: “Yo no entiendo lo que pasa en Argentina, cada vez que veo un colaborador de las ideas revolucionarias más violentas es mimado por el Gobierno, pienso ¡¡Que desprecio a los valores de la libertad, que gobierno tan corrupto respecto a estos valores!!!… Me repugna”.
Esta nueva “historia” ha sido armada y compaginada, para ser ejecutada por la Justicia, por dos especialistas: “El Perro” Horacio Verbitsky – 2do Jefe de Inteligencia de Montoneros. Preside el CELS. “Damián” Eduardo Luis Duhalde – Aparato Jurídico de Montoneros – Hoy Sec. DDHH de la Nación y siempre querellante en estas causas.
Qué ironía, nos querella el mismo Estado que nos dio las órdenes.
Hace dos años en oportunidad de una de las tantas condenas al Gral. Menéndez en Córdoba, decía Martín Caparrós, integrante de Montoneros, que honradamente ni reniega ni oculta haberlo sido: “Nunca hubiera pensado que alguna vez podía llegar a estar de acuerdo con el hijo de puta del ex-General Luciano Benjamín Menéndez cuando dijo que las Fuerzas Armadas Argentinas pelearon y ganaron para evitar el asalto al poder de la subversión marxista, y yo también lo creo”. Continuaba “por eso estoy de acuerdo con el hijo de mil putas cuando dice que los guerrilleros no pueden decir que actuaban en defensa de la democracia”. Y continuaba, “Es curioso cómo se rescribió la historia. Hoy la mayoría de los argentinos tiende a olvidar que estaba en contra de la guerrilla… y que estuvo satisfecha cuando los militares salieron a poner orden.
Dijo Menéndez “ostentamos el dudoso merito de ser el primer país en el mundo que juzga a sus soldados victoriosos, que lucharon y vencieron por y para sus compatriotas…y tiene razón. Pero la sociedad argentina se armo un relato según el cual todos estaban en contra de los militares.
Pero lo cierto es que hoy, 35 años más tarde los soldados vencedores de esa guerra fuimos juzgados y condenados bajo un sistema persecutorio, inconstitucional y arbitrario.
En estos supuestos juicios, con jueces instructores a medida, leyes a medida, juicios con final conocido, testigos falsos con lágrimas falsas, con recuerdos repentinos y olvidos muy convenientes, “testigos necesarios” que son actores para sensibilizar al público en contra de los imputados, con sentencias asombrosas y defensores atónitos que ni siquiera son escuchados, todo puede ocurrir, menos la búsqueda de la verdad y la justicia.
A nosotros se nos aplica el nuevo e inconstitucional concepto jurídico de la “Justicia Universal” y del “derecho consuetudinario”.
Nada, pero nada vale, para los vencedores de esa guerra.
En ocho años con la complicidad de muchos y con la indiferencia, miedo y comodidad de la mayoría, hemos dado vuelta la historia. Hoy la historia y la educación están puestas al servicio de la ideología.
Un gran triunfo gramsciano.
Hemos llegado al delirio de que funcionarios del Gobierno hablen de la fantasiosa “batalla cultural” que es el otro relato hacia atrás intentando cambiar lo que ellos denominan “el relato liberal”.
En este relato con la “nueva historia” oficial, la corte de ideólogos del Gobierno transforman e interpretan la nueva historia y la nueva verdad, en este relato por ejemplo, los próceres pasan a ser seres deleznables o simplemente “genocidas”.
Así en este nuevo relato oficial, próceres como Sarmiento, Alberdi o Mitre son ignorados u otros estigmatizados como es el caso del Gral. Roca, al que Bayer califica del “Hitler Argentino” y hoy se sacan sus estatuas y se cambian nombres de calles por el del ex -Presidente Kirchner.
Sería oportuno recordarles a estos redactores del “relato oficial” que en 1948 en ocasión de nacionalizarse el sistema ferroviario argentino el Presidente, General Perón le hizo colocar a las diferentes líneas los nombres de Gral. Roca, Mitre, Sarmiento, Urquiza, Belgrano y San Martín, no se podrá decir que justamente el Gral. Perón era un militar, político e historiador liberal.
Se escriben seudo libros de Historia con este relato para los menos informados y llegamos al paroxismo de enseñar en las escuelas primarias el “Che infantil” o nombrar “iconos nacionales” en la Feria de Francfort a Diego Maradona o al “Che” Guevara como símbolos máximos de la argentinidad.
El 17 de noviembre de 2011 el PEN, por Decreto 1880/2011, creo el Instituto Nacional de Revisionismo Histórico Argentino e Iberoamericano Manuel Dorrego, con el objeto, según el Decreto Presidencial de “reescribir la Historia Argentina” y “profundizar el conocimiento y obra de los mayores exponentes del ideario nacional, popular, federalista y latino americano” y teniendo como meta final la instauración de un “pensamiento único” del pasado.
En esta nueva historia habrá “héroes y villanos” y un ranking de próceres, difundidos desde un organismo oficial.
Desde 1983 se critica el autoritarismo del Proceso Militar, y con razón la soberbia de sus Generales, pero, nada más autoritario y soberbio que esto. Este organismo se propone reemplazar la ciencia histórica por la epopeya, el mito y el culto a personas supuestamente excepcionales.
Es necesario recordar que la deformación del pasado ha sido la base de muchas de las tragedias de la humanidad.
La lista de mentiras, autoritarismo, soberbia, incongruencias e incoherencias como vemos es muy larga.
Quienes atreven a oponerse a este relato oficial, son inmediatamente tildados de “procesistas, neoliberales, gorilas, derechistas, menemistas, etc.” Y sobre ellos cae la burla de Gobierno, cuando no, la Justicia.
Es que cuando la historia se ata y se escribe con los intereses políticos del presente no es Historia, es Propaganda, que es lo que hace este Gobierno.
La historia es una ciencia que fundaron los antiguos griegos, y dejaron atrás el camino de mitos y héroes, con normas conocidas, y la primera y básica, es que la historia sea autónoma y no esclava de la Política.
Este Gobierno tiene otra idea y es que la épica y los mitos deben ocupar un lugar en la historia, por eso la creación de este Instituto de Revisionismo Histórico y los discursos cargados de las epopeyas heroicas de los jóvenes de los años 70. Deberían aprender que no se modifica la Historia por Decretos Presidenciales o por discursos épicos. La Historia es política del pasado, no del presente. La Historia no se puede revertir a gusto del gobierno de Turno.
Por más que se niegue la “guerra revolucionaria en la Argentina” esta existió y lo demuestran los miles de atentados y muertos, no hay forma de negarlo. Esto es Historia.
Por más que en esta nueva historia se quieran ocultar el martirio y asesinato del Cnel. Larrabure, la jaula y el cadáver torturado existieron. Esto es Historia.
“La historia no se inventa” lo decía un viejo historiador, el Tte. Gral. Perón.
En este intento de escribir la “nueva historia” tampoco es casual que la Presidente de la organización Madres de Plaza de Mayo, la Sra. Hebe de Bonafini se haya pronunciado el 18 de Noviembre de 2011, elogiosamente sobre “la nueva generación de militares”, “los militares que están ahora tienen 40 años”, “no los podemos escupir todo el tiempo”, “hay un nuevo Ejercito”.
Lo que ignora la Sra. de Bonafini y quienes la mandaron a hablar, es que el Ejercito Argentino es una de las Instituciones fundacionales de la Republica y es una continuidad histórica.
El Ejercito Argentino fue y es uno solo, desde el 29 de Mayo de 1810 hasta nuestros días.
A ningún militar se le ocurrió renegar del Ejercito Libertador, del de la Guerra con Brasil, del de la conquista del Desierto, del de Ricchieri, del de Perón, del de Lonardi, o del de la Guerra contra el Terrorismo y la reconquista de las Malvinas. Con las virtudes y defectos de sus conductores son el mismo Ejército de HOY.
Sería mejor que la Sra. de Bonafini se ocupara de solucionar los problemas de corrupción de su propia organización de supuestos DDHH y dejara de opinar sobre el Ejercito Argentino.
Pero el otro problema real, no es la ideología ni la falsa historia, ni siquiera el escarnio y la venganza contra las FFAA, son los negocios y delitos de corrupción que se realizan y se realizaran en nombre de los “derechos humanos” y los “delitos de lesa humanidad”.
Sobran ejemplos para aseverar esto: La identidad de los hijos de la dueña de Clarín. Causa frenada en un Juzgado Federal. Los negocios de las Madres de Plaza de Mayo y Schoklender. Este caso emblemático que es la punta de un iceberg, donde una ONG que tiene como misión vigilar que el Estado no viole los DDHH, se ha transformado en un apéndice del Gobierno para hacer negocios no muy claros. Por supuesto la causa duerme en un Juzgado Federal. El intento de apoderamiento de Papel Prensa. Hoy en pleno desarrollo. El pago de indemnizaciones a guerrilleros ejecutados por la propia organización o atacantes de cuarteles. Hay abundante bibliografía y monumentos que lo demuestran. Y podríamos seguir hasta el cansancio.
El Dr. Gil Lavedra en el artículo citado antes, seguía diciendo sobre estos temas: Tenemos que revisar con urgencia los mecanismos para controlar la corrupción, las reglas de un sistema de enjuiciamiento inservible, el papel de Jueces, Fiscales y aun de la prensa, que actúan innoblemente bajo el calor de las oscilaciones políticas del momento.
Pero aun falta el negocio más jugoso que serán los juicios civiles, luego de estas condenas penales, buscando el resarcimiento de supuestas víctimas o sus familiares y que nuevamente el Estado tendrá que pagar. De allí el interés de continuar hablando y recalcando nuestra condición de “agentes del Estado” y que aplicábamos el “Terrorismo de Estado”.
Sr. Presidente… Falta inscribir en el Registro de Sociedades de la Inspección General de Justicia a la firma “Derechos Humanos S.A.”
En resumen somos necesarios militares presos y falsa historia o propaganda para que se continúe el negocio.
La VERDADERA HISTORIA se escribirá dentro de muchos años y Uds. Sres. Jueces serán juzgados, no tengan dudas, sino por los hombres, por la historia; pero sin duda serán juzgados por DIOS y a EL tendrán que explicarle estos tremendos desatinos e injusticias.
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