Buscar este blog

domingo, 10 de octubre de 2010

OPINIÓN | Dom. 10 oct '10 La fórmula Autor: Fritz Du Bois

No es lamentablemente sorprendente que la única crítica al otorgamiento del Premio Nobel a Mario Vargas Llosa haya provenido del diario oficial del Gobierno cubano. Con esa poco elegante actitud nos han recordado que Vargas Llosa se ha convertido en el principal opositor internacional al ‘chavismo’ latinoamericano, corriente a la cual desde hace algunos años se sumó también el régimen castrista, a fin de poder lograr donaciones de petróleo y otras generosas dádivas del presidente venezolano

Incluso, simultáneamente a la noticia del Nobel, conocimos de la aprobación en Bolivia de una ley supuestamente contra el racismo, pero que en realidad no es más que otra amenaza contra la libertad de prensa por parte del presidente boliviano. Con esa legislación, Bolivia, al igual que Venezuela, Ecuador y Argentina, está siguiendo metódicamente los mismos pasos que siguen todos los gobiernos chavistas. 

Primero, modifican la Constitución o el sistema electoral para entornillarse en el poder. Luego, aumentan significativamente el déficit fiscal, introduciendo subsidios generalizados, los cuales son inicialmente financiados declarando moratorias de pago o saqueando las reservas que encuentren a su paso, sean estas de pensionistas, de empresas estatales o de los bancos centrales. Para, finalmente, atacar sistemáticamente a la prensa de oposición y a la libertad de expresión.

Es una fórmula populista, autoritaria, que hipoteca seriamente el futuro de los países y que sin duda empobrecerá a sus pobladores, pero que sin embargo han calcado, sin mayor variación, todos esos gobernantes.

Por ejemplo, hace unos días, luego de la sangrienta revuelta de la Policía en Ecuador, a los primeros que culpó por ella el presidente Correa fue a los medios de expresión. Mientras que en Argentina, los Kirchner dividen su tiempo en sus dos principales objetivos. Uno es tratar de quebrar a los dos principales grupos mediáticos, el otro es desprestigiar como sea al principal líder de la oposición. Desafortunadamente, parece que están progresando en ambos.

Por otro lado, Hugo Chávez sufrió su primera derrota electoral en once años en las elecciones para la Asamblea Legislativa. Sin embargo, gracias a que el control de ella está amarrado por una legislación hecha a la medida, la dirige pese a la voluntad contraria del pueblo venezolano.

Así que entraremos en nuestro país al próximo proceso electoral con una corriente chavista todavía rondando por el barrio y con toda la intención de involucrarse nuevamente, como en 2006, en la elección presidencial.

Considerando que en la última contienda municipal en Lima la izquierda obtuvo un caudal de votos inusitado –que parecen deberse más bien a simpatía personal o a preocupación vecinal, antes que a un apoyo ideológico o dogmático– pero que de cualquier manera confirman la volatilidad del electorado peruano. Más aun, pese a todos los intentos de la señora Villarán por disiparlos, no ha logrado hasta la fecha calmar los temores que generan algunos de sus más cavernarios asociados.

Por ello, creo que sería importante, desde un inicio de la campaña presidencial, la cual, en la práctica, empieza el día de mañana con el lanzamiento tanto del alcalde de Lima como del ex premier aprista, el marcar la cancha para que no existan dudas de la posición de todos los candidatos con respecto a la fórmula para gobernar que aplican en la corriente chavista, la cual está carcomiendo el continente y nos está rodeando.

No hay comentarios:

Publicar un comentario