Opinion
Invasores marroquíes construyen muro de la vergüenza más grande del mundo contra el pueblo saharaui
En medio de vientos de guerra, República Árabe Saharaui Democrática (RASD) conmemora 35 aniversario
RICARDO SÁNCHEZ-SERRA (*)
Esperando que las Naciones Unidas convoquen a un referéndum para que el pueblo saharaui decida por la autonomía, anexión a Marruecos o la independencia, la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) celebró el pasado 27 de febrero 35 años de creación.
Su territorio, el Sáhara Occidental, fue ocupado por Marruecos y Mauritania en 1975, merced a los Acuerdos de Madrid, en donde España –potencia colonizadora- entrega el territorio a ambos estados para que se lo repartan. Trescientos cincuenta mil marroquíes ingresan en noviembre de 1975 al entonces Sáhara Español, en un incidente conocido como la “Marcha Verde”, que desencadena matanzas y la huida de la población saharaui hacia Tinduf, en Argelia, en donde levantaron los campos de refugiados, que hasta ahora perduran y amparan a 160 mil habitantes.
La acción española es irresponsable e ilegal porque el territorio del Sáhara Occidental es considerado como pendiente de descolonización, de acuerdo a la Resolución 1514 (XV) de la Asamblea General de las Naciones Unidas y por cientos de resoluciones del mismo organismo, que otorgan el derecho a los saharauis a la autodeterminación.
La ONU sigue considerando a España como potencia colonial administradora y ningún país del mundo reconoce la anexión marroquí, que expolia los recursos marítimos y minerales como los fosfatos.
Fallo de Corte de La Haya
Previo a la “Marcha Verde”, Marruecos acude al Tribunal Internacional de Justicia de La Haya, reclamando sus derechos sobre ese territorio. El Tribunal sentencia por unanimidad: “la conclusión del Tribunal es que los materiales e información presentados a él no establecen ningún vínculo de soberanía territorial entre el territorio del Sáhara Occidental y el reino de Marruecos o la entidad mauritana.
Por tanto, el Tribunal concluye que no ha encontrado vínculos jurídicos de tal naturaleza que puedan afectar a la aplicación de la Resolución 1514 (XV) de la Asamblea General a la descolonización del Sáhara Occidental y, en particular, al principio de autodeterminación a través de la libre y genuina expresión de la voluntad del pueblo del territorio”. (16 de octubre de 1975).
El Frente Polisario, que luchaba desde 1973 por la independencia de España, y que es reconocido por la ONU como único representante legítimo del pueblo saharaui, funda la RASD, en Bir Lehlu (capital provisional), una de las regiones del Sáhara Occidental, consideradas como territorio liberado y continúa la guerra contra los invasores. Derrota a Mauritania en 1979 –en una de las batallas le cuesta la vida al primer presidente de la RASD El-Uali-, que le cede el territorio a la RASD, pero es ocupado inmediatamente por Marruecos.
Saharauis esperan referendo
Continúan los ataques del Polisario a Marruecos, tomando prisioneros a más 3000 soldados (en decisión unilateral los dejaron libres en la década del 2000, mientras que hay más de 600 saharauis desaparecidos en las cárceles marroquíes desde 1975) y capturando ingente material de guerra. Entretanto, los marroquíes construyen el muro militar más grande del mundo, de 2720 Km. de longitud que divide el territorio y las familias saharauis. Para darse una idea del tamaño, el muro de Berlín tenía sólo 160 Km. Dos tercios del territorio quedan en manos marroquíes y el otro tercio en manos del Polisario.
En 1991 se acuerda un alto al fuego y se conforma la Minurso, Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum del Sáhara Occidental, que debe organizar el referéndum en 1992, para que el pueblo saharaui decida la autodeterminación. Han pasado 19 años y aún no se celebra el referéndum, ante la desesperación de los jóvenes saharauis que quieren volver a la guerra. Las conversaciones en la ONU siguen estancadas.
Entretanto, las ciudades saharauis ocupadas se encuentran totalmente sitiadas por el ejército y las fuerzas de seguridad de Marruecos, impidiendo las manifestaciones pacíficas de la población saharaui para demandar sus derechos sociales, políticos y de autodeterminación. Las zonas ocupadas están cerradas, por el régimen de Marruecos, ante la prensa internacional, las organizaciones de DDHH y los observadores internacionales, etc.
La Minurso no dispone del mandato de vigilar e informar sobre la violación de los derechos humanos (DDHH) en el Sáhara ocupado. Es la única misión de la ONU que no tiene esas prerrogativas debido a la posición y veto de Francia en el Consejo de Seguridad. Diversas e importantes organizaciones de DDHH denunciaban en numerosos informes y resoluciones la situación de violación de DDHH por Marruecos en las zonas ocupadas del Sáhara, tales como Amnistía Internacional, Human Right Watch, Front Line, Center Robert F. Kennedy, etc.
La RASD es reconocida por más de 80 países. Es miembro fundador de la Unión Africana –Marruecos se encuentra fuera de esa organización desde 1984 al igual que lo estuvo el régimen del Apartheid en su momento-. Es la única nación árabe de habla hispana. Tiene embajadas en varios países del mundo; en América Latina, en México, Uruguay, Panamá, El Salvador, Ecuador, Bolivia, Venezuela, Cuba, Nicaragua, entre otros. El Perú reconoció a la RASD en 1984, pero inexplicablemente suspendió las relaciones diplomáticas en 1996, presionado por el lobby marroquí.
Promesa de presidente Alan García
El presidente Alan García prometió que antes de dejar el poder el 28 de julio de 2011, restablecería las relaciones con la RASD. Resulta francamente risible el argumento, que corre en los pasillos del Ministerio peruano de Relaciones Exteriores, que si el Perú restablece relaciones con la RASD, España –además de Marruecos- se “molestaría”. Ello no es cierto, es sólo un rumor interesado en provocar miedo a propósito que Madrid es el primer inversor en el Perú. Marruecos, de otro lado, debe aceptar la decisión soberana del Perú de tener relaciones con la RASD. En varios países del mundo ambas embajadas coexisten.
Además de ello, la Cancillería peruana debe recordar el artículo sexto de la Convención sobre Derechos y Deberes de los Estados (firmada por el prestigioso canciller Alfredo Solf y Muro), que dice: “el reconocimiento de un Estado simplemente significa que el Estado reconoce que acepta la personalidad del otro con todos los derechos y deberes determinados por el derecho internacional. El reconocimiento es incondicional e irrevocable”.
Los saharauis celebraron este nuevo aniversario de la RASD, cuyos actos centrales se realizaron en la localidad liberada de Tifariti, con un desfile militar, eventos culturales y deportivos, pasacalles, destrucción de una gran cantidad de minas antipersonales en cumplimiento de los Acuerdos de Ginebra, conferencia internacional de apoyo a la autodeterminación del pueblo saharaui y la reconstrucción de las zonas liberadas, entre otros.
(*) Periodista. Miembro de la Prensa Extranjera.
Email: sanchez-serra9416@hotmail.com / Blog: http://rsanchezserra.blogspot.com/
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