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miércoles, 5 de enero de 2011

Al mejor postor


Autor: Fritz Du Bois
Los cándidos comentarios de la señora Rosa de Acuña hablando con terceros, contándoles cómo habría logrado ingresar a la plancha presidencial de Solidaridad Nacional, abren una nueva y alarmante ventana para que el electorado pueda enterarse de la manera cómo se hace política partidaria en nuestro país.

Por tanto, la difusión de los audios en cuestión es de absoluto interés público y no deben en modo alguno ser ocultados o quedar confinados al ámbito privado como absurdamente demandó el vocero de esa agrupación.

Así tenemos que los ciudadanos escuchamos indignados cómo cuenta que por 700 mil soles y el uso de 37 camionetas, durante la campaña, fue incluida como candidata a la vicepresidencia de la República. De esa forma, una señora que no tiene mayor experiencia y que se encuentra en medio de un conflictivo proceso de divorcio de su marido –el llamado Kennedy del Norte y actual alcalde de Trujillo– decide, aparentemente por despecho, participar en el proceso electoral y qué mejor manera de hacerlo que comprando la candidatura a tan alto cargo.

Incluso, el hecho de que si este desvergonzado acto ha violado o no la legislación electoral, en realidad parece secundario frente al descomunal escándalo ético que significa el estar vendiendo por dinero la posibilidad de que personas, que evidentemente no están preparadas ni capacitadas, dirijan el destino de los peruanos.

Más aun, los ingenuos de los ciudadanos siempre habíamos asumido que los partidos políticos hacían un esfuerzo por buscar personas que tuvieran experiencia profesional y calidad moral, antes de proponerlos como candidatos al electorado. Ahora nos enteramos de que si alguien aporta se lleva el cargo. Imagínense si así está la situación a nivel de plancha presidencial, cómo será la lista congresal.

Al final, nos encontramos ante el riesgo de que si el señor Castañeda fuera elegido, y algo le ocurriera durante su mandato, pudiéramos terminar en manos de esa señora que ayer demostró ser contradictoria y poco clara.

Peor aun, ante la solicitud, en un programa de radio, de que dijera los tres principales motivos que la llevaron a postular a tan alto cargo, evadió responder diciendo que ella no se encargaba de temas de fondo. Con lo cual, ni siquiera parece saber los motivos –o no quiere transparentar las razones verdaderas– que la llevan a postular al cargo.

Realmente, un verdadero escándalo.

Aumentará a militares


Autor: Óscar Miranda - Enviado especial a Trujillo
En el segundo día de su gira por el norte del país, esta vez en Chiclayo, el candidato de Alianza Para el Gran Cambio, Pedro Pablo Kuczynski, reiteró que es necesario elevar los salarios de las FF.AA. y de la Policía.

Dijo que mantendrá el régimen de la cédula viva para los militares y que esta medida no entra en conflicto con el aumento salarial. Acompañado de sus aliados César Acuña y Yehude Simon, PPK también señaló que para enfrentar el problema del narcotráfico se requiere invertir más en la infraestructura básica en el VRAE y los valles de San Gabán y Sandia. Otra medida, dijo, será incrementar el número de fragatas de la Marina para impedir la salida de droga por los puertos del país.

Droga líquida, la nueva modalidad de los ‘burriers’

Españoles lideran número de extranjeros que lleva droga a otros países. Ingieren cápsulas con cocaína, que son más peligrosas de transportar.

Por Lourdes Fernández
No les basta forrar sus cuerpos con drogas o crear inimaginables espacios dentro de sus maletas. Los ‘burriers’ se valen ahora de modalidades que hacen cada día más imperceptibles los estupefacientes a los ojos de la Policía.
La ingesta de droga líquida se ha puesto de ‘moda’. Los traficantes tragan cápsulas con esta sustancia en forma líquida que no suelen ser detectadas mediante las placas radiográficas que utiliza la Policía. Sin embargo, el índice de mortalidad es mayor para quienes se atreven a transportarlas en sus estómagos.
SE DELATAN. Remigio Montanero Torres, un español de 31 años, no soportó la idea de morir intoxicado por el kilo de droga líquida que llevaba dentro de él. Los 3 mil dólares que le habían prometido pagarle no valían su vida. Por eso prefirió confesar ante las autoridades, pese a que su placa radiográfica no lo delataba.
Casos como el de Montanero se reportan a diario en la Dirección Nacional Antidrogas (Dirandro) en el Aeropuerto Internacional Jorge Chávez. “Tenemos que persuadirlos y asustarlos para que confiesen, ya que no podemos comprobar que tienen droga en el estómago”, sostiene el mayor Orlando Salas, del área de Supervisión y Control de la Dirandro.
El agente comenta que los “burriers’ suelen camuflar el narcótico en preservativos (que cumplen la función de proteger la droga y el aparato digestivo del portador). “Para este tipo de casos tenemos que recurrir a las placas de contraste. Esto genera un costo hospitalario y de tiempo que, a veces, resulta excesivo”, señala Salas.
ESPAÑA A LA CABEZA. El año pasado se detuvo a 483 personas (354 hombres y 129 mujeres) porque intentaron sacar estupefacientes del país. Esta cifra hubiera sido mayor si se contara con equipos, tecnología y personal policial suficiente.
“Todos nuestros agentes están abocados al control de la salida de narcóticos”, indicó el oficial. Esta situación ha hecho que se descuide la fiscalización del ingreso de drogas al Perú.
Los españoles siguen liderando la lista de ‘burriers’ extranjerosdetenidos en nuestro país. En 2010 se intervino a 160 peruanos, 93 españoles, 25 filipinos, 18 mexicanos, 13 holandeses, entre otros.
El jefe de la División de Investigación de Tráfico Ilícito de Drogas (Divitid), Manuel Pacheco, atribuyó la presencia de los europeos al alto consumo de estupefacientes en naciones como España y Holanda: “España es el mercado de droga más grande de Europa. El 90% de los ‘burriers’ españoles que vienen al Perú es desempleado, adicto o padece enfermedades mortales”.
Solo el año pasado, la Dirandro decomisó dos toneladas y media de droga que estaban a punto de salir de diversos aeropuertos nacionales. Para el coronel Pacheco, urge una política de Estado que busque la erradicación de la producción de hoja de coca en el país. Mientras no exista, señala, el panorama continuará siendo el mismo.

“A Alan García le debe gustar que lo llamen ególatra”

Javier Valle Riestra debe ser uno de nuestros últimos políticos ilustrados. Histriónico, enamoradizo y polémico, está marcado por su paso por el gobierno de Fujimori, una 'mancha’ de la que se quiere librar. Hoy celebra 79 años de aprista vida.

Autor: Gonzalo Pajares C.
“Vivía con mis padres, pero como andaban todo el día peleando me sofocaba y me iba a la casa de mi abuelo –una casa señorial, palaciega, muy distinguida–. Un día me resfrié, llamé al mayordomo de mi abuelo, me llevaron a su casa y no regresé más. Para suerte mía, mis padres no me reclamaron: viviendo con ellos hubiera terminado siendo un bohemio”, nos dice Javier Valle Riestra, político rebelde y aprista, quien está feliz por el fin de sus tareas parlamentarias.

¿POR QUÉ LE TEME A LA BOHEMIA?
La bohemia es el desorden y yo soy ordenado. Yo he sido enamoradizo, he sido adúltero, he hecho un montón de cosas, pero nunca, para lograr esos objetivos, recurrí a la bohemia. Soy como González Prada, un hombre incendiario pero ordenado. Y aunque no tengo animadversión hacia los bohemios, tampoco los envidio.

ES APRISTA DESDE SIEMPRE…
Desde los ocho años. Desde pequeño me interesaron las obras de González Prada, pues tenía una disposición hacia el cambio y una condena hacia la oligarquía. Yo vivía en un hogar burgués muy distinguido pero, al mismo tiempo, era un revolucionario, pero no podía estar contra mis abuelos, que conmigo se portaron extraordinario: les debo todo lo que soy. Yo estaba en contra de la plutocracia, de la oligarquía, de la opresión del hombre por el hombre. Aunque no guardaba despecho contra mis parientes ni estaba en su contra, ellos sí lo estaban contra mí, pues era un hijo de divorciados. Quizás el ver la actitud altanera y despectiva conmigo del sector oligárquico y millonario de mi familia hizo que reforzara mi posición rebelde.

FUE ELEGIDO CONGRESISTA EN 2006, PERO DESDE ENTONCES HA LUCHADO POR DEJAR EL PARLAMENTO…
Me quedan seis meses más. Me siento como en el lecho de Procusto, es decir, condenado a la impotencia, pero he decidido no insistir en la renuncia. Y si me metí a este Congreso fue porque quise borrar de mi biografía política –que no quedase como su último capítulo– el haber sido primer ministro de Fujimori.

UN INFAME CAPÍTULO…
Infame, no, erróneo. Podía ser infame en el sentido que me quitó la buena fama, pero nadie me ha perseguido por los 45 días que estuve allí. Mi alteración egolátrica me hizo creer que podía convencer a Fujimori de optar por un camino democrático.

SI NO LE GUSTA EL PODER, ¿POR QUÉ SU PERMANENCIA EN LA VIDA POLÍTICA?
El poder no me interesó para mandar sino para orientar. Si lo he tenido, no lo he ejercido nunca. Más que poder, he tenido figuración, he hecho propuestas. La política fue una pasión de estudiante universitario porque creí que íbamos a transformar al mundo. Como el Apra no funcionó me pasé al Apra Rebelde (de Luis de la Puente Uceda), pero cuando vi que estos eran más estalinistas que apristas, regresé.

¿ESTÁ SATISFECHO POR LO HECHO?
Mis propuestas se adelantaron a mi época. La etapa que más valoro de mi vida política –fui concejal metropolitano, constituyente, diputado, senador, premier y, ahora, congresista– fue la de constituyente, pues la Constitución del 79 tiene varios capítulos que son obra mía: los derechos del hombre, la jurisdicción supranacional, el bicameralismo...

CÓMO EXPLICAR QUE HAYA SIDO ABOGADO DE OLLANTA HUMALA, DE JAIME SALINAS SEDÓ Y DE SU PRIMO, UN ACUSADO DE TERRORISTA…
La congruencia está en que todos fueron perseguidos calumniosamente, que todos eran inocentes. Mi primo, Héctor Olaechea, era un vociferante pero no un terrorista, y hoy vive en el Perú.

¿SERÍA ABOGADO DE VLADIMIRO MONTESINOS?
(Piensa). Uno no puede pensar a ojos cerrados que todas las acusaciones que hace un fiscal son ciertas. Si viene la abogada de Montesinos y me pide una opinión, yo hago el dictamen. Uno debe saber defender causas impopulares cuando cree que hay un vestigio de justicia.

¿CUÁNTO CONOCE A ALAN GARCÍA?
Desde que está en el poder no nos conocemos, pues desde entonces no nos vemos. Pero cuando vivíamos en España –yo exiliado y él como estudiante– éramos muy amigos y nos veíamos casi todos los días. Hoy no puedo decir que no soy su amigo –como ser humano es una figura interesante–, pero no tenemos la amistad de antes.

¿ALAN TIENE UN EGO COLOSAL?
Así es. Alan es ególatra y siempre se sintió predestinado a la presidencia. Ese motor lo ha llevado al cargo… y dos veces. Que el embajador de Estados Unidos se preocupe por él y lo llame ególatra le debe gustar, pues la egolatría es una forma de adulación.

USTEDES FUERON RIVALES DENTRO DEL APRA...
En el 85, cuando se estaban eligiendo los candidatos por el Apra, yo era más popular que él. En las elecciones internas pudo suceder la desgracia de una victoria mía, pero como la campaña me daba tantos sinsabores decidí declinar mi candidatura. Entonces, a Alan se le abrieron las puertas…

NOS HUBIERA SALVADO DE DOS MILLONES DE INFLACIÓN…
Quizás la hubiera duplicado pues en materia económica soy capaz de gravísimos errores.

¿NO ES TIEMPO DE JUBILARSE?
La jubilación es incompatible con mi arqueo patrimonial.

Wikipolítica

Columna




Uri Ben Schmuel
uribs@larazon.com.pe
Tienen razón Meche Aráoz, PPK y todos los que han calificado de leyenda urbana el contenido de los cables revelados por WikiLeaks sobre la personalidad del presidente García. En realidad, gran parte de los más de 200 mil cables son apenas una colección de esa chismografía barata que se escucha en los cócteles, con una que otra “pepa” por ahí. Pero el asunto nos sirve de punto de partida para reflexionar sobre la conducta histórica de Washington respecto a la región. Y la conclusión es que con Obama continúa en un nivel tan insoportablemente leve como el noventa por ciento del wikicontenido.
Gustav H. Petersen, ex miembro del Council on Foreign Relations –que, desde su fundación en 1921, es la organización privada más importante de Estados Unidos en materia de política exterior– acuñó en su momento una frase que resume a la perfección el asunto: Estados Unidos no tiene una política latinoamericana, excepto una de “negligencia benigna”.
El origen de esas políticas, según Petersen, se remonta a Truman. Tras la II Guerra Mundial, las relaciones con Latinoamérica fueron relegadas a una posición subordinada en la escala de importancia dentro de la política exterior estadounidense. A ello se sumó la conducta de algunas corporaciones estadounidenses en Latinoamérica hasta bien entrada la década de los 70, que dejaron una imagen de explotación y hasta de injerencia política que a la fecha no ha podido alejarse del imaginario popular (el “americano feo”).
A pesar del esfuerzo de Kennedy para relanzar las relaciones con América Latina mediante la creación de la Alianza para el Progreso, el programa no estuvo a la altura de las grandes expectativas que suscitó. Y Johnson se involucró demasiado en Vietnam como para realmente prestar atención a Latinoamérica.
Otro hito fue el discurso de “bajo perfil” que el presidente Nixon pronunció el 31 de octubre de 1969, basado, en parte, en la mal concebida y desafortunada misión Rockefeller. Nixon hizo hincapié en que el norte y el sur del hemisferio debían guiarse básicamente por sus propios intereses y cooperar más que nada en el ámbito comercial.
Durante la presidencia de Carter hubo intentos de rearticular una política más cálida hacia la región, como lo prueba el caso del Canal de Panamá. Pero, en un balance de más de seis décadas, lo cierto es que Estados Unidos nunca ha estado muy capacitado, tanto en medios como en consenso político interno, para lidiar con los problemas latinoamericanos.
Las prioridades de la Casa Blanca están en “puntos calientes” como Afganistán y luego en China, para no hablar de la lucha contra el terrorismo islámico y los rescates financieros. En Latinoamérica, en cambio, nos preocupan asuntos más “terrenales”, como los índices de pobreza sostenidos y el aumento de la inseguridad pública.
El gran desafío estadounidense, por lo tanto, es conciliar agendas y colocar a América Latina en un plano más elevado de su política exterior. El reclamo de Petersen y de otros analistas es que no puede postergarse este desafío de manera indefinida. Pero en Washington cunde la sordera y, si nos guiamos por los ‘wikicables’, también la frivolidad.