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lunes, 27 de septiembre de 2010

“En mi fin está mi principio”

Autor: Ricardo Vásquez Kunze
Vilipendiada en vida y adorada fuera ya del mundo, esta fue la divisa de la última reina de Escocia, María Estuardo. Muchas veces el presente es cruel con sus hijos pero, cuando estos son grandes de verdad, la Historia, que no es sino el futuro, los eleva hasta alturas que el día a día en que vivieron siempre les mezquinó. Y entonces, la justicia que siempre llega desaparece de un plumazo a los 'personajillos’ que fulguraron en su momento para revelar, en toda su luz, el negativo de la grandeza a los que pocos acceden.

Por supuesto que para que esto sea cierto el hombre tiene que ser consciente de lo que la mayoría no es: la posteridad. Verse en la Historia es una inquietud de pocos, porque pocos son a los que esta elige.

Lourdes Flores tiene hoy una cita con la Historia. De tanto ser usada parece esta una frase hueca. Pero no lo es. El debate de esta tarde es mucho más que eso para alguien que como ella ha construido en estos últimos 30 años una vida como mujer de Estado.

En principio, digo que para Lourdes Flores este no es un debate más porque, si en una elección se gana o se pierde, este debate podría, dadas las circunstancias, ser el último gran acto público de una larga carrera pública. Así debe enfrentarlo quien tiene sentido de la trascendencia. Cómo, en suma, me gustaría que la Historia me recuerde en el momento decisivo de una vida dedicada a la política.

Es cierto que un debate municipal como el de esta tarde tiene un objetivo inmediato. Convencer al electorado de que vote por uno o, por lo menos, de que no vote por la otra opción. En este sentido, los programas serán expuestos y contrastados y dado que la polémica es municipal, la basura, las combis y los taxis serán el insumo de esa discusión. Quien quiera convencer tendrá que dominar los temas; sin lugar a dudas, además.

Sin embargo, pese a ello, la trascendencia le pone a Lourdes Flores un gran desafío. Y es que a la posteridad no le gusta por compañera a la baja policía. De ahí que, y esa debe ser la prueba de su madera política, Lourdes Flores debe sobreponer a la basura los ideales que aquí se juegan. Con altura y perspicacia la política y la ideología deben tener, finalmente, la última palabra.

En síntesis, que a nadie le quepa la menor duda, pero sobre todo a sus pares, que aquella que ha navegado 30 años para capitanear el barco del Estado, ha dado esta tarde, en el momento extremo, la clase de su vida. Son esas las clases que abren las puertas de la victoria. Las de una elección; pero, sobre todo, las de la Historia.

Ministro de Defensa impulsará que cédula viva se mantenga

Politica

Militares y PNP ganan batalla

Ministro de Defensa impulsará que cédula viva se mantenga
Las protestas de miembros de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional en situación de retiro y el malestar de los que están en actividad surtieron sus frutos, esto debido a que el Ministerio de Defensa defenderá la vigencia de la cédula viva para todos los uniformados que actualmente prestan servicios en las instituciones castrenses.
LA RAZON pudo enterarse de que el flamante ministro de Defensa Jaime Thorne León planteará al ministro de Economía y Finanzas Ismael Benavides que el cierre de la cédula viva sólo se aplique a los nuevos oficiales que ingresen a los institutos armados.
Por esa razón los asesores del Ministerio de Defensa estarían elaborando una propuesta legislativa para modificar el Decreto Ley 19846, que es el régimen pensionario de los miembros de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional, donde garantizará el derecho de los actuales uniformados a la cédula viva y sólo se cerrará para los nuevos ingresantes a partir de la aprobación de la norma en el Parlamento Nacional y su posterior vigencia.
Lo que el despacho de Thorne León buscaría es hacer un “corte generacional” que es garantizar el beneficio de los que ya gozan de este beneficio y aportan a la Caja de Pensiones Militar Policial.
Sin embargo, este derecho, según la propuesta que se estaría elaborando, se extinguiría para los nuevos oficiales que ingresen a los institutos armados, quienes aportarán a un nuevo sistema pensionario, que podría ser la ONP o la AFP, esto es materia de estudio.
Este tema sería revelado en la presentación del ministro de Defensa Jaime Thorme y del titular del Interior Fernando Barrios en la Comisión de Defensa Nacional del Congreso, para el martes 28, que los ha convocado para que explique el presupuesto de su sector y las políticas que piensan implementar en estas carteras ministeriales.
Hace unos días el titular de Defensa viajó al VRAE y en breves declaraciones a la prensa, Thorne León sostuvo que los objetivos de gestión son continuar con la recuperación de la capacidad operativa de las Fuerzas Armadas, a través del Núcleo Básico de Defensa y la mejora del bienestar del personal militar resolviendo la desigualdad existente en las remuneraciones

La deuda del Estado con las FF.AA. y la PNP


Lunes 27 de septiembre de 2010 - 07:00 am

Es necesario que el Congreso de la República desestime esta semana el anteproyecto del Presupuesto General de la República para el 2011, presentado por la ex ministra de Economía Mercedes Aráoz, porque es injusto, discriminatorio e inconstitucional respecto de los militares y policías.


Son varios los motivos que amparan esa urgencia. En primer lugar, porque se propone la eliminación de la mal llamada cédula viva para los actuales pensionistas de las Fuerzas Armadas y policiales, cuando se sabe que en el Perú, como en otros países, los militares y policías tienen un régimen especial, según lo establece la Constitución.
Se trata de un derecho adquirido que les da la prerrogativa de recibir una pensión renovable de acuerdo con un régimen laboral diferente a cualquier civil. Dicho régimen se aplica por las condiciones de su trabajo, por ejemplo, riesgo de vida, disponibilidad permanente, no cobro de horas extras, trabajo en zonas de emergencia, entre otras. Además, los uniformados no tienen 14 sueldos al año ni CTS.
De otro lado, resulta preocupante que el proyecto plantee la liquidación de la Caja de Pensiones Militar-Policial, cuando esta se constituye en la base previsional de las Fuerzas Armadas y policiales.
Llama la atención que no se haya tomado en cuenta que desde el 2006 los ministros de Defensa Allan Wagner, Ántero Flores-Aráoz y Rafael Rey elaboraron una propuesta de reestructuración salarial y previsional que establecía la homologación de sueldos y un ordenamiento que preveía incrementos escalonados en cinco años.
Así, en lugar de plantear la desaparición de la Caja de Pensiones Militar-Policial, lo que corresponde es que el Estado acuda en su auxilio, empezando por abonar las deudas que mantiene con ese fondo. De esta manera, no se afectaría el Tesoro público ni el derecho de los jubilados actuales, y más bien se podrían dar los pasos que corresponden para poner fin a las pensiones renovables de manera progresiva.
De otro lado, ha causado explicable preocupación que el anteproyecto anuncie el recorte de las partidas presupuestales para el VRAE, la suspensión por dos años del ingreso a las escuelas de formación de las Fuerzas Armadas y una disminución de sus presupuestos en más de 700 millones de soles. Como se ve, medidas todas que frenarían la lucha contra flagelos que los institutos armados tienen que seguir combatiendo, empezando por el terrorismo.
Ante esto y como ha señalado el comandante general de la Marina, Rolando Navarrete, en carta dirigida al ex ministro Rafael Rey, el proyecto del Ejecutivo “no forma parte de una reforma integral de los sistemas remunerativos, pensionarios y de personal de las Fuerzas Armadas y, por el contrario, contraviene disposiciones expresas”.
Es más, con respecto a las medidas que podrían afectar el quehacer de las FF.AA. y PNP, tiene razón cuando señala que no ha se consultado al Consejo de Seguridad, “instancia a la que le corresponde aprobar la política de seguridad y defensa nacional que incluye el planeamiento estratégico personal”.
Lo que corresponde es, pues, que el Gobierno cumpla lo prometido: solucionar el problema estructural de las Fuerzas Armadas y policiales. Como hemos postulado es responsabilidad del Estado Peruano realizar acciones concretas para mejorar el nivel de vida de los militares, hacer transparente la política de sueldos y propiciar mecanismos de control, internos y externos, para fiscalizar el manejo de recursos e inversiones de los institutos armados.

DIEZ ESTRATEGIAS DE MANIPULACIÓN MEDIÁTICA

Estrategias de Manipulación" a través de los medios. 





Las diez estrategias de manipulación mediática 
(1) Chomksy, un intelectual disidente norteamericano. 

(2) La televisión es un vehículo ideal para manipular a la ciudadanía. 





La mayoría de la publicidad dirigida al gran público utiliza discurso, argumentos, personajes y 
entonación particularmente infantiles, muchas veces próximos a la debilidad. 

1. La estrategia de la distracción. El elemento primordial del control social es la estrategia de la 
distracción que consiste en desviar la atención del público de los problemas importantes y de los 
cambios decididos por las elites políticas y económicas, mediante la técnica del diluvio o inundación 


de continuas distracciones y de informaciones insignificantes. 
La estrategia de la distracción es igualmente indispensable para impedir al público interesarse por los 
conocimientos esenciales, en el área de la ciencia, la economía, la psicología, la neurobiología y la 
cibernética. "Mantener la Atención del público distraída, lejos de los verdaderos problemas sociales, 
cautivada por temas sin importancia real. Mantener al público ocupado, ocupado, ocupado, sin ningún 
tiempo para pensar; de vuelta a granja como los otros animales (cita del texto `Armas silenciosas 
para guerras tranquilas)".
2. Crear problemas y después ofrecer soluciones. Este método también es llamado "problema-
reacción-solución". Se crea un problema, una "situación" prevista para causar cierta reacción en el 


público, a fin de que éste sea el mandante de las medidas que se desea hacer aceptar. Por ejemplo: 
dejar que se desenvuelva o se intensifique la violencia urbana, u organizar atentados sangrientos, a 
fin de que el público sea el demandante de leyes de seguridad y políticas en perjuicio de la libertad. 
O también: crear una crisis económica para hacer aceptar como un mal necesario el retroceso de los 
derechos sociales y el desmantelamiento de los servicios públicos.
3. La estrategia de la gradualidad. Para hacer que se acepte una medida inaceptable, basta aplicarla 
gradualmente, a cuentagotas, por años consecutivos. Es de esa manera que condiciones 


socioeconómicas radicalmente nuevas (neoliberalismo) fueron impuestas durante las décadas de 
1980 y 1990: Estado mínimo, privatizaciones, precariedad, flexibilidad, Desempleo en masa, salarios 
que ya no aseguran ingresos decentes, tantos cambios que hubieran provocado una revolución si 
hubiesen sido aplicadas de una sola vez.
4. La estrategia de diferir. Otra manera de hacer aceptar una decisión impopular es la de presentarla 
como "dolorosa y necesaria", obteniendo la aceptación pública, en el momento, para una aplicación 


futura. Es más fácil aceptar un sacrificio futuro que un sacrificio inmediato. Primero, porque el 
esfuerzo no es empleado inmediatamente. Luego, porque el público, la masa, tiene siempre la 
tendencia a esperar ingenuamente que "todo irá mejorar mañana" y que el sacrificio exigido podrá 
ser evitado. Esto da más tiempo al público para acostumbrarse a la idea del cambio y de aceptarla 
con resignación cuando llegue el momento.
5. Dirigirse al público como criaturas de poca edad. La mayoría de la publicidad dirigida al gran 
público utiliza discurso, argumentos, personajes y entonación particularmente infantiles, muchas 


veces próximos a la debilidad, como si el espectador fuese una criatura de poca edad o un deficiente 
mental. Cuanto más se intente buscar engañar al espectador, más se tiende a adoptar un tono 
infantilizante. ¿Por qué? "Si uno se dirige a una persona como si ella tuviese la edad de 12 años o 
menos, entonces, en razón de la sugestionabilidad, ella tenderá, con cierta probabilidad, a una 
respuesta o reacción también desprovista de un sentido crítico como la de una persona de 12 años o 
menos de edad (ver "Armas silenciosas para guerras tranquilas")".
6. Utilizar el aspecto emocional mucho más que la reflexión. Hacer uso del aspecto emocional es una 
técnica clásica para causar un corto circuito en el análisis racional, y finalmente al sentido critico de los 
individuos. Por otra parte, la utilización del registro emocional permite abrir la puerta de acceso al 
inconsciente para implantar o injertar ideas, deseos, miedos y temores, compulsiones, o inducir 
comportamientos...
7. Mantener al público en la ignorancia y la mediocridad. Hacer que el público sea incapaz de 
comprender las tecnologías y los métodos utilizados para su control y su esclavitud. "La calidad de la 


Educación dada a las clases sociales inferiores debe ser la más pobre y mediocre posible, de forma 
que la distancia de la ignorancia que planea entre las clases inferiores y las clases sociales superiores 
sea y permanezca imposibles de alcanzar para las clases inferiores (ver `Armas silenciosas para 
guerras tranquilas)".
8. Estimular al público a ser complaciente con la mediocridad. Promover al público a creer que es 
moda el hecho de ser estúpido, vulgar e inculto...
9. Reforzar la auto culpabilidad. Hacer creer al individuo que es solamente él el culpable por su propia 

desgracia, por causa de la insuficiencia de su inteligencia, de sus capacidades, o de sus esfuerzos. 


Así, en lugar de rebelarse contra el sistema económico, el individuo se autodesvalida y se culpa, lo 
que genera un estado depresivo, uno de cuyos efectos es la inhibición de su acción. Y, sin acción, no 
hay revolución!
10. Conocer a los individuos mejor de lo que ellos mismos se conocen. En el transcurso de los 
últimos 50 años, los avances acelerados de la ciencia han generado una creciente brecha entre los 
conocimientos del público y aquellos poseídas y utilizados por las elites dominantes. Gracias a la 
biología, la neurobiología y la psicología aplicada, el "sistema" ha disfrutado de un conocimiento 
avanzado del ser humano, tanto de forma física como psicológicamente. El sistema ha conseguido 
conocer mejor al individuo común de lo que él se conoce a sí mismo. Esto significa que, en la mayoría 
de los casos, el sistema ejerce un control mayor y un gran poder sobre los individuos, mayor que el 
de los individuos sobre sí mismos.
Noam ChomskyVisiones Alternativas 

Los decretos del militarismo


Publicado en el diario La República el 25 Setiembre del 2010
Los decretos del militarismo 

Por Alberto Adrianzén M. (*)

Uno de los temas pendientes que dejó el gobierno de transición fue la reforma militar. El interés que tenía en esta reforma el presidente Paniagua se fundamentaba en que el gobierno fujimorista había sido un régimen civil-militar. Para el ex  presidente nos encontrábamos frente a un nuevo militarismo. No está demás decir que para Paniagua una de las causas que impedía el establecimiento de un ciclo democrático de larga duración era –y sigue siendo–el militarismo. Por eso su preocupación por sancionar la presencia militar en el fujimorismo. Expresión de ello, además de las sanciones penales, fue el comunicado de las FFAA del 5/4/2001 en el cual expresaron públicamente una autocrítica por el golpe de Estado de 1992, y aceptaron la creación de una Comisión de la Verdad y la necesidad de una reforma.


Los intentos por profundizar esta reforma, iniciada en la transición, durante el gobierno de Alejandro Toledo por Aurelio Loret de Mola, y después por Allan Wagner en este gobierno, quedaron truncos. Una consecuencia de este bloqueo es que el poder político de los militares, que había disminuido notablemente luego de la caída de la dictadura fujimorista, aumentó con el correr del tiempo.
En este contexto no son extraños los intentos por incrementar ese poder e inclusive, por llegar a producir un punto de no retorno mediante su legalización e institucionalización. En realidad, los DL 1094, 1095, 1096 y 1097, expedidos por el Ejecutivo, en uso de las facultades legislativas delegadas por el Parlamento en virtud de la Ley 29548, van más allá de una simple demostración de fuerza ya que buscan legalizar y legitimar la presencia política de las FFAA y su supuesto rol como institución tutelar. No es casual que en su elaboración hayan participado militares, fujimoristas, apristas y el Opus Dei, es decir, la coalición que hoy administra el poder político. Por eso ha hecho bien el PNP al oponerse a estos decretos.

Los DL buscaban tres objetivos básicos: a) La amnistía política (DL 1097), es decir legitimar el accionar de las FFAA durante los años de violencia, derrotar a los organismos de DDHH y clausurar el ciclo que abrió la CVR, que es hoy el principal desafío que enfrentan; b) Legalizar la presencia política de las FFAA en los conflictos sociales. Como señala el IDL en el DL 1095, referido a reglas de empleo y uso de la fuerza por parte de las FFAA en el territorio nacional, la definición tan amplia de qué es un “grupo hostil”, podría ser instrumentalizada para criminalizar aún más algunas protestas sociales, específicamente, las de los pueblos indígenas”. 


c) Mantener el carácter corporativo de las FFAA y su condición de poder político intocado y tutelar ya que éste quedaría sujeto a sus propias reglas, al margen y hasta en contra del orden constitucional: “En el caso del DL 1094, que aprueba un nuevo e innecesario Código Penal Militar-Policial, es muy grave que se haya vuelto a incorporar y tipificar supuestos de delito de función que en el año 2006 fueron declarados inconstitucionales por el TC y expulsados del ordenamiento jurídico” (IDL). En la misma línea se ubica el DL 1096, que al modificar la ley de organización y funciones del fuero militar-policial (Ley 29182), reitera un modelo de organización de la justicia militar-policial contrario a lo desarrollado por la jurisprudencia de la Comisión y la CIDH sobre la materia. 


Con todos estos decretos, estamos ante la reconstrucción de un poder que no acepta ser tocado, ni vigilado, ni juzgado por el orden constitucional que es un orden gobernado por una legalidad que es igual para todos y por los civiles. Es un error político pensar que basta solo con derogar el DL 1097. Los restantes también deben ser derogados si queremos proteger a la democracia del militarismo, como fue la intención de Valentín Paniagua. Militarismo, dicho sea de paso, que tiene como su primera víctima a los propios militares.  

 (*) albertoadrianzen.lamula.com