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martes, 16 de noviembre de 2010

Una carrera con obstáculos Autor: Fritz Du Bois

OPINIÓN | Mar. 16 nov '10
En el Perú, el camino al desarrollo no es como debería de ser, una carrera de fondo o una maratón en la cual se va al mismo ritmo durante un largo plazo. Es más bien una carrera llena de obstáculos, lo que hace que el proceso sea más agotador y complicado.

Tomemos el día de ayer, se anuncia que la economía peruana se está disparando aun más de lo esperado. Con el resultado de setiembre, es probable que cerremos el año con un crecimiento que estaría entre 8.5 y 9%, el más alto de la región, complementado con un bajo nivel de inflación. En realidad, no tenemos grandes vallas en el horizonte económico para no poder disfrutar de otra década con crecimiento alto.

Sin embargo, al mismo tiempo se conoce que el MRTA se está reagrupando, para lo cual cuenta con un campo de entrenamiento al otro lado de la frontera, con la evidente complicidad del gobierno boliviano. Pero además, quieren intervenir en el proceso electoral apoyando al candidato radical –'ya sea el sacerdote, el indígena o el militar nacionalista’– que esté mejor posicionado. Con Sendero fortaleciéndose y el MRTA reapareciendo es como si la pesadilla terrorista no quisiera irse de nuestro lado.

Pero con el INPE haciendo agua es aun peor la situación. Ya no solo deja que la crema y nata de la delincuencia use sus prisiones para dirigir sus actividades criminales, disfrutando de su protección. También ha tenido que admitir que la mayoría de expedientes de terroristas pidiendo ser liberados estarían plagados de errores. Sin embargo, por algún motivo que no han aclarado, permitieron que estos casos siguieran su curso y hoy ya están en manos de poco confiables juzgados.

Incluso, recién se han dado cuenta de que Lori Berenson no había cumplido con las tres cuartas partes de su condena, por lo que no le correspondía el beneficio carcelario que ya le fue otorgado. Con ese grado de ineficiencia en la institución a cargo de los penales, da la impresión de que en el Perú encarcelados solo están los que no quieren dejar de abusar de la hospitalidad del Estado. Todo aquel que quiere escapar o ser liberado de prisión no parece tener ninguna dificultad en lograrlo.

En todo caso, la falta de seguridad no es el único ejemplo de incapacidad estatal haciendo peligrar la estabilidad y el bienestar. Es claro que en el modelo de desarrollo peruano el mercado ha funcionado; quien genera todos los obstáculos es el Estado.

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